La lactancia es una etapa increíble y desafiante, y como cualquier otra parte de la paternidad, puede estar llena de retos. No es raro que las madres lactantes experimenten molestias, hinchazón y, en raras ocasiones, bultos llenos de pus causados por un absceso mamario o una infección. El buen desarrollo de la lactancia y la salud en general dependen de que se conozcan los signos de los abscesos mamarios, de dónde proceden, cómo tratarlos y prevenirlos, y cómo reconocerlos cuando se producen.
En este artículo hablaremos sobre los signos y síntomas de un absceso mamario, sus orígenes, en qué se diferencia de la mastitis y cómo evitarla. También presentaremos herramientas útiles para que las madres regulen la producción de leche, alivien el dolor y eviten problemas como la obstrucción de los conductos y otros.
¿Es normal tener pus en los pechos?
Lamentablemente, NO. El pus en los pechos no suele producirse; al contrario, es un indicador de enfermedades como abscesos o mastitis graves. Las madres que encuentran pus en los pechos deben tener cuidado, ya que las infecciones empeorarían si no se tratan en el futuro. Hay muchos signos comunes asociados a los indicadores de pus, como enrojecimiento, hinchazón, fiebre y dolor. La mayoría de los pacientes tienen que acudir al médico si la afección es grave, sobre todo si hay pus de por medio. Por lo demás, los cuidados en casa también son válidos para los casos no complicados.
¿Qué es un absceso mamario?
Un absceso mamario es un bulto localizado de infección dentro del tejido mamario. A diferencia de otros bultos que pueden aparecer en el pecho, un absceso suele estar lleno de pus y es más doloroso. Suele manifestarse como un empeoramiento de la mastitis, que es un problema que surge cuando se obstruyen los conductos galactóforos o cuando los gérmenes invaden el cuerpo mientras el bebé está lactando.
Los abscesos mamarios suelen deberse a mastitis no tratadas o a mastitis que no reaccionan a la primera terapia. La infección provoca una acumulación de pus en la mama, que es bastante dolorosa. Aunque esta afección es más común entre las madres lactantes, también puede atacar a las que no dan pecho.
Síntomas y soluciones del absceso mamario
Es importante identificar las formas de un absceso mamario para poder acceder al tratamiento oportuno. Las formas comunes son:
●Tumor mamario doloroso
Este bulto firme o sensible aparece cuando el cuerpo aísla la infección y crea un grupo de pus dentro del tejido mamario. El bulto puede hincharse y doler más a medida que la infección persiste.
Solución: Coloca compresas calientes en la zona infectada durante 15-20 minutos varias veces al día para reducir el dolor y favorecer el drenaje. Acude inmediatamente a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados, que suelen incluir antibióticos y drenaje.
●Enrojecimiento y sensación de calor
La piel que cubre la zona infectada está claramente enrojecida, caliente al tacto y posiblemente brillante o tirante. Es un signo de inflamación, ya que el organismo reacciona a la infección.
Solución: No dudes en buscar atención médica, ya que se trata de indicadores definitivos de infección para la que se necesitan antibióticos recetados. Sigue colocando compresas calientes mientras dure el tratamiento para mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.
●Fiebre o escalofríos
El aumento de la temperatura corporal por encima de 38°C (100,4°F), generalmente con escalofríos y temblores, indica que la infección ha inducido una respuesta inflamatoria sistémica.
Solución: Toma antifebriles sin receta con paracetamol, hidrátate mucho y descansa. Son indicativos de tratamiento médico urgente, ya que la infección debe tratarse con antibióticos.
●Pus o secreción a través del pezón
Una secreción amarilla, verde o teñida de sangre puede gotear a través del pezón cuando el absceso está relacionado con un conducto galactóforo, lo que ilustra el intento del organismo de expulsar la infección.
Solución: Mantén la zona limpia con lavados suaves, no comprimas el absceso y consulta inmediatamente a un médico. Para drenar el tejido infectado suele ser necesario un drenaje especializado mediante punción o incisión.
●Fatiga y malestar general
Se desarrolla malestar general, debilidad y malas sensaciones a medida que el cuerpo desvía energía para combatir la infección.
Solución: Duerme bien, mantente bien hidratada y come buenos alimentos para mantener intacto tu sistema inmunitario mientras sigues el régimen de tratamiento con tu médico para la infección subyacente.
Por encima de todo, siempre es una buena opción consultar a tu médico y pedirle ayuda cuando notes que algo no va bien durante este periodo tan especial.
¿Cuáles son las causas de los abscesos mamarios?
Muchos factores contribuyen al desarrollo de un absceso mamario:
- Conductos galactóforos obstruidos: La acumulación de leche debido a la obstrucción de los conductos crea un entorno ideal para el crecimiento bacteriano.
- Infecciones bacterianas: Las bacterias, a menudo procedentes de la boca o la piel del bebé, pueden entrar a través de los pezones agrietados o los conductos lácteos.
- Mastitis sin tratar: Una mastitis prolongada o grave puede derivar en un absceso.
- Mal agarre o alimentación poco frecuente: Una extracción de leche ineficaz puede causar estasis de leche, lo que provoca infecciones.
- Sistema inmunitario débil: Las madres con problemas de inmunidad son más propensas a las infecciones.
Comprender estas causas puede ayudar a las madres a tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar un absceso.
Diferencias entre absceso mamario y mastitis
Aunque la mastitis y el absceso mamario tienen síntomas similares, son enfermedades distintas que requieren tratamientos diferentes.
| Afección |
Mastitis |
Absceso mamario |
| Causa |
Conductos obstruidos o infección leve |
Mastitis grave o no tratada que produce pus |
| Síntomas |
Enrojecimiento, calor, dolor, síntomas gripales |
Bulto doloroso, pus, fiebre, escalofríos |
| Tratamiento |
Antibióticos, compresa caliente, masaje |
Drenaje, antibióticos, posible cirugía |
Aunque la mayoría de los casos de mastitis pueden controlarse con el tratamiento adecuado, es fundamental buscar ayuda médica para tratar un absceso si el problema empeora o empieza a formarse pus.
¿Necesito acudir a un médico si tengo un absceso mamario?
Sí, es fundamental consultar a un médico si sospechas que tienes un absceso mamario. Mientras que una mastitis leve puede mejorar con remedios caseros como compresas calientes y masajes, un absceso requiere intervención médica.
Tratamientos comunes para el absceso mamario:
- Antibióticos: Para combatir la infección.
- Drenaje: Un médico puede realizar una aspiración con aguja o una cirugía menor para drenar el pus.
- Controla el dolor: Los analgésicos de venta libre pueden ayudar a aliviar las molestias.
No se recomienda tratar de drenar un absceso mamario en casa, ya que aumenta el riesgo de infección.
Cómo evitar la aparición de pus en los pechos durante la lactancia
La prevención siempre es mejor que el tratamiento. He aquí algunos consejos prácticos para prevenir las infecciones y los abscesos mamarios:
- Asegura un agarre adecuado: Un buen agarre asegura una eliminación eficaz de la leche, reduciendo el riesgo de obstrucción de los conductos.
- Da de lactar con frecuencia: La lactancia regular o la extracción de leche evitan la estasis de leche.
- Ten buena higiene: Mantén los pezones limpios y secos, y evita introducir bacterias en la zona.
- Usa un masajeador de lactancia: El masajeador de lactancia con calentamiento y vibración Momcozy es una excelente herramienta para prevenir la obstrucción de conductos y mejorar el flujo de leche.
- Mantente hidratada y bien alimentada: Un sistema inmunitario fuerte puede ayudar a combatir las infecciones.
- Trata los problemas a tiempo: No pospongas el tratamiento del dolor, las grietas o la sensibilidad del pezón; hacerlo puede provocar problemas más graves en el futuro.
Herramientas para tratar los síntomas del absceso mamario
Si tú o un ser querido sois madres lactantes y alguna vez habéis padecido ciertos síntomas, además del tratamiento adecuado, también necesitáis herramientas apropiadas que os ayuden a prevenir y controlar afecciones como la mastitis y los abscesos mamarios:
Herramientas médicas (Para un tratamiento profesional)
- Equipo de ultrasonidos: Las ondas sonoras de alta frecuencia crean imágenes nítidas del tejido mamario, lo que permite a los médicos confirmar la presencia de un absceso, determinar su tamaño y ubicación y guiar los procedimientos de drenaje.
- Jeringas y agujas: Las agujas estériles de las jeringas drenan el pus de los abscesos más pequeños con una invasión mínima y sin necesidad de incisión.
- Equipos de quirófano: Para abscesos más grandes o complejos, el equipo de drenaje de quirófano incluye escalpelos, fórceps, retractores y tijeras quirúrgicas para crear y mantener el acceso a la cavidad del absceso.
- Hisopos de cultivo y bandejas de recogida: Se utilizan para recoger muestras del material drenado y analizarlas en el laboratorio con el fin de identificar la bacteria causante de la infección, lo que permite seleccionar los antibióticos adecuados.
- Equipo intravenoso (IV): En casos de hospitalización de urgencia, las vías intravenosas inyectan antibióticos y líquidos directamente en el torrente sanguíneo para aliviar más rápidamente las infecciones graves.
- Dispositivos de diagnóstico por imágenes: Además del ultrasonido, el MRI o los mamógrafos se pueden usar en casos complejos para obtener imágenes claras de la anatomía del tejido mamario.
Herramientas para el cuidado en casa (Para uso del paciente)
- Las compresas calientes ayudan: Toallitas esterilizadas, toallas de mano y agua caliente para crear compresas calientes eficaces y así aumentar el confort, aliviar el dolor y estimular la circulación.
- Almohadillas eléctricas: Proporciona terapia de calor controlada a la zona afectada, ayudando a disminuir la angustia y potencialmente promoviendo la curación (con ajustes de temperatura apropiados).
- Sacaleches: Para las madres lactantes, facilitan el flujo de leche y evitan la obstrucción de los conductos durante la convalecencia, lo que puede reducir las complicaciones.
- Termómetros: Termómetros infrarrojos o electrónicos para medir la temperatura corporal en casa, que ayudan a seguir la existencia de fiebre y la respuesta al tratamiento.
- Artículos para cubrir heridas: Gasas estériles de venta libre, apósitos y esparadrapo médico para mantener limpios los puntos de drenaje según las instrucciones del médico.
- Analgésicos: Pastillas analgésicas sin receta como el paracetamol o el ibuprofeno (recomendadas por profesionales sanitarios) para reducir el dolor y bajar la fiebre.
- Sujetadores de soporte sin aros: Estos proporcionan soporte y comodidad a los pechos heridos, ya que cura.
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El cuidado de la lactancia materna es preventivo con un buen tratamiento y un equipo adecuado. Los masajeadores de lactancia multifuncionales con calentamiento, como el de Momcozy para uso doméstico, pueden inducir la bajada de leche, disipar los conductos obstruidos y calmar los tejidos doloridos. Existen modos de vibración que proporcionan alivio y comodidad a las madres lactantes. Añadir estos equipos al cuidado diario de los senos puede eliminar el dolor y reducir el riesgo de que las madres contraigan infecciones dolorosas durante la lactancia, como mastitis y abscesos, haciendo que la lactancia sea más agradable.
Conclusión
Aunque los abscesos mamarios son dolorosos y estresantes para las madres lactantes, estas infecciones pueden prevenirse y curarse con los conocimientos y dispositivos adecuados. Para que la lactancia siga siendo una experiencia positiva y enriquecedora, hay que entender mientras se padecen los síntomas qué está pasando en el cuerpo y cómo se pueden curar las causas, y después prevenir la infección mediante un tratamiento adecuado y herramientas útiles.
A pesar de las partes incómodas, el nacimiento de un bebé y el proceso de lactancia pueden ser extremadamente gratificantes: Creas una vida, le das un amor sin límites y, por tanto, formas un vínculo cada vez más fuerte con ella; al mismo tiempo, tú misma, como madre, experimentas un proceso totalmente distinto. Es igual de importante prestar atención a tu bebé que a ti, la madre. Dominar los conocimientos médicos te permitirá conocerte mejor y protegerte, así como disfrutar de esta experiencia única.