¿Cómo influye el calor en la lactancia?

How Does Hot Weather Influence Breastfeeding?

El calor puede afectar tanto a ti como a tu bebé durante la lactancia. Muchas madres notan cambios en sus rutinas de lactancia durante el verano y tienen dudas sobre cómo mantener la comodidad de sus bebés. Por ello, esta guía te proporcionará consejos prácticos sobre la lactancia en climas cálidos, desde mantener la producción de leche hasta los retos habituales de la lactancia en verano.

Consejos para dar de lactar en climas cálidos

El calor del verano supone un reto adicional para las madres que dan de lactar. Esto se debe a que tu cuerpo trabaja más para mantenerse fresco mientras produce leche, y tu bebé puede alimentarse de forma diferente cuando hace calor. Por ello, te mostraremos formas prácticas para hacer que la lactancia sea más cómoda para ambos.

1. Gestiona tu producción de leche

Tu leche materna se adapta de forma natural para satisfacer las necesidades de tu bebé cuando hace calor. Es probable que des de lactar a tu bebé con mayor frecuencia, lo cual es normal y los ayuda a mantenerse hidratados. No es necesario que tu bebé tome más agua u otros líquidos. Solo tienes que seguir sus señales de lactancia y darle pecho cuando lo pida.

A mother is breastfeeding her baby while sitting on a bed

2. Mantente fresca y cómoda

Coloca botellas de agua por toda tu casa y toma en cada sesión de lactancia. Aspira a tomar alrededor de tres litros de agua al día en climas cálidos. Asimismo, usa ropa holgada y transpirable, y crea un espacio cómodo dar de lactar que esté lejos de la luz solar directa. De igual forma, colocar una muselina entre tú y tu bebé puede evitar el exceso de sudor. Para mayor comodidad, prueba enfriar la muselina en el refrigerador antes de usarla.

3. Vigila la salud de tu bebé

Observa si moja al menos cinco pañales en 24 horas, ya que esto mostrará que tu bebé está tomando suficiente leche. Los bebés que toman el pecho suelen tener heces blandas y líquidas. Por lo que, si ves orina negra o heces duras, aumenta la frecuencia con la que das de lactar. En las salidas prolongadas de verano, planifica pausas regulares para comer al menos cada dos horas.

4. Prueba diferentes posiciones

La posición de cuna tradicional puede resultar demasiado calurosa cuando hace calor. Por ello, prueba la posición del balón de fútbol americano, en la que el cuerpo de tu bebé queda detrás de ti, esto creará menos contacto con la piel y ayudará a que ambos estén más frescos.

5. Usa productos útiles

El ventilador de mano recargable por USB Momcozy ofrece un alivio portátil durante las sesiones de lactancia, puesto que cuenta con velocidades ajustables y un funcionamiento silencioso perfecto para mantener cómodos tanto a la mamá como al bebé.

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El enfriador de leche portátil Momcozy mantiene la leche extraída a una temperatura adecuada durante 24 horas, por lo que es ideal para actividades al aire libre y viajes cuando hace calor.

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Consejos para cuidar a tu bebé en climas cálidos

Aunque gestionar la lactancia en climas cálidos sea importante, proteger a tu bebé de los riesgos relacionados con el calor requiere una atención adicional. Las altas temperaturas suponen retos únicos para los bebés, que dependen por completo de sus cuidadores para mantenerlos seguros y cómodos.

A woman with red hair is holding a baby outdoors

1. Crea un ambiente seguro para dormir

Mantén bien ventilado el lugar donde duerme tu bebé y a una temperatura agradable de entre 24-26°C (75-79°F). Retira la ropa de la cama y el relleno de la cuna, y viste a tu bebé solo con un pañal para dormir si hace mucho calor. También puedes usar sábanas de algodón para absorber la humedad y evitar los sarpullidos por calor.

2. Controla la temperatura del interior

Controla la temperatura de tu casa durante el día cerrando las cortinas en las horas en las que hace más sol. Si usas el aire acondicionado, mantén una temperatura estable en lugar de hacerla demasiado fría. En caso de las casas que no tienen aire acondicionado, coloca toallas húmedas cerca de las ventanas o usa un ventilador para hacer circular el aire, pero nunca lo apuntes directamente hacia el bebé.

3. Planifica actividades al aire libre

Programa cualquier momento al aire libre durante las horas más frescas, normalmente a primera hora de la mañana o al atardecer. Cuando estés afuera, mantén a tu bebé bajo la sombra y vístelo con colores vivos, ropa holgada y un sombrero. Para los viajes en carro, planifica descansos regulares y nunca dejes a tu bebé solo en un carro estacionado, ni siquiera durante un minuto.

4. Reconoce los signos de estrés por calor

Presta atención a los signos de que tu bebé tiene demasiado calor: más inquietud, pelo húmedo, piel caliente, respiración más rápida o menos pañales mojados de lo habitual. Asimismo, el punto blando de la parte superior de la cabeza de tu bebé puede parecer más bajo de lo normal. Si observas estos signos, ve a una zona más fresca y contáctate con tu médico si los síntomas persisten.

5. Mantén una hidratación adecuada

Para los bebés que toman el pecho, ofréceles el pecho con mayor frecuencia durante los climas cálidos, ya que tu leche proporciona toda la hidratación que necesitan. De igual forma, los bebés que toman leche de fórmula también pueden necesitar tomas adicionales. Para los bebés más grandes que ya han comenzado a comer sólidos, puedes ofrecerles pequeños sorbos de agua entre tomas.

¿La temperatura afecta la producción de leche materna?

Sí, las altas temperaturas pueden afectar su producción de diversas formas. Tu cuerpo trabaja más para mantenerse fresco en climas cálidos, lo que podría impactar temporalmente tu producción de leche. Sin embargo, estos efectos suelen ser leves y manejables con los cuidados adecuados.

1. El contenido de agua puede disminuir

Cuando las temperaturas suben, el cuerpo pierde más agua a través del sudor. Este aumento de pérdida de líquidos puede afectar el contenido de agua en tu leche materna si no tomas suficientes líquidos. Por ello, durante climas cálidos, tu cuerpo necesita más agua para mantener tanto la producción de leche como las funciones corporales normales.

2. La composición de la leche cambia de forma natural

Tu cuerpo adapta de forma inteligente la leche materna al clima cálido y la leche se vuelve más aguada para proporcionar una mayor hidratación para tu bebé. Esta es la respuesta natural de tu cuerpo para ayudar a que tu bebé soporte el calor, sin dejar de proporcionarle los nutrientes esenciales.

3. El uso de energía afecta la producción

El calor hace que tu cuerpo trabaje más para mantener la temperatura. Este uso de energía adicional puede afectar temporalmente la producción de leche, ya que tu cuerpo equilibra sus recursos entre el enfriamiento y la producción de leche. Asimismo, las comidas regulares y nutritivas son aún más importantes durante los días calurosos.

4. La producción puede variar temporalmente

Algunas madres notan ligeros cambios en su producción de leche cuando hace mucho calor, pero esto suele resolverse una vez que te adaptas a la temperatura y mantienes una buena hidratación. Si notas alguna disminución, aumentar la frecuencia de las tomas puede ayudarte a mantener tu producción.

5. Los cambios en el flujo sanguíneo afectan la producción

El calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten cuando el cuerpo intenta enfriarse. Este cambio en los patrones del flujo sanguíneo podría afectar temporalmente la producción de leche. Por esta razón, permanecer en ambientes más frescos y usar ropa transpirable puede ayudar a mantener el flujo sanguíneo normal al tejido mamario.

A woman and a child are embracing on a sandy beach

¿El calor causa mastitis?

El calor no causa directamente mastitis, pero las condiciones estivales pueden aumentar el riesgo de sufrir esta dolorosa infección mamaria. En climas cálidos, varios factores contribuyen a aumentar las posibilidades de desarrollar mastitis, aunque con cuidados adecuados puedes prevenirla.

1. El sudor crea condiciones favorables

El aumento de la sudoración cuando hace calor puede crear condiciones de calor y humedad bajo los pechos y alrededor de los pezones. Este ambiente se vuelve ideal para el crecimiento de bacterias, especialmente si estás usando sujetadores apretados o sintéticos. Los sujetadores de lactancia de algodón y los cambios constantes ayudan a mantener seca la zona del pecho.

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2. Retrasar la lactancia aumenta el riesgo

El calor puede interrumpir los horarios regulares de lactancia, especialmente durante actividades al aire libre o viajes. Cuando la leche se queda en tus pechos durante demasiado tiempo, puede provocar congestión y obstruir los conductos, que suelen ser precursores de la mastitis. Por ello, mantén una lactancia u horarios de extracción regulares, incluso en climas cálidos.

3. La deshidratación afecta el flujo de leche

La ingesta limitada de agua cuando hace calor puede espesar la leche y aumentar las probabilidades de que se obstruyan los conductos galactóforos. Cuando la leche no fluye libremente, las bacterias tienen más oportunidades de crecer. Por esta razón, el consumo de agua regular mantiene el flujo de la leche a través de los conductos.

4. El sarpullido por calor puede causar problemas

El calor y la humedad pueden provocar sarpullidos debajo de los pechos o alrededor de los pezones. La irritación o las grietas en la piel facilitan la entrada de bacterias, lo que aumenta el riesgo de infección. Unas zonas mamarias limpias, secas y bien ventiladas reducen estos problemas.

5. Una mala circulación del aire también influye

La ropa ajustada o las almohadillas pesadas que se usan cuando hace calor reducen la circulación del aire alrededor de tus pechos. De esta forma, el calor y la humedad atrapados crean condiciones propicias para la proliferación de bacterias. Por ello, elige materiales ligeros y transpirables, y cambia las almohadillas absorbentes con regularidad.

Preguntas frecuentes sobre la lactancia en climas cálidos

¿Por qué mi bebé no quiere tomar leche cuando hace calor?

Los bebés suelen tomar pecho de forma diferente cuando hace calor, al igual que los adultos comen menos cuando hace calor. Es posible que tu bebé haga tomas más cortas y frecuentes, en lugar de sesiones de lactancia largas porque el hecho de tenerlos en brazos les resulta demasiado cálido. También es posible que parezcan menos interesados en tomar el pecho durante el día, pero que lo hagan más por la noche, cuando hace menos calor. Este comportamiento es normal, solo tienes que seguir las señales de tu bebé y ofrecerle tomas con regularidad.

¿La leche materna cambia en el verano?

Sí, tu leche materna adapta su composición de forma natural en climas cálidos. Se vuelve más acuosa para proporcionar una hidratación adicional a tu bebé, mientras mantiene los nutrientes necesarios. Por ello, el contenido de grasa puede disminuir ligeramente y el de agua aumentar. Tu cuerpo hace estas adaptaciones inteligentes automáticamente para ayudar a que tu bebé se mantenga bien hidratado cuando hace calor.

¿Puedo dar de lactar si tengo fiebre?

Sí, sí puedes y debes continuar dando de lactar incluso si tienes fiebre. Tu cuerpo produce anticuerpos para combatir tu enfermedad, y estos anticuerpos protectores pasan a tu bebé a través de la leche materna, ayudándolo a protegerse de la misma enfermedad. Sin embargo, asegúrate de tomar bastantes líquidos, descansar cuando puedas y contactarte con tu médico si la fiebre es alta o persistente.

¿Los bebés orinan menos cuando hace calor?

Sí, es posible que los bebés mojen menos pañales cuando hace calor, ya que su cuerpo conserva más agua para mantenerse hidratado. Sin embargo, todavía deben mojar al menos 5-6 pañales en 24 horas. Si notas que moja muchos menos pañales, que su orina es inusualmente oscura o que tu bebé parece letárgico, ofrécele tomas más frecuentes y ponte en contacto con tu médico, ya que podrían ser signos de deshidratación.

¡Mantén tu lactancia segura en los climas cálidos!

El calor puede hacer que la lactancia sea más complicada, pero simples pasos pueden ayudar a ti y a tu bebé a mantenerse saludables. Mantente hidratada, busca lugares frescos para dar de lactar y presta atención a las señales de lactancia de tu bebé. Confía en tu cuerpo, él sabe cómo adaptar la leche al calor. Cuando tengas dudas sobre algún cambio de tu leche materna o la salud de tu bebé, contáctate con tu médico.

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