¿La mastitis puede hacer que tengas menos leche?

Will Mastitis Decrease Your Milk Supply?

La mastitis puede ser un verdadero dolor de cabeza para las madres lactantes, que suelen temer los efectos que pueda tener sobre su producción de leche. En este artículo analizaremos las principales causas de esta enfermedad y los síntomas que la acompañan. Responderemos la gran pregunta: ¿Puede la mastitis disminuir la producción de leche? Y, lo que es más importante, te daremos algunos consejos prácticos para mantener el flujo de leche durante y después de un episodio de mastitis. El objetivo es ofrecerte la información necesaria, respaldada por referencias sólidas, para que tú y tu bebé puedan volver a la normalidad.

¿Cuáles son las causas y síntomas de la mastitis?

¿Por qué se produce la mastitis?

  • Hipergalactia: La sobreproducción de leche también es un problema y puede ser una de las causas principales de esta enfermedad. Cuando produces mucha leche, los conductos se estrechan porque el tejido circundante los comprime. Esto puede provocar una congestión mamaria en la que tus pechos se sienten más llenos y firmes; también se conoce como mastitis inflamatoria.
  • Obstrucción de los conductos galactóforos: La obstrucción de los conductos galactóforos se produce cuando la leche no fluye libremente y se atasca, lo que provoca hinchazón y dolor en esa zona. Si un pecho se obstruye -quizá porque tu bebé no lo ha vaciado del todo o porque no lo has podido amamantar-, la leche puede acumularse y provocar presión e inflamación. A menudo, este conducto obstruido es la causa principal de la mastitis.
  • Infección bacteriana: La piel es el hogar de una serie de bacterias que, por lo general, no causan ningún problema. Sin embargo, a veces llegan a penetrar en el tejido mamario a través de una herida o un pezón agrietado, lo que puede provocar una infección en el pecho y preparar el terreno para la mastitis.
  • Vaciado insuficiente del pecho: Cuando la leche se queda acumulada en el pecho, ya sea por tomas poco frecuentes o por una extracción incompleta, puede aumentar el riesgo de infección.
  • Ropa ajustada o presión sobre el pecho: Llevar sujetadores demasiado ajustados o incluso dormir de forma que se ejerza una constante presión sobre los pechos son situaciones que, a modo de dique, pueden bloquear el flujo de leche y provocar posibles problemas, por lo que es recomendable utilizar un sujetador de lactancia cómodo.
  • Sistema inmune debilitado: Cuando estás agotada por falta de sueño, estrés o mala alimentación, las defensas de tu cuerpo bajan. Esto puede dificultar la lucha contra las infecciones, incluidas las que causan mastitis.
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¿Cuáles son los síntomas de la mastitis?

  • Dolor en los pechos: Uno de los primeros síntomas que notarás es dolor en los pechos. Puede empezar como una molestia e ir evolucionando hasta convertirse en un dolor intenso o una sensación de quemazón, sobre todo al amamantar, ya que la leche debe atravesar la zona inflamada.
  • Hinchazón y enrojecimiento: La parte afectada del pecho puede parecer hinchada y enrojecida. Podría sentirse caliente y dura al tacto, señal de que tu cuerpo está luchando contra una infección.
  • Síntomas semejantes a los de la gripe: La mastitis no se limita al pecho, sino que puede hacer que sientas malestar en todo el cuerpo. Puedes tener fiebre, escalofríos y dolor generalizado, como cuando te da gripe.
  • Secreción por el pezón: A veces, junto con el dolor y la hinchazón, es posible que observes una secreción inusual del pezón. Puede ser turbia o tener vetas de sangre, un indicio de inflamación o infección.
  • Fatiga: No se trata del cansancio habitual; con la mastitis, la fatiga puede ser abrumadora, haciendo que incluso las tareas más sencillas resulten agotadoras.

Las causas de la mastitis son muy variadas, desde un simple conducto obstruido hasta bacterias furtivas que se abren paso. Sin embargo, con algunos cuidados adicionales, la mastitis puede controlarse. Y aunque los síntomas como la sensibilidad, la hinchazón o la sensación de estar agripada pueden ser molestos, no son más que la forma que tiene tu cuerpo de avisarte que algo no anda bien y debes tomar acción.

A mother is breastfeeding her baby and notices pain in her breast

¿La mastitis disminuye la producción de leche?

Sí, la mastitis puede disminuir temporalmente la producción de leche. La inflamación y la infección asociadas a la mastitis impiden que la leche fluya correctamente, lo que a su vez puede reducir la cantidad de leche producida. Además, el dolor y las molestias causadas por la mastitis pueden hacer que la lactancia se vuelva más difícil, lo que se traduce en una menor frecuencia de tomas o de extracciones de leche, que a su vez contribuye a la disminución de la producción de leche después de un cuadro de mastitis. Sin embargo, esta disminución del volumen de leche suele ser temporal, y tiende a normalizarse después del tratamiento y la recuperación de la mastitis. Con un tratamiento adecuado y una lactancia o extracción continuas, puedes mantener tu producción de leche e incluso mejorarla a medida que te recuperas de la mastitis.

¿Por qué la mastitis disminuye la producción de leche?

La mecánica de la lactancia materna implica un delicado equilibrio, y la mastitis puede alterarlo de varias maneras, provocando una disminución de la producción de leche.

1. Inflamación y compresión

La mastitis hace que el tejido mamario se inflame, se hinche y comprima los conductos galactóforos. De este modo se produce una especie de bloqueo físico en el interior de la mama, que impide el flujo normal de la leche hacia el pezón, creando una congestión en los conductos encargados de llevarla.

2. Dolor y problemas para amamantar

La mastitis suele ir acompañada de dolores agudos y malestar, lo que puede hacer que la madre dé menos el pecho o que lo haga de forma superficial. Dado que la producción de leche funciona en base a la oferta y la demanda, cuanto menor sea la estimulación a través de la lactancia, mayor será la señal que recibe el cuerpo de que se debe producir menos leche.

3. Vaciado deficiente de la leche

Si la mastitis hace que la lactancia resulte demasiado dolorosa, es posible que la madre no esté vaciando el pecho afectado por completo o con la frecuencia suficiente. Un drenaje deficiente empeorará el problema, ya que un pecho demasiado lleno actúa como una señal para que el cuerpo disminuya la producción.

4. Impacto de la infección

La respuesta del organismo a una infección incluye el desvío de energía y recursos para luchar contra la bacteria causante de la mastitis. Esta lucha requiere energía -energía que de otro modo podría ser utilizada para producir leche, trayendo como consecuencia una posible disminución temporal del volumen de leche incluso una vez pasada la infección.

5. Estrés emocional

El malestar y el estrés ocasionados por la mastitis pueden alterar las hormonas responsables de la producción y salida de la leche. Los altos niveles de estrés interfieren con la oxitocina (la hormona asociada con el reflejo de eyección de la leche, también conocido como bajada de la leche) lo que lleva a una menor eficiencia en su liberación.

Es importante saber que una disminución de la producción de leche tras una mastitis es algo a lo que se enfrentan muchas mamás. Sin embargo, con el enfoque adecuado y, en ocasiones, un poco de ayuda de los profesionales de la salud, la mayoría de mujeres pueden superar la mastitis sin que afecte permanentemente su producción de leche. Con los cuidados adecuados, puedes seguir amamantando de forma eficaz y mantener una producción de leche constante.

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¿Cómo aumentar la producción de leche durante y después de la mastitis?

Para contrarrestar la disminución temporal del volumen y flujo de leche después de un cuadro de mastitis, existen varias estrategias que puedes utilizar para estimular su producción:

1. Aumenta tu producción de leche con la técnica de "power pumping"

Power pumping o "extracción poderosa" es una técnica que puede aumentar eficazmente la producción de leche imitando el patrón de alimentación frecuente del bebé, y el sacaleches manos libres Momcozy Mobile Flow™ | M9 es una herramienta excelente para ello. Gracias a su gran potencia de succión, su sistema mejorado de control de fugas -un 10% más eficaz que los modelos anteriores- y con un 28.2% más de eficiencia, podrás extraer más leche en menos tiempo. Su avanzado motor de tercera generación ofrece una potente capacidad de succión de hasta -300 mmHg, diseñada para maximizar la producción de leche de forma eficiente. Esta facilidad de uso, unida a la conveniencia de que solo necesita una carga para hasta cinco extracciones, convierte a la M9 en un aliado perfecto para las madres ocupadas que buscan aumentar su producción de leche con la ayuda de un sacaleches.

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2. Da el pecho o usa el extractor con frecuencia para obtener más leche

Piensa en la lactancia o extracción frecuente como una orden para obtener más leche, una forma de decirle a tu cuerpo que la demanda es estable y que la producción también debe serlo. Aunque te cause mucho dolor si tienes mastitis, es muy importante que no dejes de amamantar o extraer leche con frecuencia. No siempre te vas a sentir bien, pero cumplir con el horario ayudará a que tu producción de leche no disminuya. En los casos en los que la lactancia directa es demasiado dolorosa, entonces el uso de extractores puede ser una buena opción para mantener el flujo de leche.

3. Aplica calor antes de la sesión de lactancia

Utilizar una compresa caliente antes de amamantar o extraer la leche puede ser de gran ayuda. El calor ayuda a relajar los delicados músculos que rodean los conductos galactóforos y favorece que se dilaten, lo que permite que fluya más leche. Esto no solo hará que el proceso sea menos doloroso si tienes mastitis, sino que será más fácil vaciar por completo el pecho.

4. Masaje suave para aliviar los pechos

Si sientes que tus pechos tienen nudos, un masaje suave puede ayudarte a suavizarlos. Empezar por la parte exterior del pecho e ir avanzando hacia el pezón con una suave presión suele liberar los conductos obstruidos y, a su vez, puede ayudar a eliminar el dolor y mejorar el flujo de leche. Se trata de una operación sencilla que marca una gran diferencia, sobre todo si se realiza con frecuencia a lo largo del día y mientras das el pecho o te extraes la leche.

5. Aliméntate bien y bebe mucha agua

Beber suficiente agua y alimentarse correctamente no son solo buenas recomendaciones, sino que son indispensables para la producción de leche. El cuerpo necesita mucho líquido para producir leche, por lo que mantenerse hidratado es fundamental. Piensa que es como regar una planta: sin agua suficiente, no crecerá. Los alimentos ricos en nutrientes forman los componentes básicos de la leche, por lo que una dieta balanceada ayuda a garantizar que tu bebé reciba todos los nutrientes que necesita, a la vez que mantienes altos tus niveles de energía.

En tu esfuerzo por aumentar la producción de leche, no olvides que debes cuidarte. Descansa lo suficiente, apóyate en las personas que te rodean y, si crees que lo necesitas, acude a un especialista en lactancia para que te ayude a hacer frente a la mastitis y sus consecuencias sobre la producción de leche.

Recupérate de la mastitis y aumenta tu producción de leche

La mastitis puede ser estresante, sobre todo si te preocupa que afecte tu producción de leche. Pero tranquila, no es más que un bache en el camino. Afortunadamente, existen métodos de eficacia comprobada que te ayudarán a recuperarte y a mantener un flujo de leche constante para tu bebé. La extracción poderosa puede darle un verdadero impulso, y usar una herramienta confiable como el sacaleches manos libres Momcozy Mobile Flow™ | M9 hace que esta tarea sea eficiente y cómoda. Además de utilizar este práctico sacaleches, tómate unos minutos para masajear suavemente los puntos dolorosos de tus pechos. Y recuerda: cuanto mejor te alimentes e hidrates para recuperarte, más ayudarás a tu cuerpo a producir leche. Con amor, paciencia y el apoyo adecuado, volverás a tener abundante leche en muy poco tiempo.

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