Muchas madres primerizas se sienten mareadas después de dar a luz y esto es algo normal durante la recuperación, pero puede ser difícil de soportar. Es posible que sientas desde un ligero aturdimiento hasta la sensación de que la habitación da vueltas, lo que dificulta cuidarte a ti misma y a tu bebé. Las madres primerizas suelen preguntarse cuánto tiempo dura el mareo posparto, ya que varía mucho: algunas lo experimentan solo durante unos días, mientras que otras pueden tener síntomas durante varias semanas o meses. Saber qué causa estos mareos y cuándo llamar al médico puede ayudarte a manejar este síntoma incómodo, pero que suele ser temporal.
¿Qué es el mareo posparto?
El mareo posparto es una sensación de aturdimiento, inestabilidad o desmayo que muchas mujeres experimentan después de dar a luz. Puede sentirse como si la habitación girara (vértigo), una sensación de flotar o simplemente una pérdida de equilibrio al ponerte de pie o cambiar de posición. Algunas madres primerizas lo describen como un repentino mareo, similar al que se siente al levantarse demasiado rápido. Este síntoma afecta a 1 de cada 5 mujeres durante el posparto y puede variar desde episodios leves y ocasionales hasta otros más graves que obstaculizan las actividades diarias.
Los mareos posparto pueden aparecer solos o junto con otros síntomas de recuperación, como fatiga, dolores de cabeza o cambios en la visión. Aunque normalmente no son peligrosos, pueden resultar incómodos y preocupantes, especialmente cuando estás cuidando a tu recién nacido.
¿Cuáles son algunas de las posibles causas de los mareos posparto?
Aunque los mareos posparto pueden afectar a muchas madres primerizas, las razones de esa sensación incómoda pueden ser muchas. Comprender las posibles razones puede ayudarte a descubrir qué hay detrás de esos síntomas y orientarte hacia el tratamiento adecuado.
Cambios hormonales
La disminución repentina de los niveles de estrógeno y progesterona después del parto puede afectar al sistema vestibular y a la presión arterial de tu cuerpo. Estos cambios hormonales son más notorios durante la primera semana después del parto, pero pueden variar durante meses a medida que tu cuerpo se recupera y vuelve al estado que tenía antes del embarazo.
Pérdida de sangre durante el parto
El sangrado excesivo durante el parto puede causar anemia, que es cuando su cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos para suministrar suficiente oxígeno a tus tejidos. Esta pérdida de sangre, en especial cuando es abundante, suele ser la causa de mareos, fatiga y debilidad hasta que tu cuerpo puede recuperar toda la sangre perdida.
Deshidratación y mala alimentación
Las madres primerizas se centran tanto en el cuidado del bebé que se olvidan por completo de tomar agua y comer. Dar el pecho aumenta la necesidad de hidratarse, y la falta de ingesta de líquidos o calorías puede provocar fácilmente mareos, especialmente al ponerse de pie o al girar bruscamente.
Falta de sueño
Las necesidades continuas del cuidado del recién nacido suelen alterar los patrones de sueño. La falta prolongada del sueño afecta al funcionamiento del cerebro y puede provocar mareos, falta de coordinación y pérdida de equilibrio a lo largo del día.
Hipotensión posparto
Un pequeño número de mujeres sufren de una presión arterial más baja de lo normal después del parto, especialmente al cambiar de posición. Se trata de un síndrome denominado hipotensión ortostática, que reduce el flujo sanguíneo al cerebro durante un breve periodo de tiempo y provoca mareos o aturdimiento al ponerse de pie.
¿Cuánto tiempo dura el mareo posparto?
Los mareos posparto suelen durar entre una y dos semanas después del parto para la mayoría de madres primerizas. Sin embargo, este plazo puede variar mucho dependiendo de cada persona. Algunas mujeres notan que los mareos mejoran en solo unos días, mientras que otras pueden experimentar los síntomas durante varias semanas o incluso meses.
El período normal de recuperación
Los mareos posparto suelen empezar a mejorar a medida que los niveles hormonales se estabilizan y el volumen sanguíneo vuelve a la normalidad durante las dos primeras semanas. Si no ha perdido mucha sangre durante el parto y se mantiene bien hidratada y descansada, es probable que se recupere casi al final de este período.
Por qué algunas mujeres experimentan mareos más prolongados
La causa específica de tus mareos influye en su duración:
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Los mareos relacionados con las hormonas suelen mejorar en un plazo de 2 a 4 semanas, pero pueden durar hasta 12 semanas
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Los mareos provocados por la pérdida de sangre suelen mejorar una vez que los niveles de hierro se normalicen, lo que lleva entre 6 y 8 semanas con suplementos
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Si la causa es la deshidratación o una nutrición inadecuada, es posible que te sientas mejor a los pocos días de tomar más agua y mejorar tu dieta
Cuando los mareos duran más de lo esperado
Algunas mujeres sufren mareos que duran más de tres meses. Esto es más común si ya tenías problemas de salud, desarrollaste anemia grave durante el parto o sufres de una constante privación del sueño. La lactancia también puede prolongar la duración de los mareos debido a la actividad hormonal y las necesidades nutricionales adicionales que le impones a tu cuerpo.
Señales de peligro que debes tener en cuenta
Si los mareos empeoran en lugar de mejorar con el tiempo, comienzan después de haber estado en casa durante un tiempo o regresan después de haber desaparecido inicialmente, llama a tu médico. Estos patrones pueden indicar algo más que una recuperación posparto normal y requieren de atención médica.
¿Qué ayuda a que desaparezcan los mareos?
Saber la duración típica de los mareos posparto te da esperanzas, pero muchas madres primerizas necesitan un alivio inmediato de estos síntomas incómodos. Existen varias estrategias eficaces que pueden ayudarte a controlar y reducir los mareos durante el período de recuperación, abordando las diversas causas que hemos expuesto.
Descansa más y muévete con cuidado
¿Quieres dormir toda la noche con tu recién nacido? ¡Sí, claro! Pero incluso las siestas cortas pueden ayudar a reducir esos mareos. Muchas madres descubren que llevar ropa muy cómoda marca una gran diferencia cuando intentan descansar. Las trusas de bambú para el embarazo y el posparto son revolucionarias, ya que se ajustan por debajo del vientre con su diseño en forma de V y no se meten cuando por fin puedes acostarte. Recuerda levantarte despacio: primero siéntate, espera unos segundos y luego ponte de pie. Esto le da tiempo a tu presión arterial para ajustarse y evita esa sensación de mareo. No tengas miedo de pedir ayuda cuando es necesario que te agaches mucho.
Tomar agua y comer mejor
Tomar al menos 8 o 10 vasos de agua al día ayuda a mantener el volumen y la presión sanguínea, lo que es especialmente importante para las madres lactantes que necesitan hidratarse más. Comer regularmente comidas pequeñas ricas en hierro (como carnes bajas en grasa y colesterol, espinacas, legumbres) y proteínas ayuda a reconstruir las células sanguíneas y a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, lo que evita las bajadas repentinas de presión que pueden provocar mareos.
Toma pastillas de hierro si tu médico te lo recomienda
Si tus mareos se deben a una pérdida de sangre y a la anemia consecuente, tu médico podría recomendarte suplementos de hierro. Por lo general, estos requieren entre tres y cuatro meses para alcanzar su máxima eficacia, pero a menudo proporcionan una mejora notable en dos o tres semanas. Tomar hierro con vitamina C mejora su absorción, mientras que evitar los alimentos ricos en calcio o el café durante la suplementación previenen interferencias.
Siéntate con la espalda recta y respira profundamente
Mantener una buena postura mientras alimentas a tu bebé o realizas otras tareas mejora el flujo sanguíneo al cerebro. Respirar profunda y regularmente envía sangre con abundante oxígeno al cerebro cuando te sientes mareada, lo que a menudo proporciona un alivio inmediato. Algunas madres descubren que el yoga suave o los ejercicios de estiramiento diseñados para la recuperación posparto ayudan a reducir los mareos al mejorar la circulación.
Utiliza fajas para ayudar a la circulación sanguínea
Una buena faja posparto puede ser tu mejor aliada contra el vértigo posparto. La faja posparto Ergowrap de Momcozy no solo te ayuda a recuperar tu figura anterior al embarazo, sino que también favorece la circulación sanguínea al ejercer una suave presión que evita que la sangre se acumule en las piernas. Lo que la hace diferente es el soporte lumbar, que resulta muy útil cuando estás sentada durante mucho tiempo durante las largas sesiones de alimentación o cuando llevas a tu pequeño en brazos (momentos en los que suelen producirse mareos). Muchas madres notan que se sienten más estables casi inmediatamente después de ponérsela.
¿Cuándo deberías preocuparte por los mareos posparto?
Aunque la mayoría de los tratamientos pueden aliviar rápidamente los frecuentes mareos posparto, algunos síntomas indican la necesidad de atención médica en lugar de automedicarte. Reconocer estas señales te permite diferenciar entre experiencias de recuperación normales y posibles enfermedades graves que requieran un tratamiento inmediato.
Mareos tan intensos que podrían provocarte un desmayo o descompensación
Los mareos que empeoran con el tiempo en lugar de mejorar pueden ser señal de una enfermedad consecuente. Si los síntomas te impiden cuidarte a ti misma o a tu bebé, o si te desmayas (en lugar de simplemente sentir que vas a desmayarte), llama a tu médico de inmediato. Nunca se debe ignorar un vértigo tan intenso que te provoque vómitos o dificultad para caminar.
Mareos con dolores de cabeza intensos o visión borrosa
Presta mucha atención cuando los mareos vienen acompañados con otros síntomas alarmantes. El dolor de cabeza repentino, especialmente uno que has denominado como "el peor dolor de cabeza de tu vida", la pérdida parcial de la visión (visión borrosa, manchas), dolor en el pecho, dificultad para respirar, fiebre superior a 38 °C o las palpitaciones cardíacas con mareos, deben ser atendidas por un médico inmediatamente.
Nuevos episodios de mareos que comienzan semanas después del parto
Los nuevos mareos que aparecen después de las dos primeras semanas posparto, pero no inmediatamente después del parto, merecen ser analizados. Del mismo modo, los mareos recurrentes después de que hayan desaparecido por completo pueden indicar un nuevo problema diferente de la recuperación habitual. Estos patrones temporales pueden diferenciar los síntomas posparto normales de otros problemas médicos.
Resultados inusuales de la presión arterial cuando te sientes mareada
Una presión arterial extremadamente alta (por encima de 140/90) o extremadamente baja (por debajo de 90/60) acompañada de mareos es una condición grave. La preeclampsia puede desarrollarse en las seis semanas posteriores al parto, siendo los mareos un signo temprano, además de la hipertensión arterial, el dolor de cabeza intenso y la hinchazón. El diagnóstico oportuno de esta condición altamente peligrosa se realiza mediante controles frecuentes de la presión arterial.
Sangrado abundante acompañado de mareos
Un sangrado inusual o excesivo acompañado de mareos, taquicardia, piel fría y húmeda o debilidad extrema podría indicar una hemorragia y la necesidad de una inmediata atención médica. Es normal sangrar después del parto, pero empapar más de una toalla higiénica por hora o tener coágulos grandes durante la primera semana después del parto nunca es normal y requiere una evaluación inmediata.
¿Qué más ayuda a la recuperación después de dar a luz?
Prestar atención a los mareos es solo una parte de la recuperación posparto. Hay muchas otras cosas que puedes hacer para recuperarte rápidamente después del parto. Los siguientes consejos te ayudarán a recuperarte en general y pueden hacer que las primeras semanas con tu bebé sean un poco más fáciles de manejar.
Crea una zona de recuperación
Instala un pequeño "centro de comando" en el lugar donde pasas la mayor parte del tiempo con tu bebé. Ten cerca todo lo que necesitas: botellas de agua, aperitivos saludables, analgésicos, el cargador del teléfono y accesorios para la lactancia si sigues dando el pecho. Este pequeño truco reduce el número de veces que tienes que cruzar la habitación cuando te sientes débil, especialmente durante las tomas nocturnas, cuando los mareos son más intensos.
Vuelve a moverte (lentamente)
Una vez que tengas el visto bueno de tu médico, añade algunos movimientos suaves. Incluso un paseo de cinco minutos por el salón o unos estiramientos suaves pueden ayudar a tu cuerpo a recuperarse. Empieza poco a poco y ve aumentando gradualmente. ¡No es necesario que te exijas mucho! El ejercicio regular y suave mejora la circulación y puede mejorar tu estado de ánimo, lo cual es útil, ya que los mareos suelen ir acompañados de tristeza.
Identifica qué es lo que te produce mareos
Anota cuándo te sientes mareada y qué estabas haciendo justo antes. Quizás sucede cuando te levantas demasiado rápido o después de dar el pecho por mucho tiempo. Saber esto te ayudará a evitar estas molestias y proporcionará a tu médico datos útiles si tus síntomas no desaparecen como deberían.
Duerme todo lo posible
Todos sabemos que la regla de "dormir cuando duerme el bebé" suena bien, pero no siempre es práctica. Sin embargo, dar prioridad al descanso hace maravillas para la recuperación. Intenta acostarte de lado para dar el pecho por la noche, de modo que no tengas que sentarte (lo que puede provocar mareos). Si es posible, organízate con tu pareja o ayudante para turnarse el despertar en la noche, aunque solo sea para una toma, lo que te permitirá dormir de forma continua durante 3 o 4 horas.
Preguntas frecuentes sobre los mareos posparto
1: ¿Los mareos son comunes en las madres que dan el pecho?
Sí, los mareos son bastante comunes entre las madres que dan el pecho, especialmente durante las primeras semanas. El cuerpo trabaja horas extra para producir leche, lo que requiere más líquidos y calorías de lo normal. Cuando das el pecho, tu cuerpo también libera hormonas que reducen brevemente tu presión arterial, lo que te provoca mareos. La mayoría de las madres sienten mareos durante o inmediatamente después de una sesión de lactancia, cuando estas variaciones hormonales son más intensas.
2: ¿Puedo tener mareos posparto si estoy dando el pecho?
Sí. Aunque es posible que no lo hayas experimentado inmediatamente después del parto, puedes sentirlo una vez que estés dando el pecho. Cuando se libera el reflejo de "bajada de leche" este puede cambiar temporalmente tu presión arterial y provocarte mareos. La mayoría de las madres lactantes también están tan ocupadas alimentando a sus bebés que se olvidan de hidratarse o de comer con normalidad. Esta combinación de estar ocupada con el cuidado del bebé, necesitar hidratarse más y experimentar cambios hormonales hace que los mareos sean muy normales durante la lactancia.
3: ¿Los dolores de cabeza posparto están relacionados con los mareos?
Sí, los dolores de cabeza y los mareos también suelen ir de la mano después del parto. Por lo general, tienen las mismas causas: cambios hormonales, falta de sueño, no hidratarse lo suficiente o tener bajos niveles de hierro. Si tienes mareos y dolores de cabeza, asegúrate de hidratarte y descansar todo lo que puedas. Presta especial atención si estos síntomas se presentan junto con hipertensión arterial, ya que es necesario tratarlos médicamente. Si sueles tener migrañas, es posible que notes que presentes dolores de cabeza y mareos durante tu recuperación después del parto.
Cuídate todo el tiempo que duren los mareos posparto
Es normal sentir mareos después de dar a luz, aunque a veces puede dar miedo. Para la mayoría de las madres, estos mareos mejoran en unas semanas a medida que el cuerpo se recupera, pero pueden durar hasta tres meses, especialmente si estás dando el pecho. Las cosas sencillas marcan una gran diferencia: hidrátate, come con regularidad, levántate despacio y descansa cuando puedas. Confía en tu instinto respecto a tus síntomas. Si los mareos son intensos, duran demasiado o van acompañados de fuertes dolores de cabeza o problemas de visión, llama a tu médico de inmediato. Cuidarte no es egoísta, es necesario. Tu recuperación es tan importante como las necesidades de tu bebé, así que prioriza tu salud durante este difícil pero temporal proceso.