Los saltos mentales del bebé son esos momentos en los que tu bebé se desarrolla mentalmente de forma repentina y espectacular. La pregunta es: ¿por qué son tan importantes los saltos? Aunque puedan parecer simples momentos de inquietud, en realidad son momentos en los que el cerebro de tu bebé está dando verdaderos saltos gigantescos. En cada salto, tu bebé aprende algo nuevo, como identificar patrones, comprender la causa y el efecto o identificar sentimientos. Estos estallidos de crecimiento mental conducen a hitos como el lenguaje, el movimiento y la interacción social. Conocer lo que son los saltos de tu bebé te permite guiarlo o guiarla a través de cada fase de su increíble experiencia.
Piensa en los saltos mentales del bebé como los momentos de revelación de tu hijo o hija. Existen momentos en los que su cerebro se esfuerza por absorber algo nuevo y con rapidez. Pasan de simplemente mirar el ventilador del techo a seguir tu rostro con la mirada, agarrar juguetes o reaccionar a tu voz de nuevas maneras.
Cada salto es un hito en su desarrollo, no físico como caminar o gatear, sino en cómo ven e interpretan el mundo. Estos saltos pueden ir precedidos de cambios de humor: tal vez tu bebé esté más aferrado a ti, llore más o duerma menos. Es normal. ¡Su cerebro está en modo hiperactivo!
Durante los primeros 20 meses, se producen unos 10 saltos significativos. Son acumulativos, como apilar bloques sobre bloques y, aunque cada bebé es diferente, la mayoría tiene un patrón de saltos que se alinea con su fecha estimada de parto, no con su cumpleaños.
Cuando sabes lo que es un salto y cuándo se produce, puedes observar con mayor facilidad el nuevo comportamiento repentino o inquietud. No es un mal día, es un gran día para el cerebro.
Los saltos mentales del bebé no desaparecen, sino que forman la base de la forma en que tu hijo se mueve, piensa e interactúa con el mundo.
Durante un salto, tu bebé crea nuevas conexiones en su cerebro que le permiten comprender cosas que antes no podía. Es como si un día se despertara con una perspectiva completamente nueva. Puede que ni siquiera lo notes, al menos no al principio, pero esos cambios se están produciendo entre bastidores y con rapidez.
A continuación, te explicamos por qué esos saltos son tan importantes:
Conocer los saltos mentales del bebé te permite llegar a ellos con más apoyo, más paciencia y mucho menos estrés. Cuando entiendes lo que está pasando, dejas de preocuparte por si algo va mal y empiezas a verlo como algo normal.
¿Conoces esa sensación cuando tu bebé está más dependiente, inquieto o de repente no quiere dormir la siesta, aunque nada más parece estar mal? Eso podría ser un salto mental del bebé.
Los saltos no siempre son fáciles de detectar al principio, pero una vez que aprendas las señales, empezarás a notar un patrón. Es como si estuvieran pasando por un brote de crecimiento, pero para el cerebro.
Estas son algunas señales comunes de que tu bebé podría estar experimentando un salto:
Haz un seguimiento de los saltos basándote en la fecha estimada del parto de tu bebé, no en la fecha de nacimiento. Esto te dará una idea más precisa de cuándo esperar los cambios.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), es normal que los bebés experimenten cambios de comportamiento durante los principales desarrollos mentales y físicos. Mantenerte atento y ofrecer consuelo durante estas etapas es clave para el crecimiento emocional y cognitivo.
Hitos del desarrollo por edad de la AAP
Los saltos mentales del bebé suelen producirse con un ritmo constante durante los primeros 20 meses. Estos brotes en el crecimiento del cerebro están literalmente vinculados a la fecha estimada del parto, no al cumpleaños, así que empieza siempre por ahí.
Con cada salto, tu bebé verá y se relacionará con el mundo de una forma nueva. Mientras que algunos son sutiles y casi imperceptibles, otros son como un huracán que se ha trasladado a tu salón (hola, noches sin dormir y días de apego).
A continuación, te presentamos cómo suelen ser los saltos mentales del bebé:
Los saltos suelen durar entre unos días y unas semanas, según de la personalidad de tu bebé y del salto en sí. Los primeros saltos (los tres primeros, por ejemplo) suelen ser cortos, pero después pueden durar un poco más, a veces de 2 a 3 semanas.
Este es un patrón general que puedes observar:
Una vez superado el salto de desarrollo mental, los papás experimentan un “periodo soleado” en el que su bebé está más relajado, más feliz y más curioso. ¡Disfruta de estos momentos de tranquilidad cuando se produzcan!
Si tu bebé se resiste de repente a dormir la siesta o se despierta muchas veces, es posible que la causa sea un salto mental. Los bebés están más en sintonía con el mundo que les rodea durante los saltos, por lo que se les dificulta relajarse y dormir.
Es posible que observes lo siguiente:
Esto es totalmente normal. Su cerebro está aprendiendo y esa estimulación es abrumadora.
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Los saltos pueden parecer una montaña rusa emocional, tanto para ti como para tu bebé. Tu bebé puede llorar más, aferrarse más o resistirse a dormir. ¿Lo mejor que puedes hacer? Estar ahí. Estos cambios significan que su cerebro está creciendo rápidamente y que tu consuelo es su espacio seguro.
Lo siguiente puede ayudar:
Además, los saltos suelen ir acompañados de apego y rutinas impredecibles, lo que dificulta que las mamás encuentren tiempo para extraerse leche o descansar, especialmente aquellas que amamantan.
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Los brotes de crecimiento se producen cuando el cuerpo de tu bebé crece rápidamente: come más, duerme más y aumenta de tamaño. En cambio, los saltos son períodos de desarrollo cerebral en los que el cerebro de tu bebé adquiere nuevas habilidades, como reconocer caras o comprender la relación causa-efecto. Mientras que los brotes de crecimiento afectan el tamaño corporal, los saltos afectan su forma de conocer el mundo. Ambos pondrán a tu bebé de mal humor, pero por diferentes razones.
El salto 4 suele ser el más difícil para la mayoría de los bebés. Suele ocurrir alrededor de los 4 meses y supone cambios enormes en cómo tu bebé experimenta el mundo. Durante este salto, empiezan a comprender la causa y el efecto, lo que les resulta abrumador e incluso aterrador. Además, el sueño a menudo se ve afectado, pueden llorar más de lo habitual y, de repente, quieren que los carguen todo el tiempo. Es un cambio importante en la conciencia y, ya que dura más que los saltos anteriores, puede parecer interminable. Pero resiste, significa que tu bebé está creciendo de manera increíble.
Las tres principales señales del salto mental del bebé son llanto, dependencia y mal humor. Son señales normales de que tu bebé está pasando por un salto mental. Puede que llore más a menudo (incluso sin motivo aparente para ello), se vuelva muy dependiente e impida que lo sueltes y, en general, parezca irritable o molesto. No se trata de mal comportamiento, sino de la forma en que tu bebé afronta todas las cosas nuevas que su cerebro está tratando de procesar. Una vez que pasa el salto, a menudo notarás que aparece una nueva habilidad o comportamiento y las cosas se calmarán.
Los saltos mentales del bebé pueden ser un torbellino: tu bebé está sereno un día y al siguiente está irritable, dependiente y duerme menos que antes. Pero ahora ya lo sabes: estos saltos no son retrocesos, son señales de avance. Cada llanto, cada abrazo y cada noche de insomnio suelen representar algo increíble que está sucediendo en el cerebro de tu bebé.
La clave es mantener la paciencia, estar presente y recordarte a ti misma que esta fase pasará, porque siempre lo hace. Y con cada salto, tu bebé se vuelve más consciente, más conectado y más como sí mismo.
Así que sé paciente contigo misma. Ya sea utilizando un buen sacaleches (sacaleches portátil todo en uno Momcozy M5), controlando su sueño con un monitor inteligente (monitor inteligente para bebés Momcozy de 5 pulgadas con modo dual - BM04) o simplemente respirando hondo durante un día difícil, estás haciendo un gran trabajo. Tú puedes, mamá. Un salto a la vez.
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