Conseguir que tu bebé utilice una taza de entrenamiento puede resultar complicado. Como muchos padres, quizá te preguntes cuándo empezar y cómo hacer para que funcione. La buena noticia es que la mayoría de los bebés están preparados entre los 6 y los 9 meses, y la transición del biberón a la taza de entrenamiento no tiene por qué ser difícil. Responderemos a todas tus preguntas sobre el momento oportuno, la selección de la taza y consejos para que alcanzar este hito sea más fácil tanto para ti como para tu bebé.

¿Qué es una taza de entrenamiento?

La taza de entrenamiento es un recipiente a prueba de derrames diseñado especialmente para bebés y niños pequeños. Tiene una tapa a presión o de rosca con una boquilla para regular el flujo de líquido, lo que resulta cómodo para que las pequeñas manos del niño beban sin derramarlo. Las tazas de entrenamiento son el primer paso para pasar del biberón a las tazas normales y ayudar a los bebés a ser más independientes a la hora de beber.

Ventajas de las tazas de entrenamiento:

• Evitan los derrames y que se ensucien al beber
• Ayudan a los bebés a aprender a controlar el flujo de líquido
• Son portátiles y cómodas de usar en cualquier lugar
• Favorecen la transición del biberón al vaso
• Disponibles en varios materiales y diseños

Desventajas de las tazas de entrenamiento:

• Pueden retrasar la capacidad de beber en un vaso sin tapa si se usan demasiado tiempo
• Algunos modelos pueden afectar el desarrollo de los dientes
• Las boquillas duras pueden afectar la posición correcta de la lengua
• Pueden ser difíciles de limpiar a fondo
• Pueden convertirse en un objeto de apego para algunos niños

Diferencias entre los recipientes para beber:

¿A partir de cuándo tu bebé debe empezar a utilizar una taza de entrenamiento?

¿Te preguntas en qué momento debes enseñar a tu bebé a usar la taza de entrenamiento? La mayoría de los bebés están listos para probar una taza de entrenamiento entre los 6 y los 9 meses de edad. Esta es la edad en la que suelen desarrollar la coordinación necesaria para sujetar objetos y llevárselos a la boca. Pero recuerda que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, así que presta atención a las señales de tu hijo en lugar de basarte únicamente en la edad.

Los mejores momentos para introducir una taza de entrenamiento

4-6 meses:

Entre los 4 y los 6 meses es la edad más temprana recomendada para introducir una taza de entrenamiento. En esta etapa, los bebés por lo general:

• Empiezan a comer alimentos sólidos
• Desarrollan una mejor coordinación mano-ojo
• Muestran interés por lo que beben los demás
• Empiezan a sentarse por sí solos

6-9 meses:

Este es el momento ideal para la mayoría de los bebés. Durante este periodo, por lo general:

• Son más hábiles para agarrar objetos
• Muestran más curiosidad por las tazas y la bebida
• Controlan mejor la deglución
• Están preparados para ser más independientes a la hora de comer

12 meses:

Si tu bebé aún no ha empezado a usar la taza de entrenamiento, este es un buen momento para hacerlo. Hacia su primer cumpleaños:

• La Academia Americana de Pediatría recomienda empezar a dejar el biberón
• Los bebés pueden tomar leche entera (sustituyendo la leche de fórmula o complementando la lactancia materna)
• Su motricidad fina está más desarrollada para sujetar vasos

Señales de desarrollo que indican que tu bebé está preparado (independientemente de su edad):

• Muestra interés en tus tazas y en lo que bebes
• Puede sentarse bien sin apoyo
• Intenta agarrar la taza o el biberón durante la toma
• Puede llevarse juguetes u otros objetos a la boca sin problemas
• Ha empezado a comer alimentos sólidos

Las tazas de entrenamiento son herramientas de transición que ayudan al bebé a pasar del biberón a las tazas o vasos normales. Algunas familias optan por utilizar vasos con sorbete o tazas pequeñas y sin tapa desde el principio. El momento adecuado depende del desarrollo individual de tu bebé y de los hábitos de alimentación de tu familia.

Cómo introducir la taza de entrenamiento en la rutina de tu bebé: guía paso a paso

Pasar del biberón a la taza de entrenamiento no tiene por qué ser complicado. Te presentamos un método sencillo que facilita la transición del biberón a la taza de entrenamiento.

Paso 1: haz que tu bebé se sienta cómodo con la taza

Cuando juegues con él, dale una taza de entrenamiento vacía para que la explore. Naturalmente, querrá cogerla, examinarla e incluso llevársela a la boca sin la presión de beber. Esta exploración inicial le ayudará a familiarizarse con la forma y el tacto de la taza antes de introducir ningún líquido. De hecho, dedicar solo unos días a dejar que juegue con la taza vacía puede facilitar significativamente la transición del biberón a la taza de entrenamiento cuando se añadan bebidas.

Paso 2: elige el mejor momento para practicar

Elige un momento tranquilo a media mañana, cuando tu bebé esté alerta pero no tenga hambre ni esté cansado: suele ser el momento perfecto para practicar con la taza de entrenamiento. Asegúrate de que esté cómodamente sentado y apoyado, preferentemente en una silla alta y resistente como la silla de comer DinerPal de Momcozy. Esta silla ajustable crece con tu bebé y lo mantiene seguro con su arnés de cinco puntos, además su bandeja de fácil limpieza es perfecta para manejar los inevitables derrames que se puedan producir. Trata de crear un ambiente tranquilo y sin distracciones para que tu pequeño pueda concentrarse en aprender esta nueva habilidad.

Paso 3: empieza con una pequeña cantidad de agua

Cuando estés lista para incorporar el líquido a la práctica, empieza de forma conservadora: una onza de agua es suficiente para estos primeros intentos. El agua es ideal para practicar, ya que si se derrama no será pegajosa ni se desperdiciará, como ocurre con la leche. Para introducir el concepto, presiona suavemente la taza contra los labios del bebé e inclínala ligeramente; este acercamiento suave le permite sentir el líquido en contacto con la boca sin agobiarlo ni ensuciar demasiado.

Paso 4: muéstrale cómo beber

Como los bebés son imitadores natos, una simple demostración puede hacer maravillas. Bebe un sorbo de tu propia taza con movimientos un poco exagerados para que vea claramente cómo la inclinas y bebes. Durante la demostración, mantén una expresión positiva y entusiasta; tus gestos indicarán que beber de la taza es normal y agradable. La mayoría de los bebés querrán copiar instintivamente lo que te ven hacer: así aprenden la mayoría de las nuevas habilidades.

Paso 5: ayúdalo guiando sus manos

Coloca suavemente tus manos sobre las de tu bebé y ayúdalo a llevarse la taza a la boca con la inclinación justa para que dé un pequeño sorbo. Este apoyo le ayudará a entender los movimientos correctos; con el tiempo -quizá días o semanas- puedes ir reduciendo gradualmente tu guía hasta que el bebé maneje la taza con confianza. El objetivo no es la independencia inmediata, sino una transición suave y segura del biberón a la taza de entrenamiento.

Paso 6: mantente optimista y sé paciente

Elogia sinceramente cualquier progreso, tanto si se limita a sujetar la taza como si da sorbos. El tono de tu voz debe seguir siendo alentador incluso si causa algunos pequeños desastres; después de todo, el aprendizaje implica inevitablemente algunos derrames en el proceso. Ten en cuenta que dominar la taza de entrenamiento representa un hito importante en el desarrollo: algunos días irán mejor que otros, y no pasa nada.

Paso 7: haz que forme parte de tu rutina diaria

Intenta ofrecerle la taza de entrenamiento a la misma hora todos los días; la hora de la comida funciona especialmente bien porque tu bebé ya está concentrado en comer y beber. Cuando se sienta cómodo manejándola, puedes empezar a sustituir una toma de biberón por la taza. Este horario predecible ayuda a tu pequeño a entender cuándo debe esperar la taza; las rutinas familiares reducen la resistencia a las nuevas experiencias.

Paso 8: prueba otras opciones si es necesario

No te preocupes si la primera taza de entrenamiento que eliges no es un éxito: cada bebé tiene preferencias diferentes, desde vasos con sorbete hasta boquillas blandas o asas de fácil agarre. Puede que necesites experimentar con diferentes estilos, temperaturas o incluso añadir un chorrito de jugo diluido para los bebés más grandes. Para mantener limpias todas estas tazas mientras tu bebé aprende, el lavador y esterilizador de biberones Momcozy KleanPal Pro es increíblemente útil: lava y esteriliza rápidamente las tazas en apenas 19 minutos y las mantiene estériles hasta 72 horas, garantizando que siempre tengas opciones limpias listas para el próximo intento de tu bebé.

Silla alta de Momcozy Dinerpal

€412,99 EUR

5 Modes Safety Design Lifelong Use Ease of Cleaning

Momcozy KleanPal Pro esterilizador y lavadora de biberones para bebés

€406,99 EUR

Lavabiberones Esterilizador y secador Lava mucho más que solo biberones

Paso 9: poco a poco, usa la taza con más frecuencia

A medida que tu bebé se sienta más cómodo con la taza de entrenamiento en algún momento del día, puedes ampliar gradualmente su uso. La transición del biberón a la taza de entrenamiento funciona mejor cuando las tomas se sustituyen de una en una; muchos padres consideran que es mejor seguir dándole el biberón por la mañana y antes de acostarlo, ya que suelen ser rituales que lo reconfortan. A lo largo de este proceso, presta atención a las señales que indican que tu bebé está listo para aumentar el uso de la taza de entrenamiento; sus señales te indicarán cuándo debes avanzar.

¿Es necesario utilizar una taza de entrenamiento para dejar el biberón?

No, no hace falta que utilices una taza especial de entrenamiento para que tu bebé pase del biberón a la taza: existen varias alternativas eficaces que muchos padres y expertos en pediatría prefieren.

Aunque las tazas de entrenamiento han sido durante mucho tiempo una herramienta de transición muy popular, son solo una de las muchas alternativas que existen para ayudar a tu bebé a dejar atrás el biberón. De hecho, algunos dentistas pediátricos y logopedas sugieren que prescindir de la tradicional taza de entrenamiento podría ser beneficioso para el desarrollo oral del niño. Estos profesionales suelen señalar que el movimiento de succión que se utiliza con muchas tazas de entrenamiento no difiere mucho del que se realiza con el biberón, lo que favorecería el desarrollo de hábitos que podrían afectar la alineación dental o el desarrollo del habla.

Otras alternativas para la transición

• Los vasos con sorbete o pajita son una excelente alternativa que recomiendan muchos expertos en desarrollo. Aprender a beber con sorbete ayuda a desarrollar distintas habilidades motoras orales y puede favorecer un mejor desarrollo del habla. Muchos bebés pueden aprender a usar muy bien los sorbetes entre los 9 y los 12 meses de edad, y algunos incluso antes con la práctica y la iniciación adecuadas.
• Los vasos sin tapa o de entrenamiento representan otra opción viable, incluso para bebés de tan solo 6 meses. Si bien es cierto que esta alternativa conlleva más derrames al principio, enseña a beber correctamente desde el primer momento. Puedes empezar con pequeñas cantidades de agua en un vasito con dos asas, ayudándolo mientras aprende. Este método directo de beber en taza elimina la necesidad de múltiples transiciones.
• Las tazas Miracle o de 360 grados ofrecen un punto intermedio entre las tazas de entrenamiento tradicionales y las tazas abiertas. Su innovador diseño permite a los niños beber por cualquier parte del borde de la taza sin derrames y sin tener que succionar a través de una boquilla. Muchos padres consideran que estas tazas ofrecen un equilibrio perfecto entre practicidad y beneficios para el desarrollo.

Tal vez la solución más práctica para muchas familias consista en utilizar distintos tipos de taza en situaciones diferentes. Por ejemplo, puedes utilizar vasos abiertos en casa mientras el niño está sentado comiendo, vasos con sorbete para darle agua a lo largo del día y, tal vez, una opción a prueba de derrames para las salidas o la hora de acostarse.

¿Qué tipo de taza de entrenamiento elegir?

Con tantas opciones en los estantes de las tiendas, encontrar la taza de entrenamiento adecuada para tu bebé puede resultar abrumador. La mejor elección depende de la edad de tu bebé, de su desarrollo y de las necesidades específicas de tu familia.

Diferentes tipos de tazas de entrenamiento

1. Tazas de entrenamiento con boquilla dura

Estas tazas de entrenamiento tradicionales tienen una boquilla de plástico rígido y son muy resistentes a los derrames. Son muy duraderas y suelen ser la opción más económica. Sin embargo, algunos expertos en odontología advierten de que el uso prolongado de tazas con boquilla dura puede afectar la alineación de los dientes o el desarrollo del habla. Estas tazas funcionan bien para los bebés que están en proceso de dejar el biberón, ya que el movimiento al beber es bastante similar.

2. Tazas de entrenamiento con boquilla blanda

Con una boquilla de silicona más blanda, estas tazas son más delicadas con las encías en desarrollo y los nuevos dientes. A muchos bebés les resultan más cómodas, sobre todo a los que les están saliendo los dientes. La boquilla blanda es un punto intermedio entre la tetina del biberón y la boquilla de plástico duro. Si bien pueden ser un poco más propensas a derrames y al deterioro por mordeduras, muchos padres las consideran un primer paso útil para alejarse de los biberones.

3. Vasos con sorbete

Los vasos con sorbete ayudan a los bebés a desarrollar una motricidad oral distinta a la de las tazas de entrenamiento tradicionales. Muchos expertos en habla y desarrollo los prefieren porque beber con sorbete favorece el movimiento de la lengua y los labios. Son adecuados para bebés a partir de los 9 meses, aunque algunos pueden usarlos antes. ¿El inconveniente? Algunos modelos pueden ser difíciles de limpiar a fondo, y los sorbetes pueden resultar mordisqueados si al niño le están saliendo los dientes.

4. Tazas 360° o sin borde

Estas innovadoras tazas permiten beber por cualquier parte del borde sin derramarse, de forma similar a una taza normal, pero cuentan con un mecanismo de válvula especial para evitar los derrames. Elimina por completo la necesidad de una boquilla, lo que los dentistas valoran positivamente para el desarrollo bucal. Muchos padres consideran que estas tazas ofrecen la combinación perfecta entre practicidad y beneficios para el desarrollo, aunque pueden ser más costosas que los modelos básicos.

5. Diseños con asa y sin asa

Los vasos con asa son más fáciles de agarrar para los bebés más pequeños. A medida que mejora la destreza del niño, los diseños sin asas le ayudan a desarrollar habilidades de agarre más avanzadas. Algunos vasos tienen asas extraíbles para facilitar la transición del biberón a la taza de entrenamiento.

Factores a tener en cuenta al elegir una taza de entrenamiento

1. Edad y habilidades de tu bebé

• De 6 a 9 meses: las boquillas blandas o los vasos con asa favorecen los primeros intentos de beber.
• De 9 a 12 meses: los vasos con sorbete o las tazas 360° desarrollan habilidades más avanzadas.
• A partir de los 12 meses: los modelos que se parecen más a los vasos normales preparan al bebé para una futura transición.

2. Los materiales importan

Busca tazas fabricadas con materiales seguros y duraderos, a ser posible de plástico sin BPA, silicona o acero inoxidable. Ten en cuenta si son fáciles de limpiar (aptos para lavavajillas es una ventaja) y si tienen piezas fácilmente reemplazables cuando inevitablemente se pierdan.

3. Protección contra fugas

Aunque las tazas completamente herméticas son prácticas, sobre todo para llevarlas en el auto o en la bolsa de los pañales, algunos expertos sugieren que las válvulas antigoteo pueden hacer que resulte más difícil beber, al requerir una succión más fuerte. Lo más recomendable es tener tazas diferentes para cada situación: por ejemplo, más herméticas para los viajes y más fáciles de usar en casa.

4. Facilidad de limpieza

Los complicados sistemas de válvulas y los sorbetes estrechos pueden convertirse en caldo de cultivo para el moho si no se limpian a fondo. Si tienes poco tiempo, los diseños más sencillos y con menos piezas pueden compensar el riesgo de derrames ocasionales.

En lugar de buscar la taza perfecta, muchos padres optan por tener un "arsenal de tazas" con diferentes opciones para cada situación:

• Una opción a prueba de fugas para llevar en la bolsa de los pañales
• Un vaso fácil de limpiar para el uso diario en casa
• Un vaso con sorbete para desarrollar distintas habilidades motoras orales
• Un vaso de entrenamiento sin tapa para sesiones de práctica supervisadas

Esta variedad no solo satisface diferentes necesidades prácticas, sino que también ayuda a tu bebé a desarrollar una serie de habilidades para beber, facilitando la transición a las tazas normales.

Preguntas frecuentes sobre la introducción a las tazas de entrenamiento

P1: ¿Se puede poner leche de fórmula en una taza de entrenamiento?

Sí, puedes poner leche de fórmula en una taza de entrenamiento, sobre todo cuando se trata de un bebé mayor que está dejando el biberón. Sin embargo, hay que seguir algunas pautas importantes:

• La leche de fórmula en tazas de entrenamiento debe consumirse en el plazo de una hora a temperatura ambiente para evitar la proliferación de bacterias.
• Prepara solo la cantidad que tu bebé vaya a consumir de una sola vez para evitar que se desperdicie.
• Lava cuidadosamente la taza después de cada uso, prestando especial atención a las válvulas y el sorbete.
• Para los bebés mayores de 12 meses que están pasando de la leche de fórmula o materna a la leche de vaca, la taza de entrenamiento puede ser la ayuda perfecta.

Algunos pediatras recomiendan utilizar las tazas de entrenamiento primero para el agua y, una vez que el niño se haya acostumbrado a la mecánica de la taza, incorporar poco a poco la leche de fórmula o la leche materna.

P2: ¿Es mejor una taza de entrenamiento o un vaso con sorbete?

Los vasos con sorbete suelen ofrecer más ventajas para el desarrollo que la clásica taza de entrenamiento. He aquí las razones:

• Los vasos con sorbete contribuyen a mejorar el desarrollo motor oral, ya que estimulan otros movimientos de la lengua y los labios que favorecen el desarrollo del habla. También evitan posibles problemas dentales, ya que el líquido no llega a los dientes delanteros.
• Las tazas de entrenamiento tradicionales con boquilla utilizan un movimiento de succión similar al de los biberones, lo que no ayuda al bebé a desarrollar nuevas habilidades para beber. Sin embargo, al principio pueden resultar más fáciles de usar para algunos bebés.
• Por lo general, lo mejor es empezar con cualquier tipo de taza que tu bebé acepte más fácilmente y, a continuación, pasar a los vasos con sorbete o a los vasos abiertos a medida que adquiera más destreza.

P3: ¿Qué bebidas son las mejores para las tazas de entrenamiento?

Las mejores bebidas para las tazas de entrenamiento son:

• Agua: la opción ideal para la hidratación diaria
• Leche materna o de fórmula: para bebés menores de 12 meses
• Leche entera: para niños de 1 a 2 años, previa consulta con el pediatra
• Jugo 100% de fruta diluido: solo en cantidades limitadas (no más de 4 onzas diarias) para niños mayores de 12 meses

Las bebidas que deben evitarse en las tazas de entrenamiento son:

• Bebidas azucaradas, incluidos los refrescos y los ponches de frutas
• Bebidas con edulcorantes artificiales
• Bebidas que contienen cafeína
• Jugos de fruta sin diluir, ya que pueden contribuir a la aparición de caries y a una ingesta excesiva de azúcar

Recuerda que sorber durante mucho tiempo cualquier cosa que no sea agua, incluso leche, puede aumentar el riesgo de caries..

P4: ¿Qué debes hacer si tu bebé rechaza la taza de entrenamiento?

Si tu bebé rechaza la taza de entrenamiento, prueba estas estrategias prácticas:

1. Experimenta con diferentes tipos de vasos – algunos bebés prefieren las boquillas blandas, a otros les gustan los sorbetes o las asas

2. Prueba con distintas temperaturas del líquido – algunos bebés prefieren las bebidas calientes, mientras que a otros les gustan frías

3. Haz que tu bebé te vea a ti o a sus hermanos beber en taza para animarlo a imitar este comportamiento

4. Ofrécele la taza durante las comidas, cuando tu bebé ya está en "modo comer" pero no demasiado hambriento

5. Pon una pequeña cantidad de leche materna o de fórmula en la taza para proporcionarle un sabor familiar

6. Dale a tu bebé una taza vacía cuando esté jugando para que se sienta cómodo con ella

7. Ten paciencia y sigue ofreciéndole la taza - a veces hay que intentarlo unas 10 o 15 veces antes de que la acepte

Lo más importante es que la experiencia sea positiva y que nunca fuerces la situación. Algunos bebés se saltan por completo las tazas de entrenamiento y pasan directamente a los vasos con sorbete o abiertos, lo cual es perfectamente normal desde el punto de vista del desarrollo.

P5: ¿Cuándo se debe destetar al bebé de la taza de entrenamiento?

La mayoría de los dentistas y pediatras recomiendan destetar al niño de las tazas de entrenamiento a los 2 años de edad. A continuación te ofrecemos unas pautas generales:

• Empieza a reducir el uso de tazas de entrenamiento aproximadamente a los 18 meses dándole tazas normales a la hora de comer.
• A los 2 años, limita las tazas de entrenamiento a situaciones específicas como los viajes en auto o la hora de dormir.
• Procura eliminar por completo las tazas de entrenamiento a los 3 años para evitar posibles problemas dentales o del habla.

Los niños físicamente capaces de beber de una taza abierta no deberían depender de las tazas de entrenamiento durante periodos prolongados. Su uso continuado, sobre todo con bebidas azucaradas, puede provocar caries. Otras personas afirman que el uso excesivo de tazas de entrenamiento puede afectar la posición correcta de la lengua para determinados sonidos del habla.

Haz que la transición del biberón a la taza sea sencilla para tu bebé

Pasar del biberón a la taza es un gran hito, pero no hay por qué estresarse para conseguirlo. Cada bebé es diferente —algunos estarán listos a los 6 meses, otros a los 9 o más tarde. ¿El secreto? Prestar atención a tu pequeño.

No te estreses si el primer intento no sale como habías planeado. Anímate y experimenta con otras tazas —tal vez una taza de entrenamiento no funcione con tu bebé, pero podría encantarle un vaso con sorbete. La clave está en divertirse y relajarse. Sí, habrá derrames (¡probablemente muchos!), pero eso forma parte del aprendizaje.

Ve poco a poco, celebra las pequeñas victorias y confía en que tu bebé lo logrará. Antes de que te des cuenta, ¡manejará su taza como todo un experto!