Las cicatrices de cesárea son algo con lo que muchas mamás primerizas tienen que lidiar después del parto. Estas heridas cicatrizan de manera diferente en cada persona: algunas se desvanecen por completo, mientras que otras permanecen visibles. La forma en la que tu cicatriz de cesárea se cura depende de tu tono de piel, la técnica del médico y el cuidado que le proporcionas posteriormente. La mayoría de las cicatrices de cesárea comienzan con un color rojo y abultadas, pero se van aplanando y aclarando durante el primer año de recuperación. Cuidar bien tu cicatriz de cesárea y utilizar los productos adecuados pueden ayudar mucho a mejorar su aspecto a medida que se cura.
Cuando los médicos realizan una cesárea, pueden utilizar diferentes tipos de incisiones según tu situación específica y tus necesidades médicas. Los dos principales tipos de incisiones en una cesárea son:
Hoy en día, la mayoría de las cesáreas utilizan una incisión transversal baja, también llamada “corte de bikini”. Este corte horizontal se realiza en la parte inferior del abdomen, justo por encima de la línea del vello púbico. Es muy popular porque cicatriza mejor, causa menos dolor durante la recuperación y es menos visible, ya que se ubica debajo de la mayoría de las líneas de ropa interior y trajes de baño. Este tipo también presenta un menor riesgo de complicaciones para futuros embarazos.
Una incisión vertical se realiza desde debajo del ombligo hasta el hueso púbico. Por lo general, los médicos solo utilizan este método en situaciones de emergencia, cuando se necesita extraer al bebé de forma rápida o cuando existen ciertas complicaciones, como la placenta previa. Aunque es menos común en la actualidad, las incisiones verticales pueden ser necesarias si tienes tejido cicatricial de operaciones anteriores o si tu bebé se encuentra en una posición inusual.
Importante: La incisión en tu piel puede ser diferente de la incisión en tu útero. Tu médico elegirá la opción más segura tanto para ti como para tu bebé según las circunstancias específicas, lo que incluye cualquier cesárea previa, la posición de tu bebé o si se trata de una situación de emergencia.
Después de dar a luz a tu bebé mediante una cesárea, tu médico tiene varios métodos para cerrar la incisión. La técnica de cierre dependerá de tu tipo de cuerpo, la preferencia de tu médico y la situación específica.
1. Grapas: Las grapas quirúrgicas suelen utilizarse para la capa externa de la piel. Se aplican rápidamente, lo que es importante tras la operación. Las grapas suelen permanecer en su lugar durante 3 a 4 días si te recuperas bien, aunque a veces permanecen hasta una semana. Tu médico las retirará antes de tu salida del hospital o durante una cita de seguimiento.
2. Puntos (suturas): Los médicos pueden utilizar puntos absorbibles para las capas de tejido más profundas y, en ocasiones, para la piel. Estos puntos se descomponen de forma gradual por sí solos a medida que te recuperas. Para la capa cutánea, se pueden utilizar puntos no absorbibles, que deben ser retirados luego de una semana aproximadamente.
3. Pegamento quirúrgico: Algunos cirujanos prefieren usar adhesivos de grado médico para cerrar la capa más externa de la piel. Este pegamento se desprende de forma natural a medida que tu incisión se cura, que suele ser en un plazo de 5 a 10 días. No es necesario retirarlo y crea una barrera impermeable que ayuda a prevenir infecciones.
4. Steri-Strips: Estas finas tiras adhesivas pueden colocarse sobre la incisión, tanto solas en el caso de incisiones muy pequeñas o como soporte adicional de los puntos o el pegamento. Por lo general, se despegan por sí solas en un plazo de 7 a 10 días, a medida que tu piel se cura.
Cada método de cierre cuenta con ventajas y tu médico elegirá la mejor opción basándose en tus necesidades individuales y su criterio clínico. Las capas internas de tejido siempre se cierran con puntos absorbibles, sin considerar el método que se utiliza para tu piel.
Después de una cesárea curada, el aspecto de la cicatriz que se forma puede variar. El tipo de cicatriz final depende de cómo se cura tu cuerpo, tu tipo de piel y factores genéticos. Estos son los principales tipos de cicatrices de cesárea que puedes desarrollar:
La mayoría de las cicatrices de cesárea mejoran de forma significativa durante el primer año después de la operación. Si te preocupa el aspecto de tu cicatriz o si te cause molestias, tu médico puede recomendarte tratamientos.
Muchas madres primerizas que se sometieron a una cesárea se preguntan cómo lucirá su cicatriz y qué tan grande será. Las cicatrices de cesárea varían mucho con el tiempo, ya que comienzan como una nueva incisión quirúrgica y luego adquieren su forma definitiva. Saber qué esperar puede aliviar la ansiedad sobre los cambios que tu cuerpo experimenta tras dar a luz.
Inmediatamente después de la operación, la incisión de la cesárea luce de color rojo o rosado con inflamación alrededor de los bordes visibles. La piel lucirá arrugada en la zona que se cerró con puntos, grapas o pegamento. Es normal que aparezcan moretones en dicha zona durante las primeras dos semanas. La incisión será dolorosa al tacto y tendrá un vendaje encima hasta tu siguiente cita de seguimiento.
Aunque dejan suficiente espacio para el parto, las incisiones en una cesárea son relativamente pequeñas. Por un lado, una incisión horizontal normal, también conocida como “corte de bikini”, solo mide entre 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm) de ancho y se realiza en la parte baja de tu abdomen, por encima de la línea de vello púbico. Por otro lado, las incisiones verticales, que se utilizan en caso de emergencias, van desde debajo de tu ombligo hasta el hueso púbico y miden entre 6 a 8 pulgadas (15 a 20 cm) de largo.
Durante los primeros meses, tu cicatriz comenzará a cambiar de manera gradual de un rojo intenso a un rosa rojizo. A los seis meses, la mayoría de las mujeres nota que su cicatriz se ha aplanado y ya no se nota. A los doce meses, la mayoría de las cicatrices de cesárea alcanzan su aspecto definitivo: una línea fina con un tono ligeramente más claro u oscuro que el tono habitual de tu piel. Las mujeres con piel clara tienden a tener cicatrices plateadas o blancas, mientras que las mujeres con piel oscura tienden a tener cicatrices marrones o púrpuras.
La cicatriz horizontal de la cesárea se ubica en una zona baja, por debajo de la mayoría de las líneas de trajes de baño y ropa interior. Esta ubicación ingeniosa permite que muchas mujeres usen bikinis o pantalones de tiro bajo sin que se note la cicatriz superficial. Las cicatrices verticales son más notorias en trajes de baño, pero se pueden ocultar bajo la mayoría de los atuendos.
Las cicatrices de cada mujer se curan de forma única debido a diferentes factores personales. Tu edad, tu tono de piel, la salud de los tejidos y la genética desempeñan un papel importante en la formación de cicatrices. Algunas mujeres se curan con pocas cicatrices, mientras que otras desarrollan cicatrices más grandes o más marcadas a pesar de aplicar los cuidados adecuados. Los factores del embarazo, como las cesáreas de emergencia frente a las programadas, también afectan el aspecto final de tu cicatriz.
Las cicatrices de la cesárea suelen tener entre 4 a 6 pulgadas de longitud y pasan de ser incisiones rojas e inflamadas a líneas finas y pálidas en el transcurso de un año. El aspecto final de la cicatriz varía mucho entre mujeres, según el tono de piel y la genética. Las cicatrices de algunas mujeres son muy visibles, mientras que en otras son casi invisibles. La mayoría de las cicatrices horizontales se encuentran lo suficientemente bajo como para ocultarlas con la ropa, lo que permite discreción sobre tu experiencia del parto si eso es importante para ti. Consulta a tu médico si tienes problemas respecto al aspecto de tu cicatriz, ya que existen diferentes opciones de tratamiento para las cicatrices que no se desvanecen como se esperaban.
Después de un parto por cesárea, el cuidado adecuado de tu cicatriz ayuda a garantizar que la cicatrización de la incisión de la cesárea sea óptima y a minimizar su visibilidad a largo plazo. Tu cicatriz de cesárea requiere cuidados durante las diferentes etapas de cicatrización, desde el cuidado de la herida inicial hasta el mantenimiento a largo plazo. El paso más importante es siempre seguir las instrucciones específicas de tu médico. Sin embargo, estas pautas generales pueden ayudarte a atravesar el proceso de curación.
En la primera semana después de la operación, limpia tu incisión todos los días con jabón neutro y agua cuando te duches. Luego, sécala con una toalla limpia sin frotar. No te sumerjas en piscinas, jacuzzis ni bañeras hasta que tu médico te indique que la incisión se ha cerrado, lo que suele ocurrir luego de 2 o 3 semanas. Esto evita que las bacterias entren en la herida y causen una infección.
Inspecciona tu incisión todos los días para detectar signos de alerta que requieran atención médica. Informa inmediatamente a tu médico si notas el aumento de enrojecimiento, inflamación que empeora luego de los primeros días, piel caliente al tacto, pus o secreción, mal olor o si los bordes de tu incisión comienzan a separarse. Otro signo de alerta sobre una infección que requiere tratamiento inmediato es una temperatura de 100.4°F (38°C) o mayor.
Durante las primeras semanas, considera utilizar ropa interior diseñada especialmente para el posparto como las trusas de bambú para el embarazo y posparto con su diseño de cintura baja en forma de "V" de 145°. Estas se ajustan cómodamente debajo de tu cicatriz de cesárea, lo que evita la irritación, mientras que el refuerzo 100% de algodón permite controlar la salud durante la recuperación. La cintura ensanchada en la parte posterior proporciona soporte sin aplicar presión en el área de incisión. Al toser, estornudar o reír, sostén suavemente tu incisión con una almohada o tus manos para reducir la tensión en los tejidos cicatriciales.
Cuando tu incisión esté cicatrizada por completo (normalmente entre las 4 a 6 semanas después de la operación), puedes empezar un tratamiento más activo. Masajea con suavidad tu cicatriz de cesárea con aceite de vitamina E, manteca de cacao o tratamientos para cicatrices a base de silicona. Este masaje debe ser diario con movimientos circulares durante 5 a 10 minutos. Esto suaviza el tejido cicatricial y favorece la circulación de la sangre en el área afectada. Asegúrate de obtener la aprobación de tu médico antes de probar cualquier tratamiento para cicatrices.
Una vez que tu médico te indique que la incisión está completamente curada, los productos de silicona son los que tienen más evidencia de que pueden mejorar el aspecto de las cicatrices. Algunas opciones incluyen láminas, tiras o geles de silicona que se colocan de manera directa sobre la cicatriz. Estos productos proporcionan una capa protectora que hidrata el tejido cicatricial y controla la formación de colágeno. Para una mayor eficacia, aplica estos productos de manera diaria por un mínimo de 2 a 3 meses.
La exposición solar puede oscurecer el tejido cicatricial y hacer que destaque de forma permanente. Cuando tu cicatriz se exponga al sol, aplica un protector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o superior directamente sobre la cicatriz curada. Esta protección debe mantenerse al menos durante el primer año luego de la operación, pero la mayoría de los cirujanos recomiendan continuar el uso de protector solar para un resultado óptimo a largo plazo.
Si bien tu incisión puede parecer cerrada en unas semanas, la cicatrización interna lleva mucho más tiempo. Utilizar la faja posparto Momcozy Ergowrap como apoyo durante tu recuperación puede proporcionarte una comodidad crucial, ya que su estructura de soporte ergonómica, el Ergonest Support Structure™, alivia el dolor de espalda baja mientras que el suave diseño 3D de elevación del abdomen ofrece una compresión que puede ayudar en la recuperación de diástasis de rectos. Además, la faja posparto proporciona a las mamás primerizas soporte para la cintura y alivia el dolor lumbar. La fase inicial de cicatrización dura entre 6 a 8 semanas, en las que los tejidos se vuelven a unir. Sin embargo, la cicatriz de cesárea continúa madurando y cambia su aspecto durante los 12 a 18 meses posteriores a la operación, pasando normalmente de rojo a rosado y, finalmente, a un tono más cercano al de tu piel.
La cicatriz de cesárea suele tardar entre 6 a 8 semanas para cicatrizar y hasta 18 meses en alcanzar su aspecto definitivo. Limpia y protege tu incisión durante la fase inicial de cicatrización y, una vez se haya completado, pasa a un cuidado activo de tu cicatriz con masajes y el uso de productos a base de silicona. Protege tu cicatriz de la exposición solar durante el primer año. La mayoría de las cicatrices se atenúan de manera significativa con un cuidado adecuado, pero es normal que existan algunas variaciones según tu tipo de piel y genética. Consulta a tu médico si tienes alguna duda sobre el proceso de cicatrización de la incisión de la cesárea o si te interesan otros tratamientos para cicatrices más antiguas.
No. No se puede quitar por completo, pero existen varios tratamientos que logran hacerla menos visible. Los tratamientos realizados por profesionales incluyen tratamientos con láser, tratamientos de pulido de piel o revisiones quirúrgicas para cicatrices antiguas. En casa, utilizar productos a base de silicona y cremas especiales que te sugiera tu médico pueden marcar una gran diferencia en el aspecto que tendrá tu cicatriz en el futuro. Consulta con tu dermatólogo qué tratamiento podría funcionar para tu cicatriz.
Sí, hay estrategias eficaces. Coloca un paño de algodón seco y limpio entre los pliegues de la piel después de ducharte. Además, un secador de pelo frío puede ayudarte a secar las zonas de difícil acceso. Solicita a tu médico polvos seguros y sin fragancia que ayuden a absorber la humedad. También puedes utilizar almohadillas especiales diseñadas para absorber la humedad de los pliegues de la piel. Cambia estos artículos con frecuencia durante el día, en particular cuando hace calor o luego de haber sudado.
Sí. Mientras los nervios se recuperan, es normal sentir un ardor leve durante las primeras semanas. Sin embargo, un ardor doloroso junto con un enrojecimiento, calor o secreción de la incisión podría ser una infección. Informa de manera inmediata a tu médico si nota cualquiera de estos signos. Algunas mujeres sienten ardor durante muchos meses, mientras los nervios se regeneran. Si el ardor persiste y no disminuye luego de 6 a 8 semanas, debes consultarlo con tu médico.
Sí, esto es normal. La dureza se debe a que tu cuerpo produce mucho colágeno durante la cicatrización de la incisión de la cesárea, lo que crea una zona firme y elevada. Es una forma común de algunos cuerpos para recuperarse. La dureza se suele alcanzar entre las 6 y 8 semanas después de la operación y se suaviza lentamente durante 6 a 12 meses. Frotar de forma suave la zona con aceites o cremas aprobadas te puede ayudar a ablandar el tejido duro. Si la dureza se extiende más allá de la línea de tu incisión o si sigue creciendo después de 6 meses, acude a tu médico, ya que podría necesitar un tratamiento diferente.
No, eso no es normal. El olor de la incisión suele indicar una infección. Llama de inmediato a tu médico, sobre todo si también tienes secreción de líquido, más dolor, enrojecimiento o fiebre. El agua retenida entre los pliegues de la piel cercana al corte causa a veces olor sin que haya una infección. Seca bien la zona luego de bañarte y asegúrate que le llegue aire. Si el olor persiste sin otros signos de infección, tu médico podría recomendarte baños especiales u otros tratamientos.
No. Espera hasta que la incisión se haya cerrado por completo y no haya costras, lo que suele ocurrir entre las 2 a 4 semanas luego de la operación. Siempre consulta primero a tu médico antes de aplicar cualquier producto sobre tu incisión. Si empiezas muy pronto, podrías impedir la cicatrización normal o provocar una infección. Cuando te lo autoricen, aplica los aceites con suavidad, sin tirar de la piel en proceso de cicatrización. Si experimentas irritación tras el uso de estos productos, suspende su uso y acude a tu médico.
No inmediatamente. La mayoría de los médicos recomiendan esperar entre 6 y 8 semanas antes de hacer ejercicios abdominales. Sin embargo, esto depende de tu ritmo de recuperación. Si tu médico te asegura en la consulta de seguimiento que te recuperas bien, puedes comenzar con movimientos lentos, como inclinaciones pélvicas. No hagas planchas, abdominales ni levantamiento de peso hasta que tu médico lo autorice. Si te duele, detente: el dolor es una señal de advertencia de tu cuerpo. Considera contratar un fisioterapeuta especializado en la recuperación posparto para que te establezca una rutina de ejercicios segura.
Por lo general, no. El entumecimiento alrededor de la cicatriz es común porque durante la operación, el corte atraviesa pequeños nervios en la piel. Para la mayoría de las mujeres, la sensibilidad regresa de manera gradual en un periodo de 6 a 18 meses, a medida que los nervios se regeneran. No obstante, para muchas mujeres, es normal que persista cierto entumecimiento directamente en la cicatriz o alrededor de la misma. Si el entumecimiento abarca una zona extensa o se acompaña de otros síntomas, como dolor o debilidad, consulta a tu médico.
Tu cicatriz de cesárea es una muestra del increíble proceso por el que pasó tu cuerpo para traer a tu bebé al mundo. Aunque cada cuerpo se recupera de manera distinta, los consejos en este artículo ayudan a aliviar las molestias, prevenir problemas y mejorar el aspecto de tu cicatriz con el tiempo. No dudes en llamar a tu médico si algo te parece raro, en especial si tu incisión tiene mal olor, duele más o segrega líquido. Un masaje con suavidad, mantener el área seca y darte tiempo a ti misma para sanar marcarán una gran diferencia. Sé paciente con tu cuerpo mientras se recupera de esta operación importante. Cuando estés lista y completamente sana, consulta con un dermatólogo sobre tratamientos que podrían hacer menos visible tu cicatriz, si eso te preocupa. Recuerda que el proceso de curación es personal. Tómatelo con calma y siéntete orgullosa de lo que tu cuerpo ha logrado.
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