Es bastante común que una madre se pregunte por qué el bebé quiere quedarse agarrado toda la noche. Aunque esto sea agotador, la mayoría de los bebés actúan por instinto natural, en su afán por encontrar consuelo, seguridad y alimento. Conocer la razón de ese comportamiento suele ayudarte a solucionar mejor la situación y a explorar soluciones gentiles que funcionen para ti y tu bebé.
Sí, la frecuencia de las tomas durante la noche es común cuando los bebés son pequeños, tal vez porque necesitan tomar pecho durante la noche debido a varias razones:
Ahora que sabes que los bebés pueden querer quedarse agarrados por alguna razón, es esencial asegurarte de que esto solo sea una fase y no un problema de lactancia. Antes de realizar cualquier cambio, como intentar el destete nocturno o romper el hábito de dar pecho para dormir, te mostraremos las razones del por qué tu bebé quiere quedarse agarrado toda la noche:
Es normal que te preguntes sobre la lactancia nocturna a medida que tu bebé crece. Aquí te mostraremos un análisis que te ayudará a decidirte:
Si la lactancia materna nocturna constante te está dejando excesivamente agotada, puede que valga la pena considerar cambios para tu bienestar.
Para los recién nacidos, la lactancia frecuente es normal y permite el crecimiento. Sin embargo, a medida que los bebés crecen (alrededor de los 6 meses), a menudo pueden satisfacer sus necesidades nutricionales durante el día.
Si tu bebé no aumenta bien de peso o no está creciendo, consulta a tu pediatra para asegurarte de que las rutinas de lactancia son las adecuadas.
Los bebés más grandes suelen despertarse más por costumbre que por hambre. Si toman pecho por comodidad, a veces puedes experimentar con otras formas de calmarlos para ver qué les ayuda.
La alimentación en racimos por la noche es bastante común en las primeras semanas, pero en realidad está fomentando la producción de leche.
Las tomas nocturnas pueden ofrecer a tu bebé comodidad, seguridad y un estímulo emocional.
Si estás satisfecha con el status quo y cumples con tu plan de lactancia, no hay razón para dejarlo a menos que te sientas preparada.
Cuando decidas ir disminuyendo, hazlo gradualmente para no provocar una congestión o una disminución en la producción de leche.
Por último, confía en tu instinto y consulta a tu médico si no estás segura de qué es lo mejor para ti y tu bebé.
Si existe la sospecha de una causa subyacente, debes tratarla primero. De lo contrario, para identificar la razón, puede que tengas que modificar tu método. Sin embargo, si todo está bien y tanto tú como tu bebé están durmiendo bien, entonces no es necesario realizar modificaciones.
A algunas madres no les importa que su bebé se quede agarrado durante toda la noche, mientras que a otras les resulta un poco más difícil.
Estar agarrado toda la noche hará que te sientas abrumada por el constante contacto y desearás un poco de espacio personal para ti. Si tienes el sueño ligero, puede que no te resulte fácil conciliar el sueño con tu bebé. También puede ser doloroso o incómodo, y es posible que desees explorar formas de cambiar este hábito con cuidado.
Si ya no te funciona dar pecho al bebé para que duerma y estás lista para pasar de página, ¡no pasa nada! Aquí te mostraremos un método sencillo para ayudar a tu bebé en la transición:
Asegúrate de que tu bebé ya no esté tomando pecho activamente. Observa si toma pecho de forma agitada o si lo hace cómodamente, pero sin sonidos de deglución.
Desliza tu dedo por la comisura de sus labios para interrumpir el cierre. O presiona ligeramente sobre su barbilla para abrirlo.
Si tu bebé se pone de mal humor, cálmalo con otra táctica tranquilizadora, como, por ejemplo:
Si tu bebé se abruma, ofrece tu pecho nuevamente y trata de interrumpir el agarre después. Algunos bebés te permitirán intentarlo de nuevo durante la misma toma; sin embargo, otros tendrán que esperar a la siguiente toma.
Una vez que consigas interrumpir el agarre de tu bebé, puedes practicar poniéndolo en tus brazos para las siestas. Progresa poco a poco hasta acostarlos una vez que ya no estén agarrados y así facilitar la transición.
Si tu objetivo es dejar de dar de lactar para dormir completamente, comienza a sacar a tu bebé de tu pecho justo antes de que se duerma. Sustituye la lactancia materna por el método calmante que elijas. Este paso requiere tiempo y paciencia.
Esto es sólo un problema si no está funcionando para ti. Si estás lista para realizar más cambios, dale una oportunidad a este método. Para obtener más ayuda, consulta los talleres o recursos adaptados a la edad y etapa de sueño de tu bebé.
El destete nocturno es un proceso gradual en función de la edad y la preparación que exija tu bebé, pero aquí tienes unas indicaciones sencillas a seguir:
¿Cuándo se puede iniciar el destete nocturno?
Asegúrate de que tu bebé esté bien alimentado durante el día con tomas, leche de fórmula o sólidos.
Asegúrate de dar a tu bebé una toma completa antes de dormir para que el bebé pueda estar satisfecho por más tiempo.
Reduce la toma nocturna cada vez. Dale al bebé unos días para que se adapte antes de quitar otra. De igual forma, reduce poco a poco el tiempo de las tomas antes de dejarlo por completo.
Haz que otra persona se ocupe de los despertares nocturnos de tu bebé para ayudar a romper la asociación entre tú y la lactancia.
Los cambios toman tiempo. Mantén la rutina, pero responde a las necesidades de tu bebé.
El destete nocturno es una opción, y solo tú puedes determinar cuándo es el momento adecuado para ti y tu bebé. Sigue siendo amable y coherente con esto, y recuérdate a ti misma que es aceptable buscar la ayuda de profesionales de la salud si la necesitas.
Si ayudas a tu bebé a adquirir buenos hábitos de sueño, las noches serán más tranquilas para los dos. He aquí algunos consejos:
Una rutina es predecible y da a tu bebé una pista de que es hora de dormir. Algunas rutinas para irse a dormir son:
Un entorno de sueño cómodo y seguro favorece el descanso. Ten en cuenta:
Un suave ruido de fondo puede ayudar a tu bebé a conciliar el sueño y a permanecer dormido.
Mantén horarios regulares de siesta y sueño para regular el reloj interno de tu bebé.
Cuando tu bebé empiece a tranquilizarse, no te apresures a ayudarle a dormir de inmediato. Proporciónale un objeto que lo reconforte, como un chupón o una manta suave si es apropiado para su edad, para que aprenda a dormirse.
Presta atención a cualquier signo de que tu bebé pueda tener demasiado frío o demasiado calor. Además, con la etiqueta sensible a la temperatura del pijama para bebés Momcozy, podrás controlar los niveles de comodidad de tu bebé durante toda la noche sin interrumpir su sueño.
Con estas estrategias y herramientas, puedes ayudar a tu bebé a crear hábitos de sueño más saludables para que pase noches más tranquilas.
Muchos bebés pasan por una fase en la que permanecen agarrados al pecho toda la noche, normalmente debido a sus necesidades de desarrollo o a su deseo de proximidad. Una vez que comprendas las razones y te adaptes gradualmente, podrás ayudar a tu bebé a desarrollar buenos hábitos de sueño, manteniendo al mismo tiempo el vínculo afectivo. Recuerda que cada bebé es diferente, así que sé paciente y flexible para encontrar una solución que se adapte a tu familia. Con tiempo y constancia, las noches serán más tranquilas.
The information provided in this article is for general informational purposes only and does not constitute medical advice, diagnosis, or treatment. Always seek the advice of your physician or other qualified health provider regarding any medical condition. Momcozy is not responsible for any consequences arising from the use of this content.
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