La lactancia es un proceso personal y a veces duro, y tener un piercing en el pezón puede hacerlo más difícil. Muchas madres quieren saber, "¿Se puede dar de lactar con pezones perforados?" y cómo esta elección puede afectar su experiencia de lactancia. En este artículo se explican algunos aspectos importantes que hay que tener en cuenta a la hora de dar el pecho con un piercing en el pezón, como la forma en que puede afectar al flujo de leche, los riesgos para la salud y consejos útiles para una buena lactancia. Ya sea que quieras saber cómo cuidar tus piercings actuales o si estás pensando en hacerte otro durante el embarazo, estos consejos te ayudarán a dar de lactar con confianza y facilidad.
¿Se puede dar de lactar con pezones perforados?
Sí, muchas mujeres pueden dar de lactar a sus bebés con piercings en los pezones, y muchas madres lo hacen sin problemas. Por tu seguridad y la de tu bebé, es importante que conozcas los aspectos especiales en los que debes de pensar a la hora de tomar esta decisión.
Comprende los aspectos básicos
Los piercings en el pezón no impiden intrínsecamente la lactancia. Las joyas se introducen a través del pezón durante el proceso de perforación. Esto no suele afectar los conductos galactóforos o el tejido mamario que produce leche. Incluso si tienes piercings en los pezones, la mayoría de las mujeres aún pueden producir leche y extraerla correctamente.
Valora la comodidad personal
La comodidad es muy importante a la hora de elegir mantener un piercing durante la lactancia. Algunas madres consideran que las joyas pueden resultar dolorosas o irritantes, sobre todo si el piercing se vuelve más sensible debido a los cambios hormonales que se producen durante el embarazo y la lactancia. Puede que te resulte útil vigilar cómo reacciona tu cuerpo y hacer los cambios necesarios.
Garantiza la seguridad
La seguridad es primordial cuando se amamanta con pezones perforados. Las joyas suponen un riesgo potencial para los recién nacidos, que podrían arrancar o tragarse pequeños pedazos accidentalmente. Para mitigar este riesgo, muchos médicos recomiendan quitarse las joyas del pezón durante las sesiones de lactancia. Además, los piercings bien cicatrizados tienen menos probabilidades de plantear problemas en comparación con los que están recientes o no han cicatrizado del todo.
Toma una decisión personalizada
Sin embargo, al final, la decisión de dar el pecho con un piercing en el pezón dependerá de tu comodidad personal, de lo bien que cicatricen los piercings y de los consejos de tu médico. Por ello, habla con tu médico o con un experto en lactancia materna sobre cualquier preocupación que tengas para obtener ayuda específica para tu caso.
En conclusión, los pezones perforados pueden dificultar más la lactancia, pero no siempre la hacen imposible.
¿Cuáles son las consecuencias y los riesgos de dar el pecho con un piercing en el pezón?
Aunque muchas mujeres amamantan con éxito a sus bebés con piercings en los pezones, es esencial ser consciente de los posibles impactos y riesgos que pueden surgir de la lactancia materna con piercings.
Consecuencias para el flujo de leche y la lactancia
Los piercings en los pezones pueden afectar el flujo de leche, aunque para la mayoría de las mujeres, este no es un problema importante. Las joyas en sí no suelen obstruir los conductos galactóforos, pero pueden producirse algunos cambios en la forma de extraer la leche. Algunas madres informan un chorro inusual o de fugas por los orificios del piercing, lo que puede requerir un cuidado adicional durante las tomas para garantizar un agarre y una transferencia de leche eficientes. Si notas dificultades con el flujo de leche, es importante que consultes a un experto en lactancia que pueda ofrecerte orientación adaptada a tu situación.
Posibles riesgos para la salud
El riesgo de contraer una infección es una de las principales preocupaciones sobre la lactancia y los piercings en los pezones. Las infecciones bacterianas pueden ser muy peligrosas en cortes abiertos o en pezones que acaban de ser perforados. Pueden causar problemas como la mastitis. Antes de intentar amamantar, debes asegurarte de que las cicatrices estén completamente curadas. También son frecuentes los dolores y una mayor sensibilidad. Estos problemas suelen empeorar con los cambios hormonales, una alimentación demasiado frecuente o un agarre incorrecto.
Para reducir estos riesgos, mantén limpia la zona alrededor del piercing y presta atención a los signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o secreción. Puede ser útil limpiarlo con productos antibacterianos, pero asegúrate de elegir siempre los que sean seguros para las mujeres en periodo de lactancia.
Soluciones y estrategias de mitigación
Para abordar estos riesgos, considera las siguientes estrategias:
- Garantiza una curación adecuada: Espera a que los piercings de tus pezones estén completamente cicatrizados antes de iniciar la lactancia para reducir el riesgo de infección.
- Quítate las joyas: Considera la posibilidad de quitarte las joyas durante las tomas para evitar irritaciones y riesgos de ingesta para el bebé.
- Consulta a profesionales: Colabora con los médicos, incluidos los asesores de lactancia, para desarrollar estrategias de gestión de cualquier problema relacionado con el pezón perforado.
¿Es seguro hacerse piercings durante el embarazo o lactancia?
La mayoría de los médicos no aconsejan hacerse piercings durante el embarazo o la lactancia, ya que eres más propensa a contraer una infección. El sistema inmunitario del cuerpo ya tiene que trabajar más durante estas épocas para ayudar al bebé o recién nacido en crecimiento. Además, los cambios hormonales y el trabajo adicional que tiene que hacer el cuerpo pueden hacer que los piercings nuevos tarden más en cicatrizar.
Antes de quedarte embarazada o después de destetar a tu hijo es el mejor momento para hacerte un nuevo piercing en el pezón. De este modo, tu cuerpo sanará adecuadamente sin la preocupación adicional de estar embarazada o de cuidar de un bebé. Si decides hacerte un piercing durante el embarazo o la lactancia, asegúrate de acudir a una tienda de piercings limpia y de confianza y sigue cuidadosamente todas las instrucciones del tratamiento para evitar contraer una enfermedad.
Consideraciones prácticas sobre la lactancia con piercings
Extracción de joyas:
Hay varias razones por las que puede ser necesario quitarse las joyas del pezón antes de dar el pecho:
- Para evitar que las joyas causen molestias o lesiones en la boca o las encías del bebé durante la lactancia.
- Para asegurarte de que tu bebé pueda lograr un agarre adecuado sin interferencias de las joyas.
- Para evitar el riesgo de que las joyas se suelten y supongan un peligro de asfixia para tu bebé.
Es importante seguir unas buenas prácticas de limpieza al quitarte las joyas del pezón para dar el pecho. Antes de tocar las joyas o tus pechos, lávate bien las manos con agua y jabón. Quítate las joyas lentamente, con cuidado de no jalar o tirar el agujero. Si llevas mucho tiempo con el piercing y te preocupa que el orificio se cierre, puedes mantenerlo abierto entre tomas colocando un marcador de posición no metálico, como un tapón de silicona flexible. Antes de volver a ponerte una joya después de dar el pecho, limpia siempre la joya y los pezones.
Si quitarte la joya cada vez que das el pecho a tu bebé te resulta difícil o doloroso, quizás quieras hablar con un profesional de piercings sobre otras opciones de joyería que sean mejores para la lactancia, como las de PTFE o los piercings circulares que son fáciles de abrir y cerrar.
Control de las fugas de leche:
Las fugas de leche a través de los piercings de los pezones es una preocupación habitual de las madres lactantes. Aunque algunas mujeres pueden experimentar pequeñas pérdidas a través de los orificios del piercing, no suele ser un problema importante. La presión de un sujetador de lactancia bien ajustado o de discos absorbentes puede ayudar a minimizar las pérdidas.
Para controlar las fugas de leche por los piercings de los pezones:
1. Usa un sujetador de lactancia que ofrezca soporte, esté bien ajustado y que presione suavemente los pechos para evitar fugas excesivas.
2. Usa discos absorbentes dentro de tu sujetador para recoger la leche que pueda salir por los piercings. Cambia los discos con frecuencia para mantener los pezones secos y evitar irritaciones.
3. Coloca una pequeña cantidad de la crema para pezones Momcozy o pomada alrededor de los orificios del piercing después de la toma para calmar la piel y crear una barrera que pueda ayudar a reducir las fugas. Los discos de gel calmantes Momcozy pueden ser especialmente útiles en esta situación, ya que proporcionan un alivio refrescante y favorecen la curación de los pezones doloridos o agrietados, lo que puede ser especialmente beneficioso para quienes tienen piercings.
4. Si las fugas persisten o se vuelven molestas, considera la posibilidad de utilizar recipientes de recogida de leche o sacaleches dentro del sujetador. Estos dispositivos recogen la leche y evitan que se filtre a través de la ropa.
Si experimentas pérdidas excesivas o te preocupa la producción de leche o la capacidad de tu bebé para alimentarse de forma eficaz, no dudes en ponerte en contacto con un especialista en lactancia o un médico para recibir asesoramiento y apoyo personalizados.
Cuando acudir al médico por un piercing en el pezón
Si experimentas alguno de los siguientes síntomas o preocupaciones, es importante que consultes con tu médico lo antes posible:
Síntomas de infección
Enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad, secreción (sobre todo si es verde o hediondo) o fiebre. Estos síntomas pueden indicar una infección en la zona del piercing, que requiere tratamiento inmediato para evitar complicaciones.
Dolor persistente
Si experimentas un dolor continuo en la zona del piercing que no desaparece con una higiene y unos cuidados adecuados, es importante que lo evalúe un profesional médico. El dolor persistente puede ser señal de un problema subyacente que hay que tratar.
Cambios significativos en el flujo de leche
Si notas que la producción de leche disminuye considerablemente o que tu bebé tiene dificultades para agarrarse al pezón y alimentarse bien después de haberte hecho un piercing en el pezón, es fundamental que consultes a un especialista en lactancia o a un profesional sanitario. Pueden ayudarte a identificar posibles problemas y ofrecerte estrategias para que la lactancia sea un éxito.
Comienza tu proceso de lactancia con confianza
Ser madre durante la lactancia con un piercing en el pezón es una experiencia especial y personal que necesita apoyo y cuidados. Si conoces las consecuencias, los riesgos y las formas prácticas de afrontar los piercings durante la lactancia, podrás tomar decisiones que prioricen tu felicidad y la salud de tu bebé. Recuerda que la clave para una lactancia feliz es ser sincera con el personal sanitario, seguir unas buenas prácticas de limpieza y estar atenta. Si sabes qué hacer y tienes las herramientas adecuadas, puedes sentirte bien en esta estrecha relación con tu hijo sin dejar de expresarte y tomar tus propias decisiones.