Encontrar grumos en la leche materna puede preocupar a madres primerizas o incluso a las que llevan tiempo amamantando y los ven por primera vez. Los grumos blancos pueden producirse por diferentes motivos, y en este artículo analizaremos algunas de las causas más comunes, las implicaciones para tu bebé y cómo tratarlos.
¿Es normal tener leche materna grumosa?
Puede ser normal que la leche materna presente grumos si el motivo es un "tapón de grasa" o la formación de una capa gruesa de lípidos (grasa) en la leche después de extraerla y dejarla reposar. La solución para integrar esta capa de grasa en la leche materna es mezclarla o agitarla suavemente antes de dársela al bebé. Si se trata solo de grasa, esta se mezclará bien con la leche en el recipiente. Si la leche se ha congelado o se ha guardado en el refrigerador, la capa de grasa puede separarse del resto con más facilidad, pero se mezclará con la leche cuando se caliente y se agite.
Normalmente, si se trata solo de grasa, se formará una capa uniforme en la parte superior de la leche extraída. Si la causa de la leche grumosa es otra, lo más probable es que haya más de un cúmulo de coagulación blanca.
¿Por qué mi leche materna tiene grumos?
Además de tratarse de una capa de grasa, hay muchas razones por las que la leche materna puede presentar grumos, hilos o trozos después de extraerla con un sacaleches o a mano. En otros casos, será necesario acudir a un profesional.
Algunos profesionales afirman que las mujeres que se sienten estresadas o presionadas para satisfacer todas las expectativas que los demás tienen de las madres primerizas son más propensas a tener problemas con su producción de leche.
A continuación, analizamos algunas de las razones por las que pueden aparecer grumos en la leche materna después de extraerla:
- Conductos galactóforos obstruidos - Las glándulas mamarias se dilatan en exceso, y la leche puede coagularse o aglutinarse.
- Mastitis - La inflamación de la mama a veces es consecuencia de una infección. Puede causar dolor, aglutinación de la leche por estasis y flujo teñido de sangre. También puede aumentar el riesgo de otras infecciones sistémicas.
- La mastitis subclínica (o mastitis subaguda) puede no presentar síntomas. La causa clínica más frecuente de leche materna grumosa es una bacteria coagulasa positiva, posiblemente una cepa de estafilococo, como Staphylococcus aureus.
¿Cómo puedo tratar las causas de la aparición de grumos en la leche materna?
Si la causa de la aparición de grumos blancos es una capa de grasa, remueve la leche para integrarla y dásela a tu bebé.
Los problemas inflamatorios de las mamas durante la lactancia suelen tratarse con frecuencia de forma ambulatoria. Si la madre no presenta signos de infección, como fiebre, escalofríos, dolor intenso u otros síntomas de enfermedad, puedes probar con medidas conservadoras durante 24 horas.
En el caso de taponamientos o conductos galactóforos obstruidos, estas medidas pueden incluir:
- Amamantar con frecuencia para vaciar el pecho afectado.
- Extracción de leche para ayudar a vaciar el pecho afectado.
- Tomar antipiréticos (medicamentos contra la fiebre) en caso de fiebre alta.
- Descanso físico - la inflamación y la infección pueden causar agotamiento.
- Compresas frías en las mamas - es posible que el tejido mamario infectado se sienta caliente.
- Beber abundantes líquidos.
Los médicos recomiendan el método BAIT (por sus siglas en inglés) para tratar la obstrucción de un conducto galactóforo. Las siglas BAIT significan:
- Breast rest (descanso de la lactancia) - dar el pecho solo cuando el bebé lo demande.
- Anti-inflammatories (antiinflamatorios) - tomar AINEs, si así lo recomienda el médico.
- Ice (hielo) - aplicar durante 10-20 minutos cada una o dos horas cuando no se esté durmiendo.
- Tylenol - para aliviar el dolor.
Sin embargo, si los síntomas persisten, es fundamental realizar un cultivo y una prueba de sensibilidad para identificar el organismo causante de las infecciones. En ocasiones, es necesario realizar una ecografía para diferenciar entre un conducto obstruido y una mastitis. El médico también podría recetarte antibióticos.
En caso de mastitis, se aplican las mismas medidas mencionadas anteriormente, pero además:
- Si tu médico te ha recetado antibióticos, tómalos según las indicaciones.
- Si no mejoras después de 24 horas de tratamiento, comunícaselo a tu médico. Es posible que tenga que recetarte otro. Las pruebas de sensibilidad pueden ayudarte a encontrar un antibiótico más adecuado.
La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar un cultivo de leche materna y una prueba de sensibilidad en caso de que la mastitis no mejore después de que la madre haya tomado un antibiótico durante 48 horas.
En caso de absceso:
El médico puede detectar posibles signos y síntomas de esta afección. Si el paciente tiene un absceso, es posible que el médico decida aspirarlo con una aguja o que requiera tratamiento quirúrgico. Los abscesos son dolorosos y también pueden contener sangre y líquido purulento. Puede ser necesario un drenaje continuo para eliminar la infección de la zona afectada.
¿Debo buscar atención médica si mi leche materna tiene grumos?
Si se trata de un problema de larga data o si sospechas que estás desarrollando una infección en un pecho o en ambos, debes acudir a tu asesor de lactancia para que te indique el tratamiento adecuado.
Los síntomas de infección pueden incluir:
- Sentirse enfermo o como si se tuviera gripe.
- Fiebre
- Hinchazón de la mama
- Cambios en el color de una zona de la mama o el pezón, enrojecimiento que se hace más extenso o presencia de rayas de color rojo en la mama.
- Presencia de una herida que parece supurar líquido amarillo o pus.
- Tu pezón cambia de forma o se ve distinto al otro.
La estasis de leche puede provocar la obstrucción de los conductos galactóforos e infecciones en la mama si no se trata inmediatamente. Ya sea que estés extrayendo leche materna y alimentando a tu bebé con biberón o amamantándolo de un pecho o de ambos, corres el riesgo de que se acumule leche en tus pechos si interrumpes este régimen.
Si vas a empezar a dejar de dar el pecho a tu bebé o tienes que interrumpirlo por cualquier motivo, consulta a tu médico o especialista en lactancia. Es entonces cuando el riesgo de estasis de leche es mayor.
¿Cómo puedo evitar la formación de grumos en la leche materna?
Los padres preocupados quieren saber cómo evitar la formación de grumos y cómo reducir el riesgo de que se produzca una infección mamaria. Algunas medidas de prevención son:
- Mantener las manos limpias y evitar que la piel de los pechos se reseque contribuye en gran medida a prevenir las infecciones.
- Asegúrate de que los pechos están vacíos después de las tomas. Si tu bebé no toma toda la leche materna, es posible que tengas que realizar una sesión de extracción después de la toma y guardar la leche extraída.
- Si notas una zona más dura en el tejido mamario, puede ser indicio de que los conductos galactóforos están obstruidos o taponados. Si se detecta poco después de la aparición de los bultos, la obstrucción de los conductos puede resolverse más rápidamente.
- Antes de amamantar, puedes masajearte los pechos, en especial las zonas obstruidas y, si el problema afecta a los pezones, hacerlos rodar entre los pulgares y los dedos.
- Aplicar una presión constante en la zona del conducto obstruido, lo más alejada posible de la areola y el pezón, mientras das el pecho al bebé también puede ayudar.
¿Puedo alimentar a mi bebé con mi leche materna grumosa?
Las madres cuya leche materna presenta grumos pueden preguntarse si es seguro darla a su bebé. En general, no hay ningún problema en hacerlo. Dar de lactar con frecuencia puede reducir la sensación de plenitud en el pecho afectado.
Continúa con tu rutina normal de lactancia a menos que te hayan diagnosticado una infección más grave, como la causada por estreptococos del grupo B. En este caso poco frecuente, deberás extraerte la leche durante los primeros días del tratamiento con antibióticos y desecharla.
Cuando la fiebre y la infección se hayan resuelto, podrás seguir dando el pecho. Tu pediatra también debe tratar esta infección estreptocócica en tu bebé, ya que es muy agresiva.
Una infección bacteriana menos agresiva u otra infección mamaria no deben impedirte dar el pecho. Los bebés pueden seguir alimentándose del pecho afectado de su madre.
¿Puedo seguir extrayéndome leche si tiene grumos blancos?
Sí, puedes seguir haciéndolo. La razón más común de la presencia de grumos blancos en la leche materna es la acumulación de grasa en la parte superior de la leche extraída con un sacaleches.
Esta capa de grasa blanca puede aparecer tras una sesión de extracción y se puede mezclar con la leche y ofrecerla al bebé inmediatamente. Si se congela, la grasa de la leche puede separarse y volver a mezclarse cuando se descongele.
El sacaleches de alto rendimiento Momcozy M9 puede extraer toda la leche de los pechos de la madre de forma eficaz y completa para evitar que se obstruyan los conductos galactóforos. Así, el bebé puede obtener todos los nutrientes del pecho de la madre, que se ha vaciado por completo, lo que evitará que la leche se atasque o se apelmace.
Preguntas frecuentes sobre la presencia de grumos en la leche materna
P: ¿Por qué mi leche tiene grumos si no está en mal estado?
La razón más habitual es que la grasa se separa del líquido lácteo durante el proceso de extracción. Para solucionarlo, basta con agitar suavemente la leche. Si observas diferentes colores en la leche materna almacenada, es más probable que esto haya ocurrido si ha estado almacenada en el congelador o en el refrigerador.
P: ¿Cómo puedo saber si mi leche materna está en mal estado?
Los tres factores más comunes para determinar si la leche materna se ha estropeado son:
- Olor - si huele rancio o agrio. La leche materna fresca suele tener un olor dulce o jabonoso.
- Aspecto - la leche materna suele ser de color blanco, amarillo claro, crema o blanco azulado.
Cuando se guarda en el refrigerador o el congelador, puede separarse en dos capas: una capa blanca y cremosa en la parte superior y una capa acuosa en la parte inferior. Cuando se calienta para su consumo, debe mezclarse bien. Si sigue separada, puede significar que está contaminada por bacterias o que se ha estropeado dentro de la bolsa de almacenamiento.
- Sabor - puedes probar un pequeño sorbo de la leche. Si está rancia o agria después de haber estado almacenada, no se puede utilizar.
Estos tres signos son los que mejor indican si la leche está en buen estado, si se puede utilizar o si está estropeada y hay que desecharla.
P: ¿Es normal que la leche materna parezca cortada?
Como se ha explicado en este artículo, hay muchas razones por las que la leche materna puede parecer cortada o grumosa. Lo más probable es que se trate de grumos de grasa si, al agitarla, estos se mezclan bien con el resto del líquido y desaparecen antes de dársela a los bebés. No debe utilizarse si no supera la prueba del olor, el aspecto y el sabor comentada en la pregunta anterior.
Conclusión
La aparición de trocitos blancos, hilos que cuelgan o grumos después de verter la leche extraída en sus contenedores puede ser motivo de preocupación para los padres primerizos. Las causas pueden ser muy diversas. Por lo general, no presenta riesgos y se debe a la separación de los lípidos o la grasa de la leche una vez extraída. Sin embargo, a veces puede indicar una infección subyacente y debe ser tratada por un profesional.
Los conductos galactóforos obstruidos o bloqueados pueden causar dolor a las madres primerizas y provocar complicaciones que requieran más atención, como mastitis subclínica, mastitis propiamente dicha y abscesos mamarios. Dependiendo de su gravedad, estas afecciones pueden requerir un tratamiento conservador o agresivo por parte de un médico.
