Ver a tu pequeño crecer y alcanzar nuevos hitos siempre es emocionante, especialmente cuando se trata de transicionar del biberón a una taza de entrenamiento. Si te preguntas cuándo tu bebé debe empezar a tomar leche de una taza de entrenamiento o cómo saber que es momento de deshacerse del biberón, no estás sola. Puede ser algo complicado reconocer cuál es el momento adecuado.
En este artículo, nos enfocaremos en cuándo los bebés suelen empezar a utilizar una taza sin tapa, por qué es importante hacer esta transición, y cómo hacer que sea lo más tranquila posible.
¿A qué edad pueden los bebés tomar leche de una taza de entrenamiento?
Los bebés suelen empezar a beber de una taza de entrenamiento alrededor de los 6 y 9 meses de edad. En este momento ya han desarrollado habilidades motrices que le permiten agarrar la taza y beber. Los padres suelen usar tazas de entrenamiento con asas durante esta etapa, ya que son más fáciles de sujetar para las pequeñas manos del bebé. Aunque los bebés pueden empezar a usar una taza de entrenamiento por esta época, es probable que al principio necesiten algo de ayuda para evitar los derrames y aprender a sorber.
La transición para beber leche de una taza de entrenamiento es gradual. A los 12 meses, la mayoría de los bebés pueden beber de una taza de entrenamiento por su cuenta, aunque es normal que aún hayan algunos derrames. Usar una taza de entrenamiento ayuda a los bebés a hacerse más independientes y comienzan a transicionar de la lactancia materna a la alimentación con biberón. Solo asegúrate de que la leche no se quede por mucho tiempo en la taza para prevenir las caries y otros problemas dentales.
¿Cuándo dejar de usar una taza de entrenamiento y empezar a beber de una taza normal?
Mientras que las tazas de entrenamiento sirven como una herramienta de transición, generalmente se recomienda empezar a introducir tazas normales al rededor de los 12 a 18 meses. La Academia Americana de Pediatría (AAP) sugiere que los niños dejen de usar tazas de entrenamiento al rededor de los 18 a 24 meses, ya que su uso prolongado puede dificultar el correcto desarrollo de la boca y contribuir a la aparición de problemas dentales, incluyendo las caries.
En este momento, los niños habrán desarrollado suficiente coordinación motora para beber de una taza sin tapa sin derramar tanto líquido. Transicionar de una taza de entrenamiento a una taza sin tapa ayuda a desarrollar las habilidades motrices finas y a fortalecer los músculos de la boca, lo que es crucial para el desarrollo del habla. También es un paso importante para ayudar a los bebés a ganar mayor coordinación e independencia.
Un consejo práctico para padres durante esta transición es usar el lavador y esterilizador de biberones Momcozy KleanPal Pro. Este versátil lavador de biberones es excelente para lavar las tazas de entrenamiento, biberones y otros utensilios para la mesa. El lavador KleanPal garantiza una limpieza profunda de las tazas y los biberones, lo que resulta esencial cuando se cambia a una taza sin tapa para mantener la higiene, ya que los niños pequeños tienden a ser más susceptibles a las bacterias y los gérmenes.
¿Cuál es la diferencia entre una taza de entrenamiento y un biberón?
Una taza de entrenamiento y un biberón tienen funciones similares, pero tienen diferentes diseños y propósitos:
Tazas de entrenamiento
- Las tazas de entrenamiento están diseñadas para bebés no tan pequeños, para que puedan transicionar de los biberones o de la lactancia materna a beber de una taza sin tapa. Suelen tener una boquilla o válvula que regula el flujo del líquido, evitando derrames mientras que los niños aprenden a beber.
- Estas tazas suelen tener asas, lo que facilita que los bebés puedan agarrarlas y sujetarlas con sus pequeñas manos.
- Las tazas de entrenamiento ayudan a los bebés a desarrollar habilidades para beber al alentarlos a sorber en lugar de succionar, que es una habilidad necesaria para desarrollar luego habilidades orales y motrices.
Biberones
- Los biberones están diseñados para bebés y suelen usarse para darles leche materna o de fórmula. Tienen una tetina (o chupón) que se asemeja al seno, permitiendo que los bebés succionen de manera similar a cuando toman del pecho.
- A diferencia de las tazas de entrenamiento, los biberones se usan principalmente para alimentar a bebés que aún no son capaces de beber de una taza.
- El uso prolongado del biberón, especialmente durante las siestas o a la hora de dormir, pueden contribuir a problemas dentales como caries, y debe dejar de usarse gradualmente a partir de los 12 meses, como recomiendan los pediatras.
Riesgos del uso prolongado de tazas de entrenamiento
Aunque las tazas de entrenamiento son una herramienta de transición útil, su uso prolongado puede llevar a varios riesgos potenciales:
- Si una taza de entrenamiento contiene bebidas azucaradas como leche o jugo, puede incrementar el riesgo de caries. El contacto prolongado entre los líquidos y los dientes del bebé, sobre todo cuando bebe de la taza a lo largo del día o durante la siesta, puede provocar caries. El diseño de muchas tazas de entrenamiento, especialmente esas con boquillas o válvulas, fomenta un movimiento de succión similar al del biberón, que no ayuda a promover un desarrollo oral adecuado y puede afectar a la posición de los dientes con el tiempo.
- El uso prolongado de las tazas de entrenamiento puede entorpecer la habilidad de los bebés para transicionar a patrones orales y de beber más maduros. El movimiento de succión que requieren las tazas de entrenamiento no enseña al niño a sorber correctamente de una taza normal, que es una habilidad crucial para el desarrollo del habla y la coordinación motora en general.
- Los bebés pueden llegar a depender de la taza de entrenamiento como consuelo o como "objeto de seguridad" en determinadas situaciones, como durante las siestas o a la hora de acostarse. Esto puede hacer que sea más difícil eliminar gradualmente la taza de entrenamiento más adelante, especialmente si el bebé todavía lo está usando más allá del rango de edad recomendado.
- Debido a que las tazas de entrenamiento a menudo son a prueba de derrames, los niños pueden terminar bebiendo más de lo que necesitan, ya que pueden sorber libremente sin causar derrames. Esto puede llevar a comer en exceso o beber demasiado, lo que puede contribuir a problemas como la obesidad o el consumo excesivo de azúcar.
¿Cómo introducir una taza sin tapa?
Introducir una taza sin tapa puede ser un pequeño reto, pero con el enfoque adecuado, los niños pequeños pueden pasar fácilmente de la taza de entrenamiento. Esta es la forma en que debes hacerlo:
- Comienza introduciendo una taza sin tapa al rededor de los 12 y 18 meses, permitiendo que tu bebé practique bebiendo pequeñas cantidades. No esperes que sea perfecto; los derrames son parte del proceso de aprendizaje.
- Opta por una taza sin tapa que esté diseñada para niños pequeños. Elige una que sea pequeña, ligera y que tenga una base robusta para ayudar a reducir los derrames. Las tazas con asas son a menudo más fáciles de agarrar para las manos pequeñas.
- Los bebés aprenden mejor por imitación. Convierte en un hábito beber de una taza sin tapa delante de tu hijo y anímalo a hacerlo por su cuenta. Un simple: “Mira, mamá está bebiendo de una taza. ¡Ahora inténtalo tú!”, puede ser motivador.
- Deja que tu hijo escoja su propia taza o elige una con su personaje o diseño favorito. El atractivo de una taza colorida o divertida puede hacer que el proceso de aprendizaje sea más ameno para los pequeñines.
- ¡Celebra los pequeños éxitos! Si tu hijo toma un sorbo sin derramar líquido, felicítalo. Evita frustrarte por los derrames —esta es una parte normal del aprendizaje.
- Si tu hijo está empezando la dentición, el proceso de aprender a usar una taza sin tapa a veces puede ser incómodo. Considera usar un juguete mordedor para bebés Momcozy para aliviar las encías adoloridas. Estos juguetes para la dentición son seguros y proporcionan alivio, lo que puede hacer que tu hijo se sienta más cómodo al probar cosas nuevas, incluyendo beber de una taza sin tapa. El material suave y masticable del juguete mordedor también puede ayudar a los bebés a fortalecer los músculos de la mandíbula y la boca, lo que es beneficioso para aprender a beber de una taza.
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Aspectos que no deben preocuparte al introducir una taza sin tapa
A medida que ayudas a tu pequeño a pasar de una taza de entrenamiento o un biberón a una taza sin tapa, hay algunas cosas de las que no debes preocuparte:
- Espera que haya derrames durante las primeras veces que el bebé use las tazas sin tapa. Es posible que tu hijo aún no tenga la coordinación para beber sin derramar líquido, y eso está completamente bien. El objetivo es la práctica, no la perfección, así que evita frustrarte o desanimarte.
- Cada niño se desarrolla a su propio ritmo, y algunos pueden tardar más que otros en tomar la decisión de beber de una taza sin tapa. No te preocupes si tu hijo no lo domina de inmediato. Dale muchas oportunidades para practicar y ten paciencia.
- Algunos niños pueden mostrarse reacios a dejar la taza de entrenamiento, especialmente si ha sido su fuente habitual de consuelo. Si tu hijo se resiste a beber de una taza sin tapa, intenta la transición de forma gradual. Puedes alternar el uso de una taza de entrenamiento y una taza sin tapa, aumentando progresivamente el uso de esta última a medida que tu hijo se sienta más cómodo.
- Aprender una nueva habilidad a menudo conlleva desorden. No te estreses por la leche o el agua derramada. Coloca un tapete o usa un babero y deja que tu hijo explore la posibilidad de beber de una taza sin tapa a su propio ritmo. Con el tiempo, lo dominará.
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de taza sin tapa es mejor para mi bebé?
Comienza con una taza que sea fácil de sostener, como una con asas. Elige una taza ligera y resistente a derrames, pero evita las tazas diseñadas específicamente para evitar derrames, ya que el bebé podría confundir los movimientos de succión y sorbo.
¿Puede mi bebé beber de una taza regular sin tapa de inmediato?
No, es normal que tu bebé necesite algo de práctica. Usa pequeñas cantidades de líquido para evitar derrames y dale tiempo para que desarrolle las habilidades necesarias.
¿Cuáles son los riesgos de seguir usando una taza de entrenamiento por mucho tiempo?
Su uso prolongado puede afectar a los dientes de tu hijo y contribuir a la aparición de caries, sobre todo si bebe líquidos azucarados en la taza. También puede retrasar el desarrollo de la capacidad de beber y de la motricidad oral.
¿Cómo puedo hacer que la transición a una taza sin tapa sea más fácil?
Deja que tu hijo escoja su taza para que sea emocionante. También puedes demostrar cómo bebes de una taza e involucrar a otro cuidador para que te ayude con la transición.
¿Está bien si mi bebé causa muchos derrames mientras aprende?
Sí, los derrames son parte del proceso de aprendizaje. Ten paciencia y usa un babero o un tapete para minimizar el desorden. Tu hijo mejorará con más práctica.
¿Cuánta leche debería beber mi pequeño de una taza sin tapa cada día?
Los niños pequeños entre 12 y 24 meses deben beber alrededor de 2 a 3 tazas de leche al día. Ajusta esta cantidad en función de las necesidades del bebé, pero evita llenar demasiado la taza para evitar derrames.
Conclusión
Conseguir que tu hijo beba de una taza normal puede parecer un gran paso, pero con un poco de paciencia, lo logrará. Las tazas de entrenamiento son excelentes para ayudarles con la transición de los biberones, pero saber cuándo hacer el cambio es clave. Al introducir tazas sin tapa en el momento adecuado y mantener la calma (sí, ¡los derrames ocurren!), tu pequeño estará sorbiendo como un profesional en poco tiempo. Cada niño es diferente, así que no te apresures y disfruta del proceso: ¡La independencia de tu hijo está a la vuelta de la esquina!