Muchas madres sienten dolor al orinar después de un parto por cesárea. Esta molestia puede sentirse como un ardor o quemazón que dificulta las visitas al baño durante el posparto. El dolor puede deberse al catéter utilizado durante la cirugía, al proceso de cicatrización o, en ocasiones, a una infección. Saber qué es normal y cuándo se debe llamar al médico puede facilitar la recuperación. Existen formas sencillas de reducir el dolor mientras el cuerpo se cura.
¿Es normal sentir dolor al orinar después de una cesárea?
Sí, es completamente normal sentir dolor o ardor al orinar después de una cesárea. Muchas madres sienten ardor, escozor o dolor agudo durante los primeros días o semanas posteriores a la intervención.
Estas molestias son el resultado de los numerosos cambios que experimenta el cuerpo. Probablemente te colocaron una sonda en la vejiga durante la intervención para extraer la orina cuando no podías caminar hasta el baño. La sonda puede irritar el tracto urinario y provocar sensibilidad incluso después de retirarla. Los medicamentos administrados durante la intervención, la inflamación posoperatoria y el trauma físico en el tejido circundante también son factores que hacen que te preguntes por qué te duele al orinar después de una cesárea.
La mayoría de las mujeres notan que este dolor mejora progresivamente durante la primera semana después de la cirugía, a medida que el cuerpo se recupera. Beber mucho líquido diluye la orina y hace que sea menos irritante para los tejidos sensibles. Si el dolor es intenso, persiste después de una semana o se presenta junto con otros síntomas como fiebre u orina turbia, puede tratarse de una infección que requiera atención médica.
¿Por qué me duele al orinar después de una cesárea?
El dolor al orinar después de una cesárea puede deberse a varias causas. Tu cuerpo experimenta cambios importantes durante la cirugía y el periodo de recuperación que pueden afectar tu aparato urinario. Comprender estas causas puede ayudarte a controlar mejor las molestias y a saber cuándo necesitas atención médica.
Irritación por el catéter
A la mayoría de las mujeres se les coloca un catéter urinario durante la cesárea, que se retira entre 12 y 24 horas después de la operación. Este pequeño tubo puede irritar la uretra y la vejiga, por lo que es posible que sientas ardor al orinar cuando te lo retiren. Por lo general, estos síntomas desaparecen en unos días, a medida que los tejidos van recuperándose.
Trauma quirúrgico e inflamación
La cirugía en sí misma provoca traumatismos en la región abdominal. La hinchazón y la inflamación causadas por la intervención pueden comprimir la vejiga y las vías urinarias, lo que provoca dolor al orinar. A medida que se cure la zona y se resuelva la hinchazón, este dolor debería desaparecer poco a poco.
Efectos de la medicación
Los analgésicos y los antibióticos que se toman durante y después de la cirugía pueden causar molestias al orinar. Algunos medicamentos se acumulan en la orina y pueden irritar el revestimiento de la vejiga. Otros pueden alterar la acidez de la orina, lo que provoca ardor al orinar después de una cesárea.
Deshidratación
Durante y después de la cirugía, es posible que no ingieras suficientes líquidos, sobre todo si estás ocupada con la recuperación o el cuidado de tu recién nacido. La deshidratación hace que la orina sea más concentrada y ácida, lo que irrita las vías urinarias y provoca dolor al orinar.
Infección de las vías urinarias
Las pacientes que se someten a una cesárea son más propensas a contraer infecciones del tracto urinario (ITU) cuando tienen un catéter y no pueden moverse. Esta infección puede causar una intensa sensación de ardor al orinar, junto con otros síntomas como necesidad frecuente de orinar y orina turbia o con mal olor.
¿Cómo saber si tienes una infección urinaria después de una cesárea?
Las infecciones del tracto urinario (ITU) son una complicación habitual tras una cesárea que afecta a entre un 2 y un 16 % de las mujeres que se someten a esta intervención. Aunque es normal sentir algunas molestias al orinar durante la recuperación, es importante saber cuándo los síntomas pueden indicar una infección que requiere tratamiento.
Síntomas comunes de la infección urinaria
La sensación de ardor al orinar, la necesidad frecuente y urgente de orinar y la sensación de vejiga vacía después de orinar son los síntomas más frecuentes. También es posible que notes cambios en el aspecto de la orina, que puede estar turbia, oscura o tener un olor fuerte. Estos síntomas suelen aparecer de forma repentina y son más graves que las molestias habituales del posoperatorio.
Fiebre y escalofríos
Una fiebre de 38 °C (100.4 °F) o más, especialmente si va acompañada de escalofríos, puede significar que tu cuerpo está luchando contra una infección. Es normal que haya algunas fluctuaciones de temperatura durante la recuperación posparto, pero una fiebre alta o persistente, junto con síntomas urinarios, probablemente indique una infección urinaria o incluso una infección en los riñones que debe ser tratada por un médico.
Localización e intensidad del dolor
Las molestias urinarias comunes después de una cesárea suelen ser una sensación leve de ardor que tiende a disminuir con el tiempo. En caso de infección urinaria, el dolor puede ser más intenso y puede ir acompañado de presión o dolor en la parte baja del abdomen, la espalda o los costados. Este dolor no suele mejorar con el tiempo y puede empeorar si no se trata.
Cambios en el aspecto de la orina
Observa si hay cambios en el color o la transparencia de la orina. La orina normal debe ser de color amarillo pálido a ámbar y transparente. Si tienes una infección urinaria, la orina puede presentar un aspecto turbio o contener sangre visible, lo que le confiere un tono rosado o rojo. Algunas mujeres también notan un olor inusual, fuerte o desagradable en la orina.
Malestar general
Las infecciones urinarias también pueden provocar malestar general, además de los síntomas urinarios. Es posible que experimentes más fatiga de lo normal después del parto, pérdida de apetito o malestar general. Estos síntomas se deben a que la infección provoca una respuesta inmunitaria en todo el cuerpo. Si además presentas dolor en la zona lumbar, no lo ignores, ya que podría ser señal de una infección en los riñones.
¿Cuándo debes buscar atención médica por dolor al orinar después de una cesárea?
Si bien es normal sentir algunas molestias al orinar después de una cesárea, ciertos síntomas requieren atención médica inmediata. Conocer cuándo debes ponerte en contacto con tu especialista puede ayudar a prevenir complicaciones y garantizar el tratamiento adecuado para complicaciones potencialmente graves.
Dolor intenso o que empeora
Llama a tu médico si tienes un dolor intenso al orinar que no mejora o incluso empeora con el tiempo. Las molestias típicas del posoperatorio deberían disminuir con el tiempo, no aumentar. Un dolor muy intenso que dificulte mucho la micción podría indicar una infección u otra complicación que requiere atención médica.
Fiebre
Una fiebre de más de 38 °C (100.4 °F) es un motivo claro para acudir al médico. La fiebre suele indicar que el cuerpo está combatiendo una infección, ya sea del tracto urinario, renal o de la herida postoperatoria. No esperes a ver si desaparece por sí sola, sobre todo durante las primeras semanas después de la cirugía.
Sangre en la orina
Es normal que observes pequeñas cantidades de sangre en la orina justo después de retirar el catéter, pero esto debería desaparecer rápidamente. Si ves sangre de color rojo brillante, coágulos de sangre o orina de color rosáceo que no desaparece, avisa a tu médico inmediatamente. Podría ser un indicio de daño o infección en las vías urinarias que debe tratarse.
Incapacidad para orinar
Si no puedes orinar cuando tienes ganas o solo puedes expulsar pequeñas cantidades de orina, llama al médico de inmediato. Esta es una afección conocida como retención urinaria que, si no se trata rápidamente, puede provocar lesiones e infecciones en la vejiga. A veces ocurre después de retirar el catéter o debido a la inflamación de la zona que rodea el tracto urinario.
Síntomas de infección renal
Avisa inmediatamente a tu médico si sientes dolor en la parte baja de la espalda o en los costados, sobre todo si viene acompañado de fiebre, náuseas o vómitos. Estos síntomas pueden indicar que la infección del tracto urinario se ha extendido a los riñones, por lo que es necesario un tratamiento antibiótico rápido para evitar complicaciones graves.
Secreción anormal o cambios en la herida
Si observas una secreción vaginal anormal o cambios en la incisión de la cesárea (mayor enrojecimiento, hinchazón, secreción o apertura de las suturas) junto con dolor al orinar, busca atención médica. Estos síntomas combinados podrían indicar una infección que requiere tratamiento inmediato para evitar que se extienda.
¿Cómo orinar después de una cesárea para prevenir infecciones?
Utilizar las técnicas adecuadas para orinar después de una cesárea puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario y hacer que el proceso sea menos doloroso. Seguir estas prácticas protege tu cuerpo en proceso de recuperación de complicaciones, te ayuda a sentirte más cómoda y a disminuir la sensación de que te duele al orinar después de una cesárea.
Mantente hidratada
Beber mucha agua es fundamental después de una cesárea. Bebe entre 8 y 10 vasos de agua al día para mantener la orina diluida y un flujo regular. La orina diluida irrita menos las vías urinarias y es más eficaz para eliminar las bacterias del organismo. Aunque parezca contradictorio cuando orinar resulta doloroso, una buena hidratación reduce las molestias a largo plazo.
Técnica adecuada para limpiarte
Después de orinar o defecar, límpiate siempre de adelante hacia atrás. Así evitarás que las bacterias del área rectal entren en el tracto urinario. Utiliza papel higiénico suave y sin perfume y, en el período inicial de recuperación, considera usar toallitas húmedas para bebés sin alcohol.
Vaciado completo de la vejiga
Tómate tu tiempo en el baño para asegurarte de que la vejiga se vacía por completo. Inclínate ligeramente hacia delante mientras estás sentada en el inodoro, esto puede ayudar a vaciar la vejiga por completo. La retención de orina es un caldo de cultivo para las bacterias, así que no te precipites en el proceso, aunque te resulte doloroso. Si te resulta de ayuda, puedes utilizar una almohada limpia para sujetar la incisión mientras orinas.
Cuidado perineal
Mantén limpia la zona perineal duchándote con agua tibia y jabón suave sin perfume una o dos veces al día. Evita utilizar jabones fuertes, baños de burbujas o sprays de higiene íntima que puedan irritar las vías urinarias. Seca la zona suavemente después de la ducha, en lugar de frotarla, ya que esto puede irritarla.
Orina con frecuencia
No aguantes la orina por mucho tiempo, aunque te duela al ir al baño. Intenta orinar cada dos o tres horas mientras estás despierta para evitar que las bacterias se multipliquen en la vejiga. Orinar con frecuencia también evita que la vejiga se llene demasiado, lo que puede ejercer presión sobre la incisión y aumentar las molestias.
Considera el tratamiento del dolor
Si el dolor al orinar te disuade de beber líquidos o de orinar, habla con tu médico sobre las opciones de tratamiento del dolor. Algunas mujeres descubren que verter agua tibia sobre la zona perineal mientras orinan ayuda a reducir la sensación de ardor. Otras se benefician de los analgésicos de venta libre que les ha recetado su médico.
Herramientas y consejos para una mejor recuperación tras una cesárea
Recuperarse de una cesárea no es fácil, pero contar con las herramientas adecuadas puede marcar la diferencia. Estos elementos esenciales para la recuperación te ayudarán a aliviar el dolor, proteger la incisión y enfocarte en lo que más importa: tu nuevo bebé.
Artículos esenciales para la recuperación
Prendas de soporte
La ropa interior de compresión y cintura alta, diseñada específicamente para mujeres que han dado a luz por cesárea, proporciona un importante soporte a los músculos abdominales y a la incisión. La faja posparto Momcozy Ergowrap proporciona este soporte esencial gracias a su estructura patentada Ergonest Support Structure™, que no solo comprime el abdomen, sino que también alivia eficazmente el dolor lumbar causado por el debilitamiento de los músculos abdominales tras el parto. Este soporte especializado resulta especialmente valioso durante los frecuentes esfuerzos que conlleva levantar y acomodar al bebé al amamantar y cuidar de él. Las fajas abdominales de grado médico también están disponibles en la mayoría de las farmacias o en línea, y pueden proporcionar un soporte adicional bajo la supervisión de tu médico.
Herramientas para el manejo del dolor
Una pequeña almohada para apoyar sobre la incisión al toser, reír o moverse reduce el dolor y protege la herida. Las almohadillas térmicas (que solo se deben usar con la aprobación del médico, normalmente después de la cicatrización inicial) pueden aliviar el dolor muscular en la zona de la cirugía. Ten a mano un pastillero para recordar tomar los analgésicos recetados a la hora indicada.
Ayudas para moverte
Una barandilla para la cama que se acople al colchón te servirá de apoyo para sentarte sin forzar el abdomen. Las pinzas para recoger objetos te permiten alcanzar cosas que están en el suelo o fuera de tu alcance sin que tengas que estirarte o agacharte y sentir dolor. Una almohada de lactancia cumple una doble función: sostiene al bebé mientras le das de comer y amortigua su peso sobre la herida.
Productos para el cuidado de la herida
Utiliza gasas estériles, esparadrapo y jabón antimicrobiano para mantener la incisión limpia, tal y como te haya indicado el médico. Para mayor comodidad en tu día a día y para proteger la herida mientras cicatriza, te recomendamos las trusas de bambú para el embarazo y el posparto. Tienen un exclusivo diseño de cintura baja en forma de V de 145° que se mantiene por debajo de la incisión. Esta ropa interior, ultrasuave y elástica, evita que se irrite la cicatriz de la cesárea y proporciona una sujeción suave. Además, su refuerzo de algodón al 100 % permite un seguimiento fácil del estado de salud durante la recuperación. Una vez que la herida haya cicatrizado por completo, si el médico lo autoriza, puedes utilizar láminas de gel de silicona para reducir y mejorar el aspecto de la cicatriz a largo plazo. Ten cerca un espejo de mano para poder inspeccionar la herida sin tener que esforzarte por verla.
Soporte Lumbar
Comodidad
Eficacia
Consejos prácticos que te ayudarán en tu recuperación
Optimiza tus movimientos
Al levantarte de la cama, ponte de lado en lugar de boca abajo y utiliza los brazos para impulsarte en lugar de los músculos abdominales. Dar paseos breves y frecuentes por casa favorece la circulación sanguínea y previene la formación de coágulos. Ve aumentando gradualmente la distancia a medida que te recuperes. No levantes nada que pese más que tu bebé durante al menos seis semanas.
Comodidad en el baño
Planifica ir al baño cada dos o tres horas, aunque no sientas la necesidad de orinar. Cuando te sientes en el inodoro, inclínate un poco hacia adelante para asegurarte de vaciar completamente la vejiga. Ten a mano en el baño una botella perineal (con atomizador) para enjuagar la zona perineal después de orinar, lo que puede ayudar a reducir las molestias y el ardor.
Prioriza la nutrición y la hidratación
Haz varias comidas pequeñas al día ricas en proteínas, fibra y vitaminas para favorecer la cicatrización y prevenir el estreñimiento. Bebe entre 8 y 10 vasos de agua al día y ten a mano una botella grande con marcas para recordarte cuánto has bebido. Las ciruelas pasas, el jugo de ciruela pasa y los suplementos de fibra pueden ayudarte a prevenir el estreñimiento y evitar la necesidad de hacer fuerza al evacuar.
Crea un rincón con todo lo que necesitas durante tu recuperación
Elige un espacio en el que pases la mayor parte del tiempo y al que puedas acceder fácilmente, y equípalo con lo básico: medicamentos, agua, aperitivos saludables, un punto de recarga para el teléfono, materiales de entretenimiento y artículos para el bebé. Para cambiar pañales, el calentador de toallitas húmedas de gran capacidad Momcozy, con su innovador diseño de resorte incorporado, mantiene las toallitas a la temperatura perfecta, independientemente de cuántas queden, por lo que los cambios nocturnos resultan más cómodos para tu recién nacido. La función de resorte extraíble te permite usarlo según tus preferencias. Esta estación de recuperación te permitirá evitar desplazamientos innecesarios y tener todo lo que necesitas para estar cómoda y recuperarte a lo largo del día.
Recupérate más rápido y alivia las molestias al orinar después de una cesárea
Orinar con dolor después de una cesárea es difícil, ¡pero es algo que pasará! Ahora ya sabes por qué ocurre y tienes formas sencillas de sentirte mejor. Mantente hidratada, límpiate con cuidado y utiliza los recursos que te hemos proporcionado para facilitar las cosas durante tu recuperación. Si sientes un dolor intenso, tienes fiebre o notas sangre al orinar, no esperes más y llama a tu médico. Tu cuerpo se está recuperando cada día, lo que te permite centrarte en lo más importante: tu bebé. No luches sola si no te sientes bien: pedir ayuda te permitirá recuperarte más rápidamente. Antes de lo que crees, volverás a orinar con normalidad y comodidad, y disfrutarás de este momento especial con tu pequeño.