A veces, la lactancia puede presentar problemas inesperados, y una preocupación común es la aparición repentina de un bulto duro en el pecho. Aunque pueda ser preocupante, la mayoría de los bultos son manejables y temporales con el tratamiento adecuado. Estos bultos pueden deberse a problemas como ductos obstruidos, mastitis o congestión mamaria, e identificar la causa del bulto puede ayudar a prevenir más complicaciones o molestias. En esta guía, veremos a detalle las razones más comunes de la aparición de bultos duros durante la lactancia, cómo tratarlos de forma eficaz y cuándo buscar ayuda médica para garantizar que tanto tú como tu bebé disfruten de una experiencia de lactancia fluida y cómoda.
¿Es común tener bultos duros en los pechos durante la lactancia?
Encontrar un bulto duro en tus pechos, independientemente de si estás dando de lactar o no, puede ser aterrador. Asimismo, la aparición de una masa inesperada suele causar ansiedad y preocupación.
Muchas madres que dan de lactar experimentan una inflamación ocasional en los pechos, y la mayoría de los bultos que aparecen durante esta etapa no son motivo de alarma. Sin embargo, puede hacer que la lactancia sea incómoda y cause dolor, e incluso requerir atención médica en algunos casos.
¿Cuándo consultar al médico?
La mayoría de los bultos que aparecen durante la lactancia son benignos, pero es importante informar a tu médico si observas lo siguiente:
- El bulto es persistente o aumenta de tamaño
- Dolor extremo o enrojecimiento
- Síntomas parecidos a la gripe, como fiebre, escalofríos o fatiga general
- Cambios en el tejido, la forma o el tamaño de tus pechos
- Un bulto es muy duro, inmóvil y no puede moverse con el tejido que lo rodea.
La mayoría de los bultos son benignos; sin embargo, la detección temprana siempre es importante para cualquier problema potencial en tu salud. Cuando tengas un bulto o un problema similar, siempre es mejor acudir a un médico y descartar condiciones serias.
¿Cuáles son las posibles causas del bulto en el pecho durante la lactancia?
Muchos tipos diferentes de bultos y otras alteraciones mamarias pueden ocurrir durante la lactancia. Estas son: conductos galactóforos obstruidos, pechos congestionados y mastitis, todos pueden estar presentes en un bulto en el pecho. Otras anomalías en tus pechos pueden indicar problemas que no están asociados con la lactancia. Aunque la mayoría de las veces, los bultos en el pecho no son un problema, en algunos casos, pueden ser graves y requerir atención médica. No dudes en hablar de tus problemas de salud con un profesional sanitario.
Puede que notes bultos o cambios en tus pechos durante la lactancia, que podrían ser consecuencia de un conducto galactóforo obstruido, congestión mamaria o mastitis. Estas condiciones no suelen ser serias, pero algunas condiciones pueden necesitar de ayuda profesional. A continuación, te mostraremos un resumen de los tipos comunes de bultos que pueden aparecer durante la lactancia y cuándo buscar la ayuda de un médico.
- Conducto galactóforo obstruido
Un conducto obstruido es un bulto pequeño, duro y a veces doloroso y se siente como tal cuando la leche no puede drenar del pecho. La obstrucción puede provocar hinchazón, enrojecimiento y dolor. Las causas son: congestión, frecuencia de tomas inadecuada, mal agarre o usar sujetadores apretados. Por suerte, la mayoría de los conductos desaparecen por sí solos si se continúa con la lactancia o la extracción. Se puede ayudar aplicando compresas calientes, masajeando suavemente el pecho y cambiando las posiciones de lactancia.
- Mastitis
Una infección de los pechos se denomina Mastitis, que puede provocar un bulto doloroso, enrojecimiento, calentura y síntomas parecidos a la gripe como fiebre y escalofríos. Suele producirse cuando las bacterias penetran a través de los pezones agrietados o la leche no sale completamente del pecho. Si la mastitis no se trata, puede convertirse en un absceso. Asimismo, la mastitis se puede tratar con antibióticos, por lo que debes continuar con la lactancia, ya que ayuda a limpiar la infección.
- Quiste (Galactocele)
Un galactocele es un quiste lleno de líquido que se desarrolla cuando un conducto galactóforo se obstruye. Estos bultos suelen ser blandos y pueden ser de diferentes tamaños. Por lo general, los galactoceles no son amenazantes, pero aún así es mejor visitar al médico para evitar asumir la presencia de un galactocele como algo peligroso. Si el quiste es doloroso, se puede drenar o tratar con compresas frías.
- Pechos fibroquísticos
Los pechos fibroquísticos presentan un tejido mamario grueso y abultado. Tienden a volverse más sensibles, especialmente cerca del periodo menstrual. La mayoría de los profesionales médicos creen que las fluctuaciones hormonales causan esta condición. Asimismo, suele ocurrir en mujeres más jóvenes o aquellas cercas a la menopausia. Este tipo de tejido puede sentirse como varios bultos pequeños bajo la piel del pecho, especialmente en las zonas superior y externa del pecho.
- Lipoma
Un lipoma es un bulto benigno, blando y graso que crece lentamente justo debajo de la piel. Los lipomas suelen ser indoloros y móviles. Aunque los lipomas suelen ser benignos, pueden parecerse a otro tumor mucho más grave. Si percibes algún tipo de bulto que parece estar creciendo o te causa molestias, lo mejor es que lo revise tu médico.
- Hematoma
La acumulación de sangre debajo de la piel se denomina hematoma. Suele estar causada por un traumatismo o una intervención quirúrgica. Puede presentarse como doloroso, enrojecido e hinchado con signos de hematoma; por lo demás, los hematomas suelen resolverse espontáneamente, pero si no lo hacen o son dolorosos, pueden necesitar tratamiento médico, incluido el drenaje.
- Tumores
Aunque la mayoría de los bultos son benignos, también es importante reconocer que puede producirse un tumor. Los tumores benignos más comunes durante la lactancia son los adenomas y fibroadenomas lactantes. Por lo general, se suelen sentir como bultos debajo de la piel que se mueven y pueden reducir de tamaño después de la lactancia. Sin embargo, si un bulto se siente duro, no se mueve con facilidad o causa dolor, a veces es necesario una evaluación adicional, ya que, en ocasiones, incluso pequeños porcentajes de los bultos mamarios pueden ser malignos.
¿Debo acudir al médico por un bulto en el pecho durante la lactancia?
Sí, debes ver a un médico si notas un bulto en tu pecho durante la lactancia. Por otro lado, algunos bultos pueden ser benignos y estar relacionados a la lactancia. Un profesional de salud debe evaluar cualquier bulto para descartar otras causas del problema, incluyendo infección, quistes o incluso enfermedades más graves como el cáncer de mama.
No hay duda de que debes hacerte revisar cualquier bulto nuevo, sobre todo si es doloroso, persiste o presenta enrojecimiento de la piel, secreción del pezón (que no sea leche) o cambios en la forma y el tamaño de la mama. El doctor puede realizar un examen físico y, si es necesario, recomendar pruebas de imagen como una ecografía o una mamografía para tener una visión más clara de las características del bulto.
Incluso si estás dando de lactar, es mejor ser precavida y buscar ayuda profesional.
¿Cuáles son las posibles causas del bulto en el pecho durante la lactancia?
Las causas de un bulto en el pecho durante la lactancia pueden ser varias, como, por ejemplo:
- Conducto galactóforo obstruido: Suele presentarse como un bulto pequeño y sensible. También se presenta con hinchazón, enrojecimiento y dolor.
- Congestión: Los pechos suelen sentirse grandes, duros y calientes. Incluso la piel puede estar tirante y sensible.
- Mastitis: Un bulto doloroso que puede ser signo de un proceso inflamatorio.
- Absceso mamario: Enfermedad infecciosa caracterizada por la formación de una acumulación dolorosa de pus en el pecho.
- Adenoma lactante: Tumor compuesto principalmente de tejido glandular, a menudo causado por las hormonas del embarazo y la lactancia. Estos tumores son móviles, tienen márgenes bien definidos y son típicamente lobulares.
¿Cómo controlar y tratar en casa los bultos duros en los pechos?
Si crees que el bulto se debe a un conducto galactóforo obstruido, puedes continuar dando de lactar en el lado afectado. Si es doloroso, prueba cambiando de posiciones para mejorar el drenaje de leche. Si tu bebé no puede vaciar el pecho por completo, extrae la leche de forma manual o usa un sacaleches para evitar más obstrucción.
Los siguientes remedios caseros también pueden proporcionar alivio:
- Pon una compresa caliente en el pecho afectado.
- Toma baños tibios o duchas calientes varias veces al día, si es posible.
- Masajea suavemente el pecho antes o entre las tomas para ayudar a liberar la obstrucción. Usar un masajeador de pechos Momcozy puede ayudar a aliviar el dolor, ya que tiene una función de calentamiento. Favorece el destete y ayuda a mejorar el flujo de leche.
- Usa compresas de hielo en la zona después de dar pecho.
- Usa ropa cómoda que no irrite tus pechos o pezones.
¿Debo seguir dando de lactar si tengo bultos en los pechos?
Lactancia o extracción de leche: Sigue dando de lactar o extrayendo leche del pecho afectado. Esto ayudará a mantener el flujo de leche. Asimismo, puedes extraer después de las tomas. El sacaleches Momcozy M9 ofrece una succión potente, patrones personalizables mediante la app Momcozy y un ajuste cómodo y seguro con su brida DoubleFit™, lo que lo hace la solución ideal para una extracción eficiente, sin desorden y portátil. De igual forma, será más eficaz para drenar el pecho.
Masaje: Masajea la zona afectada antes y después de las tomas.
Alta eficiencia
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Aplica calor: Coloca una compresa caliente o toma un baño o ducha caliente antes de dar pecho a tu bebé.
Prueba varias posiciones: Prueba diferentes posiciones de lactancia para vaciar diferentes partes del pecho.
Usa un sujetador cómodo: Usa un sujetador cómodo que no esté demasiado apretado.
¿Cómo evitar bultos en el pecho durante la lactancia?
Para evitar bultos en el pecho durante la lactancia, sigue estos consejos sencillos:
- Garantiza un buen agarre: Asegúrate de que tu bebé se agarre bien al pecho para ayudar a que la leche salga correctamente y evitar obstrucciones.
- Da de lactar con frecuencia: Da de lactar cada 2–3 horas y vacía ambos pechos por completo durante cada toma para evitar que la leche se acumule.
- Masajea tus pechos: Masajea tus pechos suavemente antes y durante las tomas para facilitar el flujo de la leche.
- Usa un sujetador cómodo: Evita usar sujetadores apretados o con aros que puedan restringir el flujo de leche y provocar obstrucciones.
- Mantente hidratada: Toma mucha agua para favorecer la producción de leche y reducir el riesgo de congestión mamaria.
- Controla la congestión: Si estás demasiado llena, extrae un poco de leche para aliviar la presión, pero evita extraer en exceso.
- Ten cuidado con las infecciones: Si notas enrojecimiento, dolor o fiebre, puede ser mastitis, y debes acudir a un médico.
- Come bien y descansa: Una dieta sana y suficiente descanso pueden favorecer la producción de leche y la salud general de los pechos.

Conclusión
Encontrar un bulto duro durante la lactancia puede ser preocupante, pero la mayoría de los bultos son temporales y pueden tratarse eficazmente. Los problemas como conductos obstruidos, congestión mamaria o mastitis se suelen resolver con remedios caseros, técnicas adecuadas de lactancia y prácticas de autocuidado. Sin embargo, los cambios en los pechos se deben supervisar para detectar síntomas de afecciones más importantes, como bultos persistentes, enrojecimiento, fiebre o cambios en el tejido mamario. Si no estás segura o si los síntomas empeoran, debes acudir a un médico.
Estar informada, tener buenas prácticas de lactancia y saber cuándo acudir a un experto médico garantizará un proceso de lactancia más cómodo y sencillo tanto para ambos.