Si acabas de tener un bebé, seguro tienes muchas preguntas, como por ejemplo: "¿Cuánto tiempo puede estar sin comer un recién nacido?". Los recién nacidos tienen estómagos muy pequeños, por lo que necesitan alimentarse con frecuencia para favorecer su rápido crecimiento y desarrollo. Esto significa que deben alimentarse cada 2 o 3 horas, incluso por la noche. Aprender a interpretar las señales de hambre de tu bebé te ayudará a establecer una rutina de alimentación saludable. En esta guía, exploraremos los horarios de las tomas y te daremos consejos para asegurarte de que tu bebé reciba la nutrición que necesita.
¿Cada cuánto tiempo deben comer los recién nacidos?
Los recién nacidos suelen alimentarse cada dos o tres horas, lo que equivale a entre 8 y 12 veces al día. Sus pequeños estómagos necesitan llenarse con bastante frecuencia para soportar su rápido ritmo de crecimiento y desarrollo. Esta rutina de alimentación puede incluir tomas nocturnas. Presta atención a las señales de hambre que indican cuándo debes alimentar a tu bebé, como chuparse las manos, buscar el pecho o llorar. Cada bebé es diferente, por lo que algunos necesitarán comer con más o menos frecuencia, pero la mayoría de los recién nacidos necesitan hacerlo cada pocas horas durante las primeras semanas.
Factores que influyen en la frecuencia de las tomas
Hay varios factores que influyen en la frecuencia con la que se debe alimentar a un bebé. Estos son los factores clave que determinan la frecuencia de las tomas:
- Edad del bebé
Recién nacidos (0-2 meses): los recién nacidos se alimentan cada 2-3 horas, ya que su estómago es relativamente pequeño y crecen rápidamente. Esta es la etapa en la que los bebés necesitan alimentarse con mayor frecuencia.
Bebés (2-6 meses): a medida que crecen, los bebés pueden pasar de 3 a 4 horas entre comidas, pero los brotes de crecimiento alrededor de las 3 semanas, los 3 meses y los 6 meses pueden dar lugar a tomas más frecuentes.
Bebés mayores (6-12 meses): con la introducción de los alimentos sólidos, los bebés reducen su dependencia de la leche materna o de fórmula y las tomas son menos frecuentes, de 3 a 5 al día.
Niños pequeños (más de 12 meses): los niños pequeños pueden comer tres comidas al día y uno o dos tentempiés, y la leche o la fórmula pasan a ser una parte menor de su rutina.
- Tipo de alimentación
Lactancia materna: los bebés amamantados tienden a alimentarse con más frecuencia, ya que la leche materna se digiere rápidamente. Algunos también pueden pasar por lo que se conoce como alimentación en racimo, es decir, alimentarse con más frecuencia al final de la tarde o por la noche, especialmente durante los periodos de crecimiento acelerado. Los bebés que se duermen durante la sesión de lactancia pueden no recibir suficiente leche, lo que afecta la frecuencia de las tomas.
Alimentación con leche de fórmula: es posible que el bebé se alimente con menos frecuencia, normalmente cada 3 o 4 horas, ya que la leche de fórmula tarda más en digerirse.
- Brotes de crecimiento
Los bebés experimentan brotes de crecimiento aproximadamente a las tres semanas, los tres meses y los seis meses. Durante estos periodos, tienden a alimentarse con más frecuencia. Este aumento en la frecuencia de las tomas les permite mantener su rápido crecimiento y desarrollo.
- Alimentación en racimo
Algunos bebés, especialmente los que reciben lactancia materna, parecen tener más hambre y suelen alimentarse más "en racimos" en determinados momentos del día, a menudo a última hora de la tarde o a primera hora de la noche. Se trata de un comportamiento normal que puede estar relacionado con los denominados brotes de crecimiento.
- Indicadores de hambre
Los bebés muestran señales sutiles de hambre, como mover los ojos bajo los párpados, mover la boca y mostrarse inquietos. Las señales más intensas incluyen lloriqueos, chillidos o un aumento de la actividad física. Por tanto, es fundamental observar estas señales para alimentar a los bebés cuando lo necesiten, en lugar de dejarlos llorar cuando tienen hambre.
- Lactancia materna y consumo de leche
Si el bebé se duerme durante la toma, no habrá recibido suficiente leche. Esto influirá en la frecuencia de las tomas, ya que a veces el bebé tendrá que mamar con más frecuencia para compensar la leche perdida. Asegurarse de que el bebé esté despierto y succione bien ayudará a resolver este problema.
- Edad del bebé
La edad del bebé influye enormemente en la frecuencia de las tomas. Los recién nacidos se alimentan con más frecuencia, mientras que los bebés mayores tienden a espaciar las tomas porque pueden consumir grandes cantidades de leche de una sola vez y porque ya han empezado a comer alimentos sólidos.
- Condiciones de salud y problemas médicos
Los problemas de salud o las necesidades médicas pueden modificar los patrones de alimentación. Por ejemplo, un bebé prematuro necesitará alimentarse con más frecuencia para crecer, mientras que un bebé enfermo requerirá más tomas para sentirse reconfortado o menos si está letárgico.
- Patrones de sueño
Los patrones de sueño de los lactantes determinan sus horarios de alimentación. Los recién nacidos suelen alimentarse por la noche y tienden a disminuir el número de tomas nocturnas a medida que crecen y duermen durante más tiempo. Sin embargo, algunos bebés tienden a alimentarse más por la noche debido a sus patrones de crecimiento naturales.
- Apetito y crecimiento del bebé
Cuanto más individuales sean los patrones de hambre y crecimiento del bebé, más frecuentes podrán ser las tomas. Es posible que haya que alimentarlos con más frecuencia de la necesaria, sobre todo cuando comienzan a comer alimentos sólidos o cuando se vuelven más eficientes con la lactancia.
- Estilo de vida y preferencias de los padres
Los horarios y las preferencias de los padres también pueden afectar la rutina de lactancia, ya sea porque vuelven al trabajo o porque optan por la lactancia mixta. El hecho de que los padres sigan un horario de alimentación flexible o más estructurado también puede influir en la frecuencia con la que se alimenta al bebé.
¿Cómo sé cuándo debo darle más de comer a mi bebé?
Debes aumentar las tomas cuando tu bebé muestre signos de hambre, como buscar el pecho, chuparse los dedos o retorcerse. Si no parece satisfecho a la hora habitual, durante un brote de crecimiento o simplemente no aumenta de peso ni moja suficientes pañales, necesitará más comida. Si está más inquieto, llora con frecuencia y se despierta varias veces por la noche después de la hora de la toma, es posible que necesite comer más.
¿Por qué los bebés comen tan a menudo?
Los bebés comen tan a menudo porque sus estómagos son pequeños y solo pueden contener una pequeña cantidad de leche cada vez. Por lo tanto, necesitan alimentarse con frecuencia para obtener los nutrientes y la energía suficientes para su crecimiento y desarrollo. Por otro lado, se sabe que los bebés tienen un metabolismo rápido, por lo que sus cuerpos utilizan la leche muy rápidamente y esto les hace tener hambre con más frecuencia. La alimentación frecuente también ayuda a establecer una buena producción de leche.
¿Cuánto tiempo pueden pasar los bebés sin comer?
El tiempo que un bebé puede estar sin comer depende de su edad, de su estado y de si se le da el pecho o biberón. A continuación, se ofrecen algunas pautas generales:
- Recién nacidos (0-2 meses)
Los recién nacidos deben alimentarse al menos cada 2-3 horas, incluso por la noche. Tienen el estómago más pequeño y no pueden pasar mucho tiempo sin comer.
- De 2 a 6 meses
A medida que crecen, es posible que los bebés puedan pasar 3 o 4 horas sin comer durante el día. Sin embargo, las tomas nocturnas siguen siendo fundamentales. Algunos bebés empiezan a dormir más tiempo, lo que suele ocurrir entre los cuatro y los seis meses.
6 meses y más
- A partir de los 6 meses
A los seis meses, el bebé puede tolerar no comer entre cuatro y seis horas, especialmente si toma leche materna o de fórmula y alimentos sólidos. En algunos casos, los bebés pueden dormir toda la noche sin comer.
No obstante, tampoco es conveniente dejar que los bebés pasen hambre durante mucho tiempo, especialmente en la etapa inicial. Si te preocupa que tu bebé tenga patrones de alimentación extraños o parezca anormalmente letárgico, llama a tu pediatra.
¿Cuánto tiempo puede dormir un recién nacido sin comer?
Los recién nacidos no deben pasar más de cuatro o cinco horas sin comer, especialmente en las primeras semanas. A continuación, se incluye una guía de alimentación para recién nacidos:
Primeras 1-2 semanas:
Despierta a tu bebé cada 2-3 horas para alimentarlo, incluso si está durmiendo o si ha dormido más de 4 horas. Despertarlo le ayudará a recuperar el peso perdido después del nacimiento.
Después de las dos primeras semanas:
Si el bebé ha recuperado el peso que tenía al nacer, podrá dormir durante más tiempo por la noche. No obstante, asegúrate de que sigue creciendo y ganando peso adecuadamente, y de que moja al menos cuatro pañales y ensucia tres al día.
Lactancia materna vs. biberón:
Si le das el pecho, alimenta a tu bebé cada 2 o 3 horas. Si le das el biberón, tu bebé aguantará un poco más, en la mayoría de los casos entre 3 y 4 horas entre tomas.
Los recién nacidos no tienen ciclos de sueño y vigilia. Esta es una de las razones por las que suelen estar despiertos durante la noche. Para favorecer el sueño del bebé, procura exponerlo a luces brillantes y a actividades durante el día, y luego crea un ambiente oscuro y tranquilo por la noche para que pueda dormir más tiempo.
¿Debo despertar a mi bebé para que coma?
Sí, debes despertar a tu bebé para que coma si duerme más de cuatro o cinco horas, sobre todo durante las primeras semanas. Es importante que se alimente lo suficiente para recuperar el peso perdido tras el nacimiento y garantizar un crecimiento saludable.
Los bebés suelen recuperar su peso al nacer a las dos semanas de nacidos, por lo que puedes dejarlo dormir más tiempo por la noche si se alimenta bien durante el día, aumenta de peso según lo esperado y moja y ensucia suficientes pañales.
En el caso de los bebés que toman leche materna, se recomienda despertarlos cada dos o tres horas durante el día para alimentarlos y mantener la producción de leche. Los que toman biberón pueden pasar un poco más de tiempo entre comidas, normalmente de 3 a 4 horas.
¿Cuándo puedo dejar de despertar a mi bebé para alimentarlo por la noche?
La mayoría de los padres primerizos se preguntan en qué momento pueden dejar de despertar a sus bebés para alimentarlos por la noche. La cuestión es que cada bebé es único y la edad y el desarrollo sirven de guía para saber cuándo es apropiado dejar que el bebé duerma toda la noche sin comer. A continuación, encontrarás algunos hitos típicos que te servirán de guía.
Recién nacidos (0-2 meses): en las primeras semanas, necesitan comer cada 2-4 horas, incluso por la noche, ya que tienen el estómago pequeño y crecen muy rápido. A menudo será necesario despertarlos para alimentarlos y asegurarse de que aumentan de peso adecuadamente.
De 2 a 4 meses: alrededor de esta edad, la mayoría de los bebés pueden dormir casi toda la noche (4-6 horas). Algunos pueden seguir necesitando tomas nocturnas. Si tu bebé está ganando peso adecuadamente, notarás que duerme más horas sin despertarse para comer. Durante este periodo, es habitual que se elimine una o más tomas nocturnas.
De 4 a 6 meses: esto suele ocurrir entre los 4 y los 6 meses de edad, cuando los bebés han crecido lo suficiente como para dormir toda la noche sin necesidad de alimentarse. Si tu bebé está relativamente sano, aumenta de peso adecuadamente y ha duplicado su peso al nacer, puedes empezar a dejarlo dormir durante largos periodos de tiempo y es posible que ya no sea necesario despertarlo para alimentarlo por la noche.
A partir de los 6 meses: por lo general, a esta edad la mayoría de los bebés pueden pasar de ocho a doce horas sin comer. En esta etapa, la mayoría de los bebés ya consumen alimentos sólidos y obtienen todas las calorías necesarias durante el día, por lo que no es necesario despertarlos por la noche para alimentarlos.
Es importante tener en cuenta que cada bebé es único. Algunos empezarán a dormir toda la noche antes que otros y a algunos les llevará más tiempo.
Consejos a la hora de despertar a un bebé para alimentarlo
Despertar a un bebé que está durmiendo para alimentarlo puede resultar complicado, pero se puede hacer con delicadeza y sin molestar al bebé. A continuación, te mostramos algunas formas delicadas de despertar a tu bebé para alimentarlo:
- Contacto piel con piel: acércalo a tu pecho para estimular su despertar a través del calor y la cercanía.
- Háblale y cántale: acércate a tu bebé cantando o tarareando suavemente una canción de cuna. También puedes hablarle con voz suave.
- Masajes: masajea suavemente el pecho, los hombros, los brazos, las piernas y la espalda de tu bebé para ayudarlo a despertarse de forma gradual.
- Cambia su posición: intenta colocar a tu bebé en una posición diferente, por ejemplo, pasar de la posición de cuna a la de balón de fútbol o levántalo suavemente con un movimiento de "sentado" para que se despierte.
- Ajusta la iluminación: atenúa las luces para que tu bebé se sienta cómodo al abrir los ojos sin sentirse abrumado.
- Paño frío: coloca un paño frío, pero no helado, en la frente, el estómago o la espalda de tu bebé para ayudarlo a despertarse.
- Tiempo boca abajo: coloca a tu bebé boca abajo sobre una superficie firme para fomentar la exploración y facilitar que se despierte.
El uso de estas técnicas puede hacer que el proceso de despertar a tu bebé para alimentarlo sea más cómodo y tranquilo para ambos.
Herramientas y consejos para la alimentación del recién nacido
Tal vez una de las experiencias más emocionantes y desafiantes para los nuevos padres es la alimentación del recién nacido. Ya sea que elijan la lactancia materna o darle el biberón, hay un par de artículos imprescindibles que pueden facilitarles la tarea. A continuación, te presentamos algunas herramientas y consejos clave para la alimentación del recién nacido:
- Calentador de biberones
Para los padres que alimentan a sus bebés con biberón, un calentador de biberones resulta muy útil. Asegura que la leche o la fórmula se calienten a la temperatura adecuada, evitando así que se cocinen en exceso o se calienten de forma desigual, lo que podría quemar nutrientes esenciales. El calentador de biberones Momcozy utiliza una avanzada tecnología de sensores inteligentes para que el biberón de tu bebé alcance la temperatura ideal sin sobrecalentarse ni alterar las cualidades nutricionales de la leche.
- Almohada de lactancia
Este tipo de almohada proporciona un apoyo crucial tanto para la madre como para el bebé. Una buena almohada de lactancia, como la almohada de lactancia de Momcozy, puede hacer que la hora de la toma sea mucho más cómoda. Esta almohada te ayuda a ti y a tu bebé a estar cómodos mientras das el pecho o el biberón. Alivia la tensión de brazos, cuello y espalda, y garantiza que el bebé esté en una posición ergonómica mientras come, lo que resulta especialmente útil para las nuevas madres mientras se adaptan a las frecuentes tomas.
- Lavador de biberones
La limpieza a fondo de los biberones es esencial para evitar la acumulación de bacterias y residuos de leche. Lavarlos después de cada toma es fundamental para mantener la higiene, y el lavador de biberones Momcozy lo hace más fácil. Se trata de dispositivo automático para lavar, secar y desinfectar biberones, piezas de sacaleches y vajilla para bebés.
- Máquina de ruido blanco
Tener una máquina de ruido blanco puede resultar de gran ayuda a la hora de alimentar a un recién nacido. La máquina de ruido blanco para bebés de Momcozy es el accesorio perfecto para las sesiones de alimentación del recién nacido, ya que combina 34 tipos de ruido blanco de alta fidelidad con una lámpara LED con siete relajantes colores. Gracias a su sencilla configuración a través del teléfono móvil o mediante el panel táctil, es posible crear un ambiente apacible que garantizará una toma tranquila y noches de descanso para el bebé y sus padres.
App Control Remoto
Rutina Dormir-Despertar
Luz LED 7 Colores
34 Sonidos
- Artículos para la lactancia (si estás amamantando)
Si estás amamantando, aquí tienes algunos artículos que te serán de utilidad:
- Discos absorbentes: ayudan a evitar las fugas entre tomas.
- Crema para pezones: suaviza y previene el dolor en los pezones.
- Sacaleches: para extraer leche y almacenarla para usarla más tarde.
- Cubierta o chal de lactancia para mayor discreción al amamantar en público.
- Registro del horario de alimentación del bebé
Lleva un control de la frecuencia y la cantidad de comida que ingiere tu bebé, tanto si le das el biberón como si le das el pecho. Para ello, puedes utilizar alguna aplicación práctica para llevar un control de las tomas o simplemente apuntarlo en un papel.
- Biberones de alta calidad
Si tu bebé toma biberón, los de alta calidad, diseñados para minimizar la entrada de aire, pueden ayudar a reducir el riesgo de gases y molestias durante la toma. Busca biberones con sistema anticólicos.
- Chupones (opcional)
A algunos bebés les reconforta succionar algo, incluso después de haber comido. Darle un chupón a tu bebé le ayudará a calmarse en los momentos en que esté inquieto.
Consejos básicos sobre la alimentación de los recién nacidos:
- Lactancia a demanda: los recién nacidos tienen estómagos pequeños y necesitan alimentarse con frecuencia, a veces cada dos o tres horas. La lactancia a demanda garantiza que tu bebé reciba los nutrientes que necesita.
- Crea un ambiente tranquilo: los bebés se distraen y se agitan con facilidad. Proporcionar un ambiente tranquilo puede hacer que la sesión de lactancia sea pacífica, por lo que, si es necesario, puedes recurrir al ruido blanco o atenuar las luces.
- Presta atención a las señales de hambre: observa si se lleva las manos a la boca, si busca el pecho o si hace chasquidos con los labios, ya que son señales de que tu bebé tiene hambre.
- Ten paciencia con los eructos: haz eructar al bebé delicadamente después de cada toma, por si ha tragado aire mientras comía. Hacer eructar al bebé evitará que sufra molestias y gases.
- Mantente hidratada y come bien: es especialmente importante si estás dando el pecho. Ten a mano agua y tentempiés cuando amamantes a tu bebé.
Conclusión
La alimentación es muy importante para el crecimiento y desarrollo de los recién nacidos. Sigue una rutina basada en las señales de tu bebé y ayúdate de utensilios como un calentador de biberones, una almohada de lactancia y una máquina de ruido blanco para facilitar la toma. No te ciñas demasiado al horario; es mejor consultar al pediatra cuando sea necesario. Con paciencia y el apoyo adecuado, crearás un entorno enriquecedor tanto para ti como para tu bebé.