Desarrollar una hernia umbilical durante el embarazo puede ser preocupante, pero se trata de una condición poco frecuente, ya que ocurre en aproximadamente el 0,08 % de los embarazos. Sin embargo, entre el 15 % y el 20 % de las mujeres pueden desarrollar una hernia nueva o experimentar el empeoramiento de una hernia previa durante la gestación. En muchos casos, no se trata de una hernia umbilical, sino de una hernia inguinal u otro tipo de hernia de la pared abdominal. Las hernias se producen cuando el crecimiento del útero y el aumento de la presión abdominal empujan el tejido a través de un punto débil cerca de los ombligos de las embarazadas. Aunque puede parecer alarmante, la mayoría de las hernias asociadas al embarazo son manejables y no representan un peligro si se tratan adecuadamente.
¿Qué es una hernia umbilical?
Una hernia umbilical se origina cuando una porción del intestino, grasa o líquido, sobresale a través de una zona débil del abdomen, alrededor del ombligo. Durante el embarazo, puede verse influenciada por el crecimiento del útero y el aumento de la presión abdominal. Las hernias umbilicales no son invasivas y, en la mayoría de los casos, son leves. Suelen causar dolor o manifestarse como una hinchazón alrededor del ombligo, especialmente cuando toses, estornudas o levantas peso. En casos drásticos, pueden requerir atención médica debido a complicaciones como dolor intenso o atascamiento del tejido en la zona.
Tipos de hernias más comunes durante el embarazo
A pesar de que la hernia umbilical es el tipo más común de hernia que se desarrolla durante el embarazo, puedes tener otro tipo de hernia como resultado de la presión extra en el abdomen y los cambios hormonales. Por ejemplo:
- Hernia inguinal: Ocurre cuando el tejido abdominal invade la parte inferior de la pared abdominal, recibiendo el nombre de hernia inguinal.
- Hernia de hiato: Una hernia hiatal ocurre cuando una porción de tejido ubicada en la parte superior del estómago se desplaza hacia el diafragma, lo que puede ocasionar acidez estomacal o reflujo.
- Hernia incisional: Se desarrolla en una parte del abdomen en la que se tuvo una cirugía previamente, como una cesárea.
Es importante identificar el tipo de hernia para poder tratarla adecuadamente y garantizar que ni tú ni tu bebé se vean afectados durante el embarazo.
Causas de la hernia umbilical en el embarazo
La aparición de una hernia umbilical durante el embarazo se debe a que el tejido que rodea el ombligo se debilita por la presión que ejerce el bebé en desarrollo. A medida que el vientre crece, el aumento de la presión dentro del abdomen hace que el ombligo sobresalga, ya que el tejido es empujado hacia afuera en esa zona. Los cambios hormonales durante el embarazo también pueden originar esta condición, ya que las hormonas relajan de forma natural los músculos y ligamentos. La hernia puede aparecer o, en la mayoría de los casos, ser más notable y presentar más síntomas durante el embarazo.
Factores que aumentan el riesgo de desarrollar una hernia durante el embarazo
Algunas madres gestantes son más propensas a desarrollar una hernia umbilical debido a ciertos factores, como:
- Tener un embarazo múltiple (gemelos, trillizos, entre otros).
- Tener sobrepeso o aumentar de peso muy rápido.
- Haber tenido cirugías en el abdomen anteriormente, como una cesárea.
- Tener tos o estreñimiento que es crónico y que tensa los músculos del abdomen.
- Tener antecedentes médicos familiares de hernias.
- Es importante señalar que las hernias pueden estar relacionadas con la edad materna avanzada o con la debilidad de los músculos abdominales previa al embarazo.
Síntomas de la hernia umbilical en el embarazo
Una hernia umbilical en el embarazo puede variar desde ser apenas perceptible hasta volverse más incómoda a medida que crece tu vientre. El síntoma más común es una inflamación dolorosa o protuberancia alrededor del ombligo, que puede agrandarse al toser, estornudar, reír o hacer esfuerzo. También puedes sentir molestias leves, sensibilidad o dolores punzantes en la zona del ombligo. En la mayoría de los casos, la hernia es inofensiva; sin embargo, en situaciones más graves el dolor puede volverse intenso y provocar enrojecimiento. El bulto puede endurecerse y no desaparecer. En ese caso, podría tratarse de una complicación, por lo que es necesario acudir de inmediato al médico.
Los efectos de una hernia en ti y en tu bebé
Para la mayoría de las mamás gestantes, una hernia umbilical durante el embarazo resulta más incómoda que peligrosa. Durante la gestación, también puedes sentir presión en el abdomen, sensibilidad o incluso notar una protuberancia. En la mayoría de los casos, la hernia no afecta directamente a tu bebé, ya que el útero lo protege dentro del vientre. No obstante, existen algunas complicaciones poco frecuentes, como la estrangulación (cuando el tejido queda atrapado y la circulación sanguínea se ve comprometida), que pueden ser muy dolorosas y requieren atención médica urgente. Los controles médicos de rutina permiten asegurarse de que tú te encuentres bien y de que tu bebé esté seguro.
Opciones de tratamiento para una hernia umbilical en el embarazo
El tratamiento dependerá del tamaño de la hernia, los síntomas y las complicaciones que experimentes. La mayoría de las hernias que se desarrollan durante el embarazo son inofensivas y pueden tratarse luego del parto.
1. Estar atenta y hacer revisiones
La mayoría de las hernias son pequeñas e inofensivas. No obstante, puede que tu médico de cabecera te recomiende hacer revisiones de forma regular para asegurarte de que la hernia no empeore y te traiga complicaciones en el futuro.
2. Tomar medidas relacionadas a tu comodidad y rutina
- Evita cargar cosas pesadas o hacer esfuerzo porque eso incrementa la presión en el abdomen.
- Haz ejercicios seguros para el embarazo que fortalezcan tu core (con la aprobación de un médico).
- Usa prendas de maternidad que te brinden soporte o fajas abdominales para aliviar el dolor.
3. Control médico
Si la hernia es dolorosa, tu médico te prescribirá analgésicos que son seguros o te recomendará que se haga un seguimiento de tu estado. Si tienes dolores intensos, vómitos u observas que la protuberancia de la hernia no desaparece, necesitas atención médica de inmediato.
4. Cirugía (inusual durante el embarazo)
Solo te pueden someter a cirugía por una hernia cuando está atrapada o estrangulada. La mayoría de las intervenciones quirúrgicas se posponen hasta después del nacimiento del bebé, normalmente durante el proceso de recuperación posparto o durante la cesárea, cuando sea necesario.
Proceso de recuperación luego de una cirugía de hernia
La recuperación tras una cirugía de hernia dependerá de la necesidad de realizar la intervención y del momento en que se lleve a cabo esta. Siempre que la hernia se haya tratado de forma convencional durante el embarazo, la mayoría de los síntomas desaparecerán tan pronto como disminuya la presión abdominal tras el parto. En el caso de las mujeres que se someten a una intervención quirúrgica, la recuperación implica estar unas pocas semanas en reposo, no levantar objetos pesados, y hacer ejercicios ligeros sugeridos por un médico especializado para recuperar gradualmente la fuerza abdominal.
Durante el proceso de recuperación, es importante curar la incisión de forma adecuada, usar prendas de soporte y acudir a las citas de seguimiento. Las mamás que se toman el proceso con calma y reciben atención frecuente pueden retomar sus actividades de forma segura, mientras se concentran en la recuperación posparto y en crear el vínculo con su recién nacido.
¿Cómo puedo prevenir una hernia umbilical?
No siempre es posible evitar una hernia umbilical durante el embarazo, pero sí puedes tomar algunas medidas para reducir el riesgo. Está demostrado que los ejercicios suaves para fortalecer el core, recomendados por los médicos, ayudan a reforzar la pared abdominal sin necesidad de levantar peso ni hacer grandes esfuerzos, lo que podría generar una tensión adicional. Además, estas prácticas también contribuyen a prevenir el estiramiento de los músculos abdominales provocado por el estreñimiento o la tos crónica.
Una faja abdominal de maternidad puede ser de gran ayuda para prevenir molestias y proporcionar comodidad en el día a día. La faja de embarazo Ergonest Momcozy ejerce una presión uniforme sobre el abdomen y la espalda, y ofrece un soporte ergonómico durante el embarazo, lo que reduce el riesgo de desarrollar una hernia.
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Posibles complicaciones de una hernia durante el embarazo
En la mayoría de los casos, las hernias umbilicales durante el embarazo causan solo molestias leves y no representan un peligro. Sin embargo, en algunas situaciones pueden presentarse complicaciones. La más grave ocurre cuando el tejido queda atrapado dentro de la hernia y no puede volver a colocarse en su sitio. Esto puede provocar un estrangulamiento, es decir, la interrupción del flujo sanguíneo hacia el tejido afectado, lo que puede causar dolor intenso, hinchazón, náuseas o vómitos.
Tener una hernia estrangulada representa un problema de salud grave que puede poner en riesgo tu vida si no recibe tratamiento. También requiere atención médica inmediata en caso de que experimentes dolores, enrojecimiento o hinchazón alrededor del ombligo. Las revisiones frecuentes con el médico te ayudarán a tener un diagnóstico y harán que las complicaciones en las primeras etapas desaparezcan.
Control de la hernia durante el trabajo de parto y el parto
Las mujeres embarazadas con hernia umbilical no siempre presentan problemas durante el trabajo de parto y el parto. En la mayoría de los casos, pueden tener un parto vaginal de forma segura. El equipo médico prestará especial atención a la hernia para comprobar si causa dolor o si se ha quedado atascada mientras pujas. Si la hernia es grande o muy visible, el médico puede recomendarte adoptar ciertas posiciones para pujar, optar por un parto asistido o, en casos poco frecuentes, realizar una cesárea, con el fin de reducir la presión sobre la pared abdominal.
Es importante que hables con el equipo de atención médica que te acompañará en el parto. Antes de dar a luz, informa a tu médico o partera sobre cualquier dolor o cambio relacionado con la hernia. Con una buena planificación y el apoyo adecuado, la mayoría de las mamás dan a luz sin complicaciones asociadas a la hernia.
Señales alarmantes: ¿Cuándo debo buscar atención médica de inmediato?
Tener una hernia umbilical durante el embarazo representa un peligro, pero puede que concluya en complicaciones que deben ser atendidas de inmediato por profesionales en algunos casos. Llama a tu médico o acude a urgencias de inmediato si:
- Sientes un dolor intenso o el dolor alrededor de tu ombligo empeora.
- La protuberancia de la hernia es dura, blanda o está atascada (no vuelve a introducirse).
- Tienes enrojecimiento, hinchazón o decoloración de la piel alrededor de la hernia.
- Tienes náuseas, vómitos o problemas para hacer popó o expulsar gases.
- Tienes fiebre o signos de una infección.
Estos signos pueden indicar que tienes complicaciones como una hernia atrapada o estrangulada, las cuales requieren atención inmediata para salvaguardar tu vida y la de tu bebé.
Preguntas frecuentes
¿Puede una hernia umbilical desaparecer después del embarazo?
Las hernias umbilicales no suelen desaparecer por sí solas después del embarazo. Una hernia pequeña e inofensiva a menudo puede controlarse de forma segura sin necesidad de una cirugía inmediata, pero tiende a permanecer igual o a aumentar de tamaño con el tiempo. Someterse a cirugía es la única forma de hacer que la hernia desaparezca por completo, y muchas mujeres optan por realizarla después del parto y de la recuperación posparto.
¿Se puede curar una hernia umbilical sin someterse a una cirugía?
Las hernias pequeñas e inofensivas pueden no requerir intervención quirúrgica, ya que suelen controlarse adecuadamente, especialmente durante el embarazo. Sin embargo, no suelen desaparecer por completo sin cirugía, sino que permanecen del mismo tamaño o crecen más.
¿Cuál es el tiempo estimado de recuperación luego de una cirugía de hernia?
Por lo general, no podrás retomar actividades ligeras hasta que hayan pasado entre 2 y 4 semanas después de la operación. Para levantar objetos pesados o realizar ejercicios pesados, puede ser necesario esperar hasta 6 semanas. El tamaño de la hernia, el tipo de intervención y tu estado de salud determinarán el tiempo exacto de recuperación.
Conclusión
La hernia umbilical suele generar preocupación durante el embarazo; sin embargo, la mayoría de las mujeres embarazadas dan a luz sin complicaciones cuando realizan un seguimiento médico adecuado y toman medidas preventivas. Conocer los síntomas, los riesgos y las opciones de tratamiento te ayudará a hacer los cambios necesarios para cuidar tu salud y el bienestar de tu bebé. No te arriesgues: consulta siempre a un médico sobre esta condición y ten en cuenta que la mayoría de las hernias pueden tratarse de forma exitosa con el acompañamiento y los cuidados adecuados.
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