Cuidar a tu recién nacido es agotador, pero gratificante. Dicho esto, deberías tener energía suficiente para hacer tareas como la lactancia y más. Por lo tanto, debes comer muchos alimentos saludables.
Sin embargo, un problema común podría dificultarte las cosas. Las madres suelen experimentar una falta de apetito durante la lactancia. Aquí, te diremos sobre sus causas y te daremos consejos para prevenir este problema.
Estás perdiendo el apetito durante la lactancia debido a varias razones, incluyendo cambios hormonales, estrés y la lactancia misma. Encuentra las causas más comunes a continuación:
Durante el embarazo, las personas y tu cuerpo te dicen que comas más para cubrir tus necesidades y las de tu bebé. Cuando tu bebé conozca el mundo, puede que pienses que ya no tienes que hacer eso. Ahora, en lo que piensas es la pérdida de peso posparto — cómo recuperar tu peso antes del embarazo. Esto afecta tu apetito.
Tu cuerpo produce más estrógeno y progesterona durante el embarazo. Los niveles de estrógeno, en particular, no pueden ser más altos que cuando estás embarazada. Estas hormonas aumentan tu apetito. Sin embargo, después de dar a luz a tu bebé, los niveles de estrógeno y progesterona caen drásticamente. Lo mismo ocurre con su efecto. Así, no sentirás que necesitas comer mucho cuando ya estés en la etapa de lactancia materna.
Cuidar a un recién nacido puede ser estresante. Tienes que acostumbrarte a nuevas rutinas, es posible que pierdas horas de sueño y que sientas que todo está fuera de control. El estrés de todo esto puede hacer que comer no sea una prioridad, lo que lleva a una disminución del apetito durante la lactancia.
Como mencionamos arriba, cuidar a tu recién nacido puede hacer que pierdas horas de sueño. Tienes que alimentar a tu bebé o cambiar su pañal cada 2 a 3 horas, por lo que no puedes dormir bien.
El problema de deprivación del sueño incluso puede ocurrir antes de eso. Durante el tercer trimestre de embarazo, muchos factores pueden interrumpir tu sueño. La necesidad frecuente de orinar y la acidez son algunos ejemplos. Como efecto, esto puede hacer que priorices dormir en lugar de comer.
Si eres una madre primeriza, puede te sorprendería saber que la lactancia es mucho más compleja de lo que pensabas. Es probable que tengas muchas preguntas.
La cuestión es que nadie está exento de esta. Incluso si no es tu primer hijo, tendrás preguntas. Tal vez olvides algunas cosas o hayas tenido problemas que no tuviste antes.
Si a eso le añadimos la falta de sueño, el reto de resolver los problemas puede reducir el apetito.
El apetito posparto suele durar unas cuantas semanas después del parto. Es normal. Esto es especialmente cierto si estás tomando medicamentos después de una cesárea. Es importante que sepas cómo superar este reto para asegurarte de que tienes energía de sobra para completar tus tareas diarias como madre de un recién nacido. De lo contrario, estas semanas te debilitarán, y eso podría afectar a tu bebé.
Debes comer más de lo usual. Los expertos médicos recomiendan ingerir entre 330 a 400 kilocalorías más todos los días. Esto te dará energía para funcionar y favorecerá la producción de leche.
Sin embargo, no selecciones los alimentos que comes según su contenido calórico. También debes considerar su efecto global en tu salud. Además de las calorías, necesitas más de lo siguiente:
Dicho esto, los mejores alimentos para comer son la carne magra, los huevos y los lácteos. El pescado y el marisco también son buenas opciones, pero hay que elegir los que tienen bajos niveles de mercurio. Por supuesto, vegetales, frutas e integrales son buenas opciones.
Recuerda comer una buena variedad de alimentos saludables. Esto influirá en la calidad de tu leche y puede ayudar a que tu bebé se acostumbre a diferentes sabores. Más adelante, facilitará la introducción de alimentos sólidos en su vida.
Si no estás comiendo suficiente durante la lactancia, el valor nutricional de tu leche materna disminuirá. Además, también reducirá tu producción de leche, ya que no estás satisfaciendo las demandas para su producción. Dicho esto, puede afectar negativamente a tu bebé.
La buena noticia es que puedes tomar suplementos para obtener ciertas vitaminas y minerales. Aunque esto sea útil, no confíes únicamente en ello. Intenta comer más alimentos más sanos en la medida de lo posible.
Necesitas saber qué comer y cuándo comer. Asimismo, necesitas saber cómo cuidarte a ti misma. Estos son algunos consejos clave:
No es fácil comer bastante comida cuando no tienes apetito. Comer en menor porción es diferente. Dicho esto, en lugar de comer comidas pesadas, come menos con frecuencia.
Ten en cuenta que debes seleccionar alimentos que son ricos en nutrientes para compensar las raciones más pequeñas. Elige los que son ricos en proteínas, vitaminas esenciales, grasas saludables y fibra. Al hacer esto, podrás obtener los nutrientes que necesitas sin sobrecargar tu sistema digestivo.
La producción de leche aumenta muchísimo en los primeros meses de lactancia. Un estudio informa que la producción de leche aumenta a una media de 750 mL por día. Como resultado, tu cuerpo necesitará más agua de lo normal. Por lo tanto, aumentan los riesgos de deshidratación.
El problema con esto es que la deshidratación puede afectar no solo la producción de leche, sino también tu apetito. Puede que experimentes náuseas, calambres musculares o dolores de cabeza, lo que puede hacer que no te apetezca mucho comer.
Dicho todo esto, debes tomar bastante agua.
Como mencionamos en la sección sobre las causas, el estrés es una de las razones principales de tu pérdida de apetito durante la lactancia. Así que, la solución es tomar tiempo para relajarte y recargarte. Descansa cuando tengas la oportunidad, toma duchas calientes o haz yoga. Estas actividades pueden ayudar a corregir el reloj y los sistemas de tu cuerpo, lo que ayuda a estimular tu apetito.
Perder apetito durante la lactancia es normal, y no puedes prevenirlo completamente. Como hemos explicado, después del parto, el nivel de hormonas del embarazo disminuirá. No puedes hacer nada al respecto.
Por otro lado, se puede evitar el estrés. No pienses mucho en perder peso o volver al peso anterior al embarazo. Toma descansos y permítete descansar. Pídele a tu esposo, familiares o jóvenes que te ayuden con tus tareas diarias para que sean menos pesadas. Estas acciones mantendrán alejado el estrés, evitando que afecte tu apetito.
La pérdida de apetito durante la lactancia reduce tu producción de leche. Una forma de combatir esto es comiendo alimentos ricos en nutrientes. Tomar bastante agua también ayuda a recuperar tu apetito y aumentar tu producción de leche. Sin embargo, estas no son las únicas formas. Aquí te mostraremos otras cosas que puedes hacer para mantener tu producción de leche:
La mejor forma de mantener tu producción de leche es dando de lactar cuando tu bebé tenga hambre. Al vaciar tus pechos, le dices a tu cuerpo que necesita producir más. Por otro lado, si los dejas llenos durante largos periodos de tiempo, le estás diciendo a tu cuerpo que deje de producir leche. Esto resulta en una baja producción de leche e incluso problemas como la congestión mamaria.
Hay momentos en los que no podrás dar de lactar. Otras veces, puede que el bebé ya esté saciado o se duerma después de mamar de un pecho. En estos casos, puedes utilizar sacaleches para extraer la leche de tus pechos. Si la guardas bien, podrás utilizar la leche extraída en tomas posteriores. De este modo, te aseguras de que tu cuerpo siga produciendo leche sin desperdiciar la que ya tienes.
Si estás buscando un buen sacaleches, el sacaleches M9 Momcozy es una gran opción. Puedes crear horarios y establecer alertas. También ofrece una gran succión sin causar incomodidad.
Aquí te mostraremos más preguntas que tienen las mujeres que pierden apetito durante la lactancia:
Sí. No tener hambre está directamente ligado a perder el apetito. Además de lo que explicamos antes, también existe la tiroiditis postparto. Después del parto, tu tiroides puede volverse hipoactiva o hiperactiva. Tienen efectos diferentes, pero ambas pueden reducir el apetito.
No. De hecho, la lactancia aumenta tu apetito, por lo que hace que comas más. Sin embargo, los efectos de la disminución de las hormonas del embarazo y el estrés pueden dominar esta situación en algunas mujeres. Como resultado, en cambio, se pierde el apetito en las primeras semanas después del parto.
Sí, puede afectar a tu bebé indirectamente. La pérdida de apetito puede reducir tu producción de leche, por lo que puede que no estén tomando suficiente. Además, puede hacer que enfermes. Si eso ocurre, tus niveles de energía serán bajos y es posible que no puedas satisfacer sus necesidades.
Debes acudir al médico de inmediato si sospechas que tu pérdida de apetito es un signo de depresión posparto. Este podría ser el caso si el problema no desaparece o ha empeorado después de 2 semanas. Otros signos incluyen dificultades para realizar las tareas cotidianas o para cuidar de ti misma y de tu bebé.
Experimentar una falta de apetito durante la lactancia en las primeras semanas es un problema común para las madres. Pero puede convertirse en un problema mayor si no se trata, ya que puede afectar tu producción de leche o debilitarte.
La mejor manera de superar esta fase es comer menos, pero que sean alimentos nutritivos y densos, beber mucha agua y descansar siempre que puedas. Recuerda, si sientes que la situación empeora cada vez más, debes consultar a tu médico.
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